De los gobiernos que hemos sufrido en España a lo largo de la mal llamada democracia se pueden decir muchas cosas, pero no tantas como del gobierno presidido por ese grandísimo e incalificable personaje llamado Pedro Sánchez.
Cada día tenemos más claro que, los que le colocaron donde está, lo hicieron porque eran conscientes de que el tipo no iba a tener problema alguno en cumplir con sus órdenes que eran, tal y como estamos comprobando, la destrucción absoluta de nuestra nación. Quien todavía necesite más pruebas de lo que estamos diciendo, que se lo haga mirar.
Y el tipo, como lo tiene todo controlado en esta dictadura encubierta, sigue cumpliendo con su agenda y cometiendo todo tipo de aberraciones. Vean, por ejemplo, esto que publica ABC: «El precio del aceite de oliva se disparará aún más en 2024 y el Gobierno incentiva su cultivo masivo en Marruecos. Asaja denuncia que el Ejecutivo aporta 115 millones para plantar 600.000 árboles en el país vecino mientras aquí la inflación no beneficia al agricultor, sólo a la distribución».
¿Qué les parece? Impresionante, ¿verdad? Pero ojo, no se vayan a despistar, nada más impresionante y escandaloso que el beso de Rubiales. Todo lo demás son tonterías, ¿a que sí?
No lo colocaron los votos donde está sino los globalistas que mandan en INDRA, y en los líderes de los partidos parlamentarios, mediáticos y judiciales. Tras el 23J tampoco se sumaron los votos públicamente en los escrutinios generales (que es la única forma legal de conocer el resultado de las elecciones en España)