viernes, noviembre 22, 2024
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Salvador Illa en el punto de mira

Hace ya dos años y medio que recibí el informe del Ministerio de Sanidad en el que reconoce no tener pruebas científicas de la existencia del presunto virus sars-cov-2. Ahora que sabemos que, aparte de ser un experimento de control social, fue fuente de lucro para legiones de canallas, se me ha ocurrido ampliar los horizontes del juez que lo instruye, D. Ismael Moreno Chamarro, del Juzgado Central de Instrucción nº 2, mandándole copia de ese inefable documento, que implica al entonces Ministro de Sanidad, Salvador Illa, y al gobierno en pleno.

Ya está hecho. Les reproduzco a continuación el escrito que le he mandado, esperando que guste e ilustre por igual al juez y a los lectores.

Ahora la pelota está en el tejado del juez. Dios le dé fuerza y claridad.

Ruego anticipadas disculpas por la extensión del artículo.

AL JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCIÓN Nº 2

Galo Dabouza (datos personales), comparezco y expongo

Que por diversos medios de comunicación se informa de que se siguen en ese Juzgado diligencias contra diversas autoridades, por delitos presuntamente cometidos en la compra de ingentes cantidades de mascarillas, supuestamente para hacer frente a la pandemia causada –también “supuestamente”, por lo que explicaré- por el virus sars-cov-2.

Que adjunto un documento que desmiente que haya sido ese supuesto virus el causante de ninguna pandemia, de donde se deduce que ninguna mascarilla protegió nunca de ese virus. En suma, que la estafa es mucho mayor de lo que parece inicialmente.

La historia es un poco larga, y gustoso me personaría en Madrid para explicársela personalmente con todo lujo de detalles, pero de momento le resumo lo esencial y creo que más urgente.

Cuando a principios de 2020 los medios de comunicación nos inundaron de datos estremecedores sobre una supuesta enfermedad muy mortífera iniciada en la ciudad china de Wuhan, varios científicos no apesebrados empezaron a investigar. Uno de ellos es el famoso virólogo alemán Stefan Lanka. Famoso por haber aislado varios virus y por haber desmentido judicialmente la existencia del virus del SIDA, en el que se conoce como “juicio de Gottingen”.

https://es.wikipedia.org/wiki/Stefan_Lanka

http://free-news.org/desida02.htm

Stefan Lanka escribió en ese periodo varios artículos en la revista Discovery Salud, en los que desmentía científicamente los informes de laboratorios chinos que decían haber aislado el sars-cov-2. Según Stefan Lanka no habían aislado absolutamente nada, y era todo un fraude tan burdo como monumental.

Cuando nuestro gobierno nos impuso las draconianas, ilegales, inconstitucionales e irracionales medidas en marzo de 2020, y convencido de que todo era un monumental fraude, una de mis primeras medidas fue consultar al Ministerio de Sanidad, en base a la ley de Transparencia, para que me aportase los informes científicos de que dispusiera, que demostrasen el aislamiento y cultivo del virus sars-cov-2. El aislamiento y cultivo son los pasos necesarios para poder afirmar, con la ciencia en la mano, que un determinado agente patógeno es el causante de una enfermedad, aplicando los postulados de koch, en cuatro pasos: 

  1. El agente patógeno debe encontrarse en los individuos enfermos, y no aparecer en los sanos.
  2. Ese agente debe ser cultivado en un medio axénico (limpio de otros microorganismos).
  3. Ese cultivo, inoculado a un individuo sano debe causarle la enfermedad.
  4. El mismo agente de ser encontrado en los tejidos del nuevo individuo enfermo.

https://es.wikipedia.org/wiki/Postulados_de_Koch

Como se ve, puro sentido común, sinónimo de ciencia. Afirmar que un agente patógeno es el causante de una enfermedad sin que se cumplan estos cuatro pasos es puro dogma, contrario a la ciencia. Sin embargo la historia registra infinidad de dogmas sostenidos mucho tiempo bajo la apariencia de ciencia, como que el escorbuto era una enfermedad contagiosa, porque afectaba a grupos humanos.

