Si hay algo que tenemos que tener claro los españoles es que España se ha convertido en un país impresentable de principio a fin. Y no lo decimos por ponernos en plan Quijote, lo decimos porque esa será la única forma en el que el país pueda remontar algún día: en el momento que nos demos cuenta que la cosa va cada vez peor.
Las pruebas que demuestran una afirmación tan dura son incontables. Farsemia, inoculaciones asesinas, fumigaciones, saqueo impositivo, destrucción de la economía enb general y del sector primario en particular, incendios provocados por los agendistas, traspaso de nuestra soberanía incluso a Marruecos y todo eso, y mucho más, de la mano de un tipo impresentable como Pedro Sánchez y su gobierno.
Ahora, después del megapucherazo, tienen que pactar hasta con el diablo, que es quien les ha puesto ahí, para formar gobierno. ¿Y creen ustedes que tienen problema alguno para hacerlo incluso con prófugos delincuentes golpistas, como Puigdemont? Ninguno. El delincuente solo es usted, negacionista de la farsemia, de las inoculaciones y del cambio climático.
El delincuente es solo aquel español honrado que, harto de todo esto alza la voz y empieza a gritar a los cuatro vientos: ¿Qué narices pasa aquí? ¿Hasta cuando, cobarñoles?
Vaya par de hijos de puta!!!