sábado, julio 27, 2024
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¡Si les permitimos!

En febrero de 2020, luego de licenciarse en Derecho, mi hija Trinidad y una amiga  estaban recorriendo el Sudeste Asiático. Se dirigían a Vietnam cuando  comenzaron a llegar noticias sobre un virus proveniente de murciélagos que estaba enfermando y matando a la población china. Muchos chinos arrancaban a  Vietnam. Esto me hizo entrar en pánico, entonces les pedí que por favor  terminaran su viaje y se fueran a Australia hasta el día de su vuelo a Chile.  Obviamente la Trini protestó, pero por suerte los papás de su amiga son médicos  y me apoyaron. 

Me hice una mascarilla con un envase de bebida, la que sujetaba a la cara con mis anteojos. 

 -¡Qué creativa! 

Le dije a la Rosi que no viniera a trabajar para que no se expusiera al contagio.  -¡Qué consciente!  

Ella me dijo, con gran sabiduría y con el sentido común intacto gracias a no tener  adoctrinamiento universitario: 

 -¡Pero si no estoy enferma. Yo puedo trabajar! 

En Marzo empezaron los encierros. Gracias a estos me puse a pensar y comencé  a contactarme con otros preguntones. 

Soy fonoaudiólogo que trabajo con niños por eso me fijé en las medidas que los  involucraba: 

 -¡Por qué se puede sacar a pasear a los perros y no a los niños!  -¡No pueden jugar en las plazas! 

 -¡Oh! ¡Cómo es posible que le digan a un niño que puede matar a sus abuelos!  -¡Eso es abuso psicológico! 

 -¡Niños ahogados por un trapo en la cara, dañando su desarrollo!   -¡Cómo van a aprender a hablar! 

 -¡Cómo van a desarrollar habilidades sociales! 

 -¡Esto no es por salud. Parece dirigido por psicópatas! 

Entré en una vorágine de investigación mientras a mí alrededor casi todos se  tragaban la versión oficial. Los disidentes nos juntábamos en las plazas para  informar lo que íbamos descubriendo. Se me han derribado muchos paradigmas  en estos pocos largos años. Completamente ignorante y en una actitud temeraria, dejé que les pusieran todas las vacunas del calendario a mis hijos. Hacía pocos  meses me habían puesto la del tétanos porque me quebré la muñeca al caer de  cabeza sobre el motor de la piscina por ponerme a sacar mandarinas del árbol. Algo sospechaba al ver el aumento exponencial de los trastornos del  neurodesarrollo y al escuchar lo que narraban los padres de niños diagnosticados con autismo, aunque en mi pregrado y postgrados nunca me enseñaron estudios que pusieran a las vacunas como hipótesis causal. 

Supe que ningún hospital, laboratorio, clínica ni organismo de salud del mundo tenía el virus Sarscov2 aislado ¡No existía! Y aunque hubiese existido, habrían  entrado de a miles por los espacios entre las fibras de las mascarillas. 

 ¡Los psicópatas se revolcaban de risa al ver a la humanidad enmascarada! 

Desde chica fui valiente. No iba a obedecer reglas estúpidas. Pues bien, me gané  un recorrido en auto policial, esposada por la espalda, desde el taller mecánico hasta mi casa. No me dejaron entrar a la oficina a pagar la mantención de mi auto  porque estaba a cara descubierta, y llamaron a Carabineros. 

En el trayecto iba con muchísima pena y les dije a los oficiales que cuidaran a sus  niños. Que en un futuro iban a prescindir de sus servicios porque sólo habría  policía política. Que sus vehículos anti disturbios ya estaban de color blanco ONU. Encendieron la sirena para cruzar un semáforo en rojo. Con los ojos aún húmedos exploté en una carcajada. El carabinero que manejaba me miró por el espejo  retrovisor y me dijo: 

 -¡Ve que con nosotros se divierte! 

Con vergüenza se detuvieron un poco antes de mi casa para sacarme las  esposas, nos abrazamos y prometieron pasar a verme. 

En Europa enfermaban y morían los abuelos. Más los que se habían vacunado  contra la gripe y tenían antenas de telefonía cerca. 

Con un ingeniero formamos un grupo para medir la potencia de emisión de las  antenas en distintas comunas. Todas en un radio de dos cuadras irradiaban alrededor de veinte veces por sobre la norma. Un día nos vinimos a mi casa y al  entrar, el ingeniero me preguntó que por qué mi casa estaba tan irradiada.  Descubrimos que se podían ver cuatro antenas, puestas en un club de golf que  hay detrás de uno de tenis. Me preocupé por mi hija Isabel, psicóloga y creadora  de la primera Escuela de Autoestima para Mujeres en Chile. Ella trabajaba online  en su pieza, la cual miraba a las antenas. Quisimos medir la radiación que recibía pero ella no nos dejó.  

Mis hijos, que son cinco, estaban aburridísimos de la locura de su madre. No  quisieron ver las evidencias que les mostré y me escondieron que se habían  vacunado. A mi Chabi, mi hija Isabel, le dije que había personas que no vivirían  más de dos años luego de estos pinchazos. Me dijo que en esos dos años ella  quería viajar. 

 -¡Y viajó! 

Le ofrecí poner malla de aluminio para apantallar su pieza. Poner conexión por  cable al router. A todo se negó. Tal vez lo único que adoptó fue hacer contacto a  tierra y tomar sol.  