Por eso mi pregunta iba enfocada en el sentido de que se me acreditase el aislamiento y cultivo del sars-cov-2.

Pues bien, formulada la pregunta alrededor de abril de 2020, sospechosamente no se me respondió. Volví a repetir la pregunta otras tres veces más, y por fin a la cuarta, en el verano de 2021, recibí respuesta. Con fecha 8 de septiembre de 2021 la entonces Directora General de Salud Pública, Dª Pilar Aparicio Azcárraga, me responde en el sentido literal siguiente:

El Ministerio de Sanidad no dispone de cultivo de sars-cov-2 para ensayos, y no tiene un registro de los laboratorios con capacidad de cultivo y aislamiento para ensayos”.

https://www.eldiestro.es/wp-content/uploads/2021/09/RESPUESTA-MINISTERIO-DE-SANIDAD.pdf

A buen entendedor, pocas palabras bastan.

Cualquier médico o biólogo cuyo sueldo (o ego) no dependa de sostener la farsa, sabe que esto significa que no hay pruebas científicas de la existencia de ese virus, y menos aún, de que sea el causante de ninguna enfermedad.

Sin embargo la farsa va mucho más allá. Leyendo a principios del año 2023 

La Sentencia del Tribunal Constitucional 148/2021 (BOE de 31 de julio de 2021), encuentro en su antecedente 5.b.pfo.2º (pag. BOE 93.569), un párrafo que dice literalmente «cada una de las medidas contempladas en los reales decretos tiene por objeto evitar la extensión y contagio de la enfermedad, lo que se acredita mediante el informe que se acompaña, emitido por la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación, del Ministerio de Sanidad, donde se incluyen los criterios científicos sobre los que se han asentado las medidas adoptadas, tanto la declaración de estado de alarma como las medidas de confinamiento, que han sido imprescindibles para evitar la propagación de la enfermedad y el

garantizar el correcto funcionamiento del sistema sanitario nacional

En el colmo de la paradoja y la contradicción, la Dirección General de Salud Pública, a cargo de Doña Pilar Aparicio Azacárraga, elabora dos informes. En uno avala científicamente todas las medidas adoptadas para protegernos de un virus, y en otro admite carecer de pruebas científicas de la existencia de ese virus. Con tal contradicción, uno de ellos debe ser forzosamente falso. Y si la Directora General de Salud Pública tenía esa información, es imposible que el entonces ministro D. Salvador Illa, no la tuviera. Sería buena idea preguntarle.

Para quien llega por primera vez al conocimiento de esta verdad rotunda e innegable, pero escandalosa, la pregunta que le surge es ¿y entonces de qué murió tanta gente?

La respuesta es muy sencilla, pero increíble, si uno se ha dejado intoxicar por la obscena y descomunal propaganda desplegada.

La respuesta la dan varios médicos, que hicieron autopsias durante la “pandemia” (porque en España se hicieron muchas, a pesar de lo que nos dijeron los medios de desinformación) y no consiguieron encontrar ningún virus nuevo. Uno de ellos es el médico forense D. Manuel Jesús Rodríguez Rodríguez.

Más aún, D. Manuel Jesús sabe exactamente lo que mató a tantísima gente, que no tiene nada que ver con ningún virus. Se trató de un asesinato en masa premeditado.

Mi perspectiva del asunto, que coincide con la de D. Manuel Jesús, es la siguiente: No fue una mortalidad extraordinaria la que obligó a tomar medidas extraordinarias. Fueron esas medidas extraordinarias las que produjeron la mortalidad extraordinaria.

Un dato. El 14 de marzo de 2020 había contabilizadas en España con la falsa etiqueta “muertos covid” menos de 300 personas.

https://es.statista.com/estadisticas/1104277/fallecidos-a-causa-de-covid-19-por-dia-espana/

El invierno de 2018 murieron en España unas 15.000 personas de gripe, los hospitales se colapsaron con 52.000 pacientes y enfermaron alrededor de 800.000 personas. Pero nadie se despeinó. O fue irracional lo que -no- se hizo en 2018 o fue irracional lo que se hizo en 2020. 

https://www.redaccionmedica.com/secciones/sanidad-hoy/gripe-en-espana-casi-800-000-casos-52-000-ingresados-y-15-000-muertos-5427

Según D. Manuel Jesús fueron los protocolos médicos aplicados a los “enfermos covid” los que los mataron. Y no fue un efecto indeseable o casual. Y recuérdese que, con las subvenciones otorgadas para tratar los “enfermos covid”, cada uno de ellos es un negocio formidable.

