El pasado mes de septiembre tuvimos conocimiento de que el actor y productor de la famosa película ‘Sound of Freedom’ se registraba como aspirante a candidato independiente a la presidencia de México, cuyas elecciones tendrán lugar en junio de 2024.
Para lograr su propósito, el postulante a presidente de la República mexicana necesita conseguir un millón de firmas, antes del 6 de enero, que avalen su registro. Para ello, Verástegui, al que los medios oficialistas le tachan de ultraderechista, ultraconservador y ultracatólico, está recorriendo todos los rincones de su país para reunir los apoyos necesarios que le lleven a poder optar a la candidatura y disputarse con otros candidatos el sillón que dejará libre el actual presidente Manuel López Obrador, líder del partido de extrema izquierda ‘Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)’, tras seis años de gobierno.
El actor mexicano va compartiendo con sus seguidores en las redes sociales cada viaje que realiza, con quién se reúne, los logros que va obteniendo, así como las peticiones de apoyo que hace a los ciudadanos de su país para que, con su firma, pueda figurar en la boleta 2024. «Una firma que no implica un compromiso de voto, pero sí nos brinda la oportunidad de presentarles nuestra propuesta, mi proyecto de nación y mi plan de trabajo. Al obtener un millón de firmas, podré ofrecer a México una alternativa más para elegir, promoviendo así una verdadera democracia, con una candidatura independiente ciudadana.» Aseguraba.
A su vez, Verástegui va publicando algunas de las propuestas y decisiones que tomará en caso de que logre ser Presidente. La última no ha podido ser más contundente y con la que no podemos estar más de acuerdo. Esto es lo que ha publicado hace unas horas:
«Que quede muy claro. Si me dan la oportunidad de ser Presidente de México, no voy a permitir que todo el abecedario LGTB y más siga contaminando nuestra nación. No quiero niños mexicanos sexualizados y adoctrinados en las escuelas con libros que promueven la ideología de género. Ni propaganda en los espacios públicos, ni adopciones que priven a los niños de tener un papá y una mamá. No existe el derecho a adoptar, existe el derecho de los niños a ser adoptados.
Todos los mexicanos tendrán las mismas oportunidades, sin privilegios. Y no habrá hombres usurpando el lugar de las mujeres en competencias deportivas, reduciéndolas a meros espectadores de los triunfos de atletas con ventaja física. En México tenemos una bandera hermosa y esa es la única bandera que nos representa y ahí cabemos todos. No vamos a permitir que grupos de una minoría ruidosa vengan a definir las políticas públicas que afectan a la gran mayoría de nuestra nación.
Se escucha ya el rugir del león.
¡Viva la familia!»