El diagnóstico de cáncer grado 3 fue en noviembre de 2021. Viajó a Costa Rica  antes de la operación. 

Me dijo que le habían recomendado la tercera dosis porque era enferma de riesgo.  Me contacté con el cirujano para suplicarle que no la pincharan. Le mandé los estudios que certificaban la presencia de óxido de grafeno en las vacunas Covid.  El médico despreció toda la información. Me dijo que su cáncer era lento y de  larga data. Luego de varias quimioterapias fallidas el diagnóstico cambió a cáncer  agresivo y raro. 

Obviamente no se puede hacer un buen diagnóstico si no se toma en  consideración el veneno inyectado a traición y la radiación criminal a la que ella estaba expuesta todos los días. La radiación es acumulativa y este tóxico potencia  sus daños, entre otros efectos. Y aunque los médicos quisieran encontrar las  causas, no cuentan con la preparación. El pregrado de medicina no enseña los  efectos de las radiaciones no ionizantes en los seres vivos. Sólo aprenden el  calendario de vacunas. Nada sobre su fabricación ni contenidos. Esto se suma a  que los profesionales de la salud deben obedecer protocolos, para mantenerse en  sus trabajos, aunque estos vayan en contra de la evidencia. 

Entre quimio y quimio viajó a España con sus hermanos, cuñadas y sobrino.  También fue a Brasil donde su ahijado. Pero cuando sintió que los “tratamientos”  le estaban afectando la cabeza e iba en picada hacia abajo, decidió abandonar la  medicina alópata, probar la ozonoterapia y las megadosis de vitamina C.  

Luego se descubriría que el tóxico va en todo tipo de inyectables por lo que su  envenenamiento continuó en Costa Rica, desde donde volvió a Chile para recibir  más veneno en paliativos para el dolor. 

La inyección letal fue en la sedación el 22 de agosto de 2022. Les costó un poco  más de un año completar el asesinato. Tenía 31 años. Murió envenenada con la  coartada de un diagnóstico de cáncer. 

 -¡Te has ido mi niña! Aquí tienes a tus hermanas, cuñadas y amigas  organizando una fundación para que las mamás trabajen su autoestima y  aprendan a desarrollar la de sus hijos. ¡Tu espíritu nos seguirá iluminando! 

Me preguntan: -¿Cómo estás? 

Te pregunto: -¿Cómo estarías si tu hijo te hubiese amordazado, atado de pies y  manos, y luego se tirase a un rio encadenado a una tremenda piedra? Todo para  mantenerse saludable. 

 -¡No pude! 

 -¡No puedo! 

Toda mi gente querida está en peligro, pero no lo ha podido ver. 

La Farmacéutica se ha hecho rica gracias a dos teorías aún no comprobadas: la  Teoría de virus patógenos y la Teoría de contagio. Con su riqueza paga lo que sea  necesario para mantener este negocio, el que fue creado por eugenistas a  principio del siglo XX. Ahora ellos también cuentan con el conocimiento para  modificar el clima y así poder tomar el control total de la granja humana.  -¡SI LES PERMITIMOS!

María Isabel Silva Délano
Fonoaudiólogo U.CH. Diplomado en TEL U.CH. 2010 y en Neuropsicología Infantil P.U.C. 2011 Miembro de Comunidades Inclusivas https://www.comunidadesinclusivas.org @coicoifonoaudiologia Facebook: coi-coi fonoaudiología https://www.pinterest.cl/misabelfono/coi-coi-fonoaudiolog%C3%ADa/
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2 COMENTARIOS

  1. Un Testimonio y una Actitud ejemplares útiles a esta Causa…

    «Obviamente no podemos hacer un buen diagnóstico sin tener en cuenta el veneno inyectado…»

    Compartamos y muchas Gracias.

  2. Uno de los miles de testimonios.Por algún motivo inexplicable,muchos familiares se han vuelto a inocular,a pesar de las pruebas,de las evidencias,de los fallecidos…de haber estado varias veces en la UCI.Unos por lo que dicen la TV y otros por lo que dicen por la radio.

    Este testimonio de esta enfermera es muy completo,por qué también habla sobre la radiación de antenas 5G y sobre los mecanismos de geoingenieria de manipulación del clima.

    Creéis que fue normal lo del incendio del edificio de Valencia?,o que durante las fallas hiciese un calor estival?…hemos visto como esos diez aviones fumigaban día si día no…como han enfermado las mascotas por intoxicación,incluso han muerto gatos para que las fiestas sean rentables para la ciudad.En Valencia se han batido records de aglomeraciones de gente,1 hora para recorrer 10 metros…y record de toneladas de basuras…por no hablar de la cantidad increíble de falleras que hicieron que la ofrenda durase hasta muy tarde von las falleras infantiles llorando de cansancio…y de abuso.La última mascletada fue un triple terremoto que nublo media ciudad.Se prevé más gente para el próximo año.

    Tras las dosis de estelas quinicas,el clima cambia a ruptamente,de frío intenso a calor intenso y viceversa…y justo en la época de Semana Santa…llueve a raudales…mientras que en la Feria de abril habrá de nuevo clima veraniego…casualidad?…y mucho consumo de prostitución y de cocaína.

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