Estamos hablando de un caso real de esta semana, aunque parece sacado de una película surrealista, pero lo curioso aquí no es la plaga en sí, sino la actitud de tipo. Un señor al que le parece perfectamente normal con vivir con estos roedores, que según el testimonio de su último inquilino eran gatos disfrazados. Y es un caso atestiguado por el propio redactor de este artículo, Miguel de Cervera, que viví esta situación muy de cerca y que ahora os lo cuento para que os podáis llevar también las manos a la cabeza. ¿A tatno llega el lleno total vacacional para pensar que alguien es capaz de alquilar una casa con plaga de ratas en Cantabria?
Lo que no me podía imaginar era que iban a aparecer por allí cinco ratas como gatos disfrazados
¿Sabes lo que es la sensación de despertarte oyendo unos ruidos de animal rarísimos por todas partes? Pero al tener este hombre un criadero de pajaritos por toda la casa, la verdad, con periquitos y agapornis por todos lados, pensé que a lo mejor ese día los pájaros estaban más nerviosos de lo normal y por eso piaban más fuerte. Lo que no me podía imaginar era que iban a aparecer por allí cinco ratas como gatos disfrazados. ¡Menudo susto! La verdad es que pegué un bote en la cama tremendo y tuve que levantarme a toda velocidad para abrir a las ratas y que salieran de allí. ¿Te lo imaginas?
Lógicamente, le pedí al casero que me devolviera el dinero inmediatamente
Y el perro de la casa, que por cierto tenía algún tipo de enfermedad en la piel o sarna, y que había intentado antes entrar en mi cuarto, tal vez buscando compañía, salió pitando como alma que lleva el diablo cuando escuchó a las ratas. Lógicamente, le pedí al casero que me devolviera el dinero inmediatamente, cosa que hizo, pero no antes de enseñarme otra habitación en el piso superior donde él decía que no había problema. Pero, ¿cómo voy a vivir en una casa donde hay una plaga? Por el otro lado, te asomabas desde arriba y veías el criadero de pájaros ahí mismo, con más mierda acumulada que el palo de un gallinero. Y todavía va el hombre y me dice que no tenga miedo a las ratas, que no es para tanto y que, si así fuera, se habrían comido ya algún periquito.
Lo más curioso del caso es que el tipo que alquilaba la habitación conocía perfectamente la existencia de este problema y no advirtió al inquilino en ningún momento de lo que se podría encontrar. ¿Buscaba la emoción extra de la sorpresa? ¿Se trataba de un escape room con plaga adentro? De forma increíble, este señor se molestó cuando el inquilino no quiso volver más y ni siquiera le dijo nada cuando encontró otro sitio donde vivir. ¿De verdad se merecía semejante cortesía o podía esperarla cuando le has hecho esa faena a un pobre hombre que se ha llevado el susto de su vida?
Sorprende mucho que de verdad pensara que podía volver a una casa con semejante Jurassic Park montado en mi propia habitación
No sé qué quería que hiciera. Sorprende mucho que de verdad pensara que podía volver a una casa con semejante Jurassic Park montado en mi propia habitación. Y todavía tenía las narices de decirme que había cerrado los agujeros por los que habían entrado los bichos, pero es que no entiende que lo que hay que hacer es matar a las ratas y no sólo taparlas los accesos. Increíble.
Como si esto no fuera suficiente, resulta que al casero de las ratas todavía se le ocurre decirle al inquilino que no vuelva más, que ya no es bien recibido, después de que el otro ya le había dicho que había encontrado donde quedarse y que le dejara en paz.
Llega a meterse de verdad una chica en esa habitación y cuando aparecen las ratas se queda ahí petrificada
Hace falta estar loco para pensar de verdad que nadie en su sano juicio se puede plantear vivir en semejante pocilga. Y todavía me decía, antes de haberme decidido y haberle pagado el mes por adelantado y la fianza, que había una chica en espera de confirmarle la habitación y que me diera prisa para decidir. ¡Madre mía! Llega a meterse de verdad una chica en esa habitación y cuando aparecen las ratas se queda ahí petrificada. Es que es increíble. Y todavía decía que no era para tanto lo de las ratas, ya que de lo contrario se hubieran comido algún periquito
Las plagas de ratas en Cantabria son bastante comunes, incluso en Santander o Castro Urdiales
Las plagas de ratas en Cantabria son bastante comunes, incluso en Santander o Castro Urdiales, que son ciudades turísticas con bastantes medios a su disposición, pero escasa voluntad política de tomar el toro por los cuernos en cuanto a lidiar con los verdaderos problemas se refiere.
Como nota curiosa, este señor manifestaba su desacuerdo con la Ley de Bienestar Animal (¿se llama así esta componenda?), pero creo que no le hace falta preocuparse: cualquier ecologeta estaría encantado de contemplar el sano tamaño de sus roedores domésticos y de saber que ningún periquito ha sido engullido de momento, menos mal, aunque lo del perro con sarna es un tema aparte que merecería la pena comprobar.