Queda la duda de cuál sería la causa de aquella neumonía bilateral atípica que asustó a los médicos en la primavera de 2020. Pues bien, las neumonías habituales, producidas por microorganismos, son en más de un 90% unilaterales. Es decir, el microorganismo “anida” en un solo pulmón. Las neumonías producidas por agentes físicos (radiaciones) o químicos (gases tóxicos) son SIEMPRE BILATERALES, porque ese agente ataca simultáneamente los dos pulmones.

Mi teoría ya la plasmé en el artículo “Arma binaria para una pl@ndemia”, publicado en el diario digital El Diestro el 5 de enero de 2022.
https://www.eldiestro.es/2022/01/arma-binaria-para-una-plndemia/

En suma, y resumiendo, que muy probablemente, si no con absoluta seguridad, el fraude “presuntamente” cometido en la compra de mascarillas “para protegernos del sars-cov-2” viene precedido de otro infinitamente mayor, del que ese es sólo subsidiario. La premisa mayor también es falsa.

Y por hoy prefiero no entrar en el espinoso asunto de las mal llamadas “vacunas”.

Por lo expuesto SOLICITO se tengan por realizadas las anteriores manifestaciones, por aportado el documento anexo, se investiguen los posibles delitos cometidos con ocasión de la falsa pandemia del coronavirus y se me tenga por perjudicado y parte.

Lugar y fecha.

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4 COMENTARIOS

  1. A Illa, Darias, Simón y todos y cada uno de los consejeros y organismos de Sanidad de las taifas, el siniestro IS Carlos III y todo aquel que tuviese responsabilidad pagada, hay que seguir sometiéndolos a acoso y derribo. No se puede enterrar este monstruoso capítulo.

    Del aprieto del virus aislado suelen salir camelando al personal profano con sus rollos de transcripciones inversas y demás, aunque siempre sin explicar que eso que transcriben es lo que China/Fauci entregaron en primer lugar (datos digitales, no físicos) es decir, «ciencia» desplegada a partir de un acto de fe crédula. La anticiencia.

    A Sanidad hay que exigirle que demuestre en qué se basó para definir el «contagio». Qué pruebas, ensayos o estudios realizaron para determinar la tasa de «contagio» de ese «algo» con desarrollo de enfermedad y gravedad del síndrome; con personas, no con ‘tests’. Éramos miles los voluntarios para ‘lamer barandillas’ desde el primer día.

    La respuesta es que no tienen ni lo uno (virus) ni lo otro (tasa de contagio con resultado de enfermedad y muertes reales). Ejecutaron órdenes de alcance catastrófico a todos los niveles con CERO evidencias. Eso sí, la palabra «evidencia» no se la quitaban de la boca.

  2. El Filosofo, no es más que un mocoso al que pusieron de ministro de sanidad para llevar a cabo lo de la falsa pandemia, como nuestra salud nunca les importó a estos sinvergüenzas, ponían de ministro de sanidad a uno cualquiera aunque no tuviese ni puta idea de salud ni de nada solo de robar a mano armada ya que todo lo que hicieron a cuenta del cuento chino le ha llenado sus bolsillos mientras arruinaron a todo vecino al que no dejaron trabajar porque había un bicho volador que nos podía matar, no con los protocolos de la OMS que le reventaba a los que le ponían el respirador los pulmones y los ancianos encerrados en sus habitaciones de las residencias sin nadie que los atendiera, mucho tenían que pagar todos estos desgraciados que nos han encerrado en nuestra casa para destruirnos y hundirnos la vida, solo espero que algún día haya justicia y esta inmundicia paguen por todo el daño que han hecho y siguen haciendo a la humanidad, están llenos de maldad y sirven a su amo Satanás.

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