Un grupo de payasos vascos ha protagonizado un penoso vídeo musical en la que aparecen acompañados de niños para pedir la excarcelación de presos etarras. La campaña ha sido criticada por algunos sectores políticos y sociales provocado la indignación asociaciones como Covite (Colectivo de víctimas de terrorismo en el País Vasco), que ha denunciado el uso de los niños “para pedir impunidad” para los presos de la banda terrorista ETA. A su vez, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha pedido al defensor del pueblo vasco que paralice dicha campaña.
El polémico vídeo musical, que lleva por título ‘Presos a casa, sí’, lo protagonizan tres individuos, conocidos payasos en País Vasco y Navarra a los que muchos niños consideran sus ídolos (pobres niños…). Los tres indeseables aparecen, junto a niños pequeños, cantando un tema donde piden la excarcelación de los 130 presos terroristas de la banda criminal ETA. Al final del vídeo se puede comprobar que se trata de una campaña promovida por una asociación de apoyo a los presos etarras conocida como ‘Movimiento Sare’.
Los tres tipejos, que son conocidos por los pequeños con los nombres artísticos de Pirritx, Porrotx y Marimotots, siendo sus nombres reales Aiora Zulaika, Joxe Mari Agirretxe y Mertxe Rodríguez, han sido concejales del partido ilegalizado Euskal Herritarok en la localidad guipuzcoana de Lasarte.
La utilización de niños para reivindicar la salida de la cárcel de presos terroristas no puede ser un acto más deleznable, despreciando a miles de víctimas que fueron asesinadas o gravemente heridas por esos criminales. Menuda basura de despojos humanos disfrazados de payasos.
Conviene recordar un comentario que realizó Jordi Évole en 2015 con motivo del desfile del día de la Fiesta Nacional del 12 de octubre, cuando se colocó una pequeña bandera de España en un canal infantil de televisión española. Dijo: «¿Quién fue el lumbreras que decidió poner una bandera en el canal público infantil? Dejen a los niños en paz.
Con toda seguridad que, en esta ocasión, este individuo no dirá ni pío.
¡Que horror!!!
Si, que unos payasos vayan inyectando venenos por algo que no existe niños incluidos.