Hermana, yo sí te creo, salvo que acuses, claro, a los (infinitamente farisaicos) «buenos». El artificioso pifostio, pues, montado por el piquito de Rubiales ( y lo que te rondaré, ahora con las purgas, de las repulsivas niñatas, de corte estalinista), delirante mixtura entre psy-op y cortina de humo en nuestra despótica coñocracia o charocracia, tiranía femimierdista, pues, de nombre Bozalistán. Pero cuando son ellas las depredadoras sexuales( siguiendo su delirante ley, Mercedes Milá, insuperable violadora), mutismo completo. Ni te cuento si las manadas son de plurales colorines. Si ellas acosan telefónicamente, quia. Cuando ellos matan, fanfarria. Si ellas dan matarile, nada de nada. O, más banal, si Víctor Mollejo el paquetón ( porque te sale de los huevos, por ejemplo), la inquisición violeta contra ti. Si enseñas o te manoseas el tetamen en público, pues eso, afasia total. O si te burlas de los peluqueros de Trump y Johnson, a descojonarse toca. Pero si osas referirte a las putas e infinitas pelus de La Yoli, ostracismo.
Doble, triple, cuádruple…vara de medir
El líder espiritual, la ex-coleta alfa, Pablo Iglesias y sus «miradas lujuriosas». O los «voy al baño a refrescarme, te espero ahí”. Y eso sin olvidar el episodio de los azotes a Mariló Montero –»la azotaría hasta sangrar» dijo sobre la presentadora– que incluso le llevó a tener que declarar ante el juez, al que dijo que era «un chiste». O la grotesca jota de Echeminga con una letra –»chúpame la minga, Dominga, que lleva sustancia»– digna de ser recordada ( y no pagar la Seguridad Social a su empleada de hogar). O el pertinaz y asaz «tocón», el sin par y muy rijoso Juan Carlos Monedero Fernández-Gala.Y el turbador asunto del podemonguer Pablo Soto y de tantos otros que se hallan en el lado “correcto” de la Historia. Por ejemplo, el Tito Berni ( mientras en la piara de la Carrera de San Jerónimo solicitaba, campanudo él, la prohibición del putiferio). O los farloperos puteros sociatas del Don Angelo con la pasta saqueada a los andaluces ( y memento La Roldana, jefaza de los pikolerdos, la Historia repitiéndose pues en forma de farsa). Y los paraguazos de Txusito Eguiguren, el amigacho de Otegui, Arnaldo. ¿ Y Mónica Oltra? O el candidato de Sumar en Sevilla, Francisco Sierra, que no miró en ningún momento en un debate electoral a la voxera Rocío de Meer. O lo postrer sabido. Joan Baldoví y su «de qué te ríes». “Pues de lo machirulo que eres, so payaso”, pudo contestar Ana Vega, parlamentaria de Vox ( Esponja) en el parlamento valenciano. ¿ Y, por cierto, a qué nos les suena apenas, tan reciente el asunto, el diputado del PSOE en la Asamblea madrileña, Javier Guardiola?
No son hipócritas; son embusteros y manipuladores. Eso se traduce en hipocresía, claro, pero el fondo de la cuestión es que son mentirosos, viven de mentir y de atacar con cualquier cosa que tengan a mano, y de hacerse la víctima hiperventilada con todo, para salirse con la suya. De ahí sus «incoherencias» y «contradicciones», que no son otra cosa que los resultados inevitables de sus mentiras.
Y hay que dejar de jugar con sus reglas y su lenguaje corrompido, y llamarlos mentirosos y manipuladores marrulleros cada vez que surja la ocasión. Ya llegarán tiempos mejores con una sociedad educada y amable, pero no será sin haberle parado antes los pies a toda esta… gente.
No estarían ahí si no los protegieran ni fueran títeres de los satanistas dueños de los fondos buitre. Son tan tontos que muchos aún no se han enterado de que han sido funcionalizados al servicio de los dueños del gran capital