Esto es un no parar. En un nuevo golpe a la política de la ultraizquierda en España, un tal Xabier Ron, quien fuera un diputado autonómico y estrecho colaborador de Yolanda Díaz, la vicepresidente segunda del Gobierno y líder de Sumar, ha sido detenido por presunta agresión sexva1 a una menor. Este incidente se suma a una serie de controversias que han asediado recientemente a la coalición de izquierdas, recordando especialmente el escándalo de Íñigo Errejón, que dimitió de su cargo en medio de acusaciones similares.
Xabier Ron, conocido por su cercanía a Yolanda Díaz durante su tiempo en la coalición Alternativa Galega de Esquerda (AGE), ha sido detenido por la Guardia Civil en Galicia. La operación, que incluyó el registro de material informático en el instituto donde Ron trabaja como profesor de francés, ha generado un lógico revuelo, no solo por la gravedad de la acusación, sino también por la sospecha de encubrimiento o ignorancia deliberada por parte de figuras políticas de alto e inmerecido rango.
Este incidente viene a agravar la crisis de credibilidad que ya sufrió Sumar tras el caso de Íñigo Errejón. Errejón, exdiputado y exportavoz de Sumar en el Congreso, dejó su escaño y la política activa tras ser acusado de múltiples agresiones sexuales. La denuncia más destacada fue la de la actriz Elisa Mouliaá, quien relató haber sido víctima de tres agresiones en una misma noche, algo que muchos simpatizantes de la formación conocían pero callaron. La rápida sucesión de estos eventos ha cuestionado severamente el compromiso de Sumar con los valores feministas de los que tanto presume y su capacidad para manejar internamente casos de abusos y agresiones.
Yolanda Díaz, quien ha sido una figura prominente en la promoción de políticas de igualdad y contra la violencia machista, se encuentra ahora en una posición delicada. La vicepresidenta ya se vio obligada a pedir, a su manera, disculpas públicas y a reconocer que Errejón «nunca debió ser ni diputado ni portavoz» después de que se revelara que conocía las acusaciones contra él desde hacía tiempo sin haber actuado con la diligencia esperada. Este nuevo caso con Ron, un excolaborador de su máxima confianza, levanta aún más dudas sobre la supervisión y la cultura interna dentro de las organizaciones políticas lideradas por Díaz.
El impacto de estos escándalos puede ser profundo y duradero para Sumar, no solo en términos de imagen pública, ya de por sí deteriorada, sino también en su viabilidad electoral futura. La confianza de los votantes en los partidos políticos ya es frágil, y estos sucesos pueden exacerbar el desencanto. Además, el manejo de estos casos por parte de la dirección de Sumar será observado minuciosamente, tanto por sus propios miembros como por la sociedad en general, para evaluar si sus medidas son meramente cosméticas.
Este es un momento crítico para Yolanda Díaz y Sumar, donde cada paso que intentan dar hacia adelante dan varios hacia atrás, será escrutado con lupa, determinando no solo el futuro de la coalición sino también el de la política «feminista» en España.
Es la palafrenera del Congreso,antes de cada reunión hace su trabajo,o se dice palafarnera?.