El 30 de octubre de 1938, un evento sin precedentes sacudió a Estados Unidos y dejó una huella imborrable en la historia de la radio y la cultura popular. Esa noche, Orson Welles y su compañía teatral Mercury Theatre on the Air transmitieron una adaptación radiofónica de «La guerra de los mundos», la famosa novela de ciencia ficción de H.G. Wells. Lo que estaba destinado a ser una simple dramatización se convirtió en una de las hazañas más notorias y controvertidas de la radiodifusión en Estados Unidos.
El programa comenzó como una serie de noticias ficticias, con informes de supuestas erupciones en Marte. La narrativa se desarrolló como una serie de informes intercalados con música y escenas dramáticas. La presentación convincente y realista de Welles, junto con los efectos de sonido de alta calidad, llevaron a muchos oyentes a creer que una invasión alienígena estaba teniendo lugar en su país.
A medida que la noche avanzaba, el pánico se apoderó de varias ciudades del país. Las líneas telefónicas se saturaron con llamadas de personas asustadas, muchas de las cuales abandonaron sus hogares en busca de refugio. Hubo informes de accidentes automovilísticos y escenas de caos generalizado en algunas áreas. La magnitud del pánico fue tal que llevó a una reevaluación de la regulación y supervisión de las emisiones de radio.
La controversia que siguió a la transmisión de «La guerra de los mundos» fue significativa. Algunos críticos acusaron a Welles y su compañía de haber causado deliberadamente pánico, mientras que otros argumentaron que el pánico fue exagerado por la prensa sensacionalista. En última instancia, este episodio subrayó el poder de los medios de comunicación y la influencia de la radio en particular.
El incidente también llevó a cambios en la forma en que se supervisaba la radio y a regulaciones más estrictas para evitar la divulgación de información falsa en futuras emisiones. En resumen, el 30 de octubre de 1938 fue un recordatorio de la influencia de los medios de comunicación en la percepción pública y la importancia de la veracidad en la presentación de información, incluso en el ámbito del entretenimiento. La adaptación de Orson Welles de «La guerra de los mundos» sigue siendo un ejemplo emblemático de la relación entre los medios de comunicación y el poder de la imaginación.
Como se habrán dado cuenta, ya está todo inventado. Llevamos décadas sufriendo la manipulación que los medios de comunicación ejercen sobre nosotros. Siempre ha sido así, pero los tres últimos años todos lo hemos podido comprobar de una forma más evidente. El suceso de Orson Welles histórico por la gran conmoción que supuso en su momento, pero, ¿y lo de ahora? Lo de ahora, es probable que sea histórico en unos años. De momento, pocas son las personas que se dan cuenta de ello.