Con todo lo que ha pasado en estos años de Sanchismo. Con todo lo que hemos tenido que padecer todos los españoles por su culpa, ahora nos viene el artífice de todo lo sucedido, el culpable de todo lo que ha pasado, ha contarnos milongas de mal pagador.
Resulta que Sánchez, que ha aparecido en el programa de Évole para que le soben el lomo, nos cuenta lo mucho que ha sufrido su mujer a lo largo de esta legislatura por los ataques recibidos.
Vamos, que la misma a la que ha colocado en empresas, solo por ser su mujer, cuyo padre fue tratado como un marqués en el hospital a lo largo de la farsemia, o pasó su confinamiento en Doñana con la familia, ha sufrido mucho porque se le ha acusado de ser un «transexual», en palabras del propio Sánchez.
Y nos cuenta la batallita con esa pose de cordero degollado a la que nos tiene tan acostumbrados el propio Sánchez, como si el tipo no hubiera roto nunca un plato.
Menos mal que siempre están los personajes tipo Évole para salir al paso cuando el sátrapa necesita publicidad que, de lo contrario, no sabríamos que podría haber sido de ellos.