A medida que se acercan las elecciones presidenciales de Rumania, previstas para mayo de 2025, el panorama político experimenta un cambio notable. George Simion, líder del partido de derecha Alianza para la Unidad de los Rumanos (AUR), se ha posicionado como favorito, aprovechando el descontento generalizado y la controversia por la anulación de las elecciones del año pasado. Su campaña, basada en un discurso nacionalista y antiestablishment, está captando una atención significativa tanto dentro como fuera del país.
El ascenso de Simion se produce tras un periodo de inestabilidad política. En noviembre de 2024, el candidato Călin Georgescu lideró la primera vuelta de las elecciones presidenciales, pero la Corte Constitucional anuló los resultados alegando, sin pruebas contundentes, interferencia rusa. Esta decisión desató protestas masivas y profundizó la desconfianza hacia las instituciones políticas rumanas. Georgescu, inhabilitado para participar en la nueva votación de mayo, ha respaldado a Simion, quien ahora canaliza la frustración popular en su campaña.
Las encuestas muestran a Simion a la cabeza con cerca del 35% de intención de voto, superando a figuras como el ex primer ministro Victor Ponta y el alcalde de Bucarest, Nicușor Dan. La AUR, que evolucionó de un movimiento antivacunas durante la pandemia a una fuerza opositora relevante, alcanza más del 31% en los sondeos, por encima de los socialdemócratas en el poder. Este auge refleja el atractivo de Simion entre los jóvenes y la diáspora trabajadora, que se sienten marginados por la clase política tradicional.
La plataforma de Simion prioriza la soberanía nacional y cuestiona las políticas globalistas. Ha criticado el apoyo de Rumania a Ucrania en el conflicto bélico, argumentando que los recursos deberían destinarse a necesidades internas, como subsidios para niños y pensiones para mayores. Aunque reconoce la pertenencia de Rumania a la OTAN y la UE, aboga por una postura más firme dentro de estas organizaciones y ha expresado admiración por el movimiento “Make America Great Again” de Donald Trump. Incluso ha sugerido nombrar a Georgescu como primer ministro en caso de ganar, una propuesta que ha generado un gran apoyo.
La anulación de las elecciones de 2024 y la exclusión de Georgescu han levantado preocupaciones sobre la integridad democrática en Rumania. Simion y sus seguidores han calificado la anulación como un “golpe”, un sentimiento compartido por algunos líderes conservadores internacionales. Por otro lado, los críticos advierten que la postura euroescéptica y nacionalista de Simion podría tensionar las relaciones de Rumania con la UE y la OTAN, arriesgando el aislamiento del país.
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