Un reconocido chef italiano ha sorprendido a todo el mundo al compartir el secreto detrás de su impresionante transformación física: logró perder 90 kilos en menos de un año tras eliminar dos tipos de alimentos de su dieta diaria. Matteo Grandi, propietario del restaurante con estrella Michelin «Matteo Grandi in Basilica» en Vicenza, Italia, decidió dar un giro radical a su vida cuando su peso alcanzó los 185 kilos. Este cambio no solo impactó su apariencia, sino también su salud, su energía y su carrera profesional.
Matteo Grandi, de 34 años, explicó que su decisión surgió de una profunda reflexión personal. «Me di cuenta de que, entre el trabajo y las responsabilidades, había descuidado mi bienestar. No se trataba solo de cómo me veía, sino de sentirme bien conmigo mismo», relató en una entrevista al Corriere del Veneto. El chef, que comenzó su transformación en junio de 2024, identificó a la pasta y los productos procesados como los principales alimentos que debía dejar atrás. Además, eliminó otros carbohidratos como el pan y el arroz, que solían ser habituales en su rutina como cocinero italiano.
En lugar de estos, Grandi adoptó una dieta basada en ingredientes frescos y ricos en nutrientes. Su nuevo régimen incluye proteínas como pollo, salmón, carne y mariscos, además de vegetales verdes, aguacate y huevos. También incorporó el ayuno intermitente, limitándose a dos comidas al día: una al mediodía y otra a las 17:00. Esta combinación, junto con ejercicio regular, le permitió alcanzar resultados extraordinarios en apenas ocho meses.
La transformación de Grandi no se limitó a lo físico. Según él, los beneficios han sido tanto mentales como emocionales. «Mi mente está más despejada, tengo energía constante y mi productividad se ha disparado», afirmó. Un efecto adicional que lo sorprendió fue la desaparición de la psoriasis, una condición de la piel que lo había aquejado durante años. Este cambio en su salud lo motivó aún más a mantener su nuevo estilo de vida.
El chef también compartió una anécdota reveladora: durante las festividades del 15 de agosto, probó dos bocados de pasta y se sintió agotado de inmediato. «Si por 20 segundos de placer tengo que pasar horas sintiéndome mal, no vale la pena», reflexionó. Esta experiencia reforzó su compromiso con una alimentación baja en carbohidratos y sin azúcares refinados.
El cambio personal de Matteo Grandi también ha influido en su trabajo como chef. En su restaurante, ubicado frente a la icónica Basílica Palladiana, ha introducido opciones gastronómicas que reflejan su nueva filosofía: platos bajos en carbohidratos, sin lácteos y elaborados con ingredientes frescos de alta calidad. Este enfoque no solo responde a su experiencia personal, sino que también atrae a comensales interesados en alternativas saludables sin sacrificar el sabor que distingue a un establecimiento con estrella Michelin.
Grandi, que previamente había trabajado en países como China, Kuwait e India antes de abrir su primer restaurante en 2012, Ristorante Degusto, alcanzó la cima de su carrera con «Matteo Grandi in Basilica» en 2020. Ahora, su historia de superación añade una nueva dimensión a su reputación como innovador en la cocina.