En el Instituto de Educación Secundaria (IES) Leonardo Torres Quevedo de Santander se ha producido un gravísimo caso de acoso escolar que tiene como víctima a un menor con parálisis cerebral. Las imágenes desgarradoras que circulan en redes sociales muestran a varios alumnos increpando y agrediendo físicamente a este estudiante, quien, debido a su discapacidad motora, se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad. Los energúmenos encerraron en una clase a su compañero con parálisis cerebral, le golpearon, grabaron todo con un móvil y subieron el vídeo a las redes.
El vídeo, que se ha viralizado rápidamente, ha puesto en evidencia una realidad que muchos preferirían ignorar: el bullying sigue siendo un problema persistente en los entornos escolares. Según información que ha trascendido a través de plataformas como ForoCoches, los hechos habrían ocurrido hace varias semanas. Los malnacidos, identificados por algunos como Izan, Diego y Ángel, habrían sido sancionados por el instituto con una medida que no puede ser más ridícula: una suspensión de apenas cinco días. A día de hoy, víctima y agresores continúan compartiendo el mismo espacio educativo, una situación que ha desatado una ola de críticas hacia la gestión del centro.
Como bien ha denunciado la Asociación contra la violencia en la escuela ‘Trencats’: «¿Dónde estaban los adultos responsables del centro cuando ocurrió la agresión?, ¿quién se cree que lo que vimos ayer en ese vídeo no es una más de las agresiones y hostigamiento que ha sufrido este menor especialmente vulnerable en este colegio?,¿por qué se va a permitir que la víctima tenga que convivir con sus agresores de aquí a cinco días?, ¿por qué no hay disculpas de los padres de los agresores?, ¿para qué van a servir esos cinco días de expulsión de los agresores?, ¿lo van a tapar todo con un par de charlitas sobre el tema?»
Que los implicados en un acto tan grave puedan regresar al aula tras una sanción tan breve plantea serias dudas sobre la efectividad de los protocolos contra el acoso escolar. Para la víctima, esta convivencia forzada no solo perpetúa el trauma, sino que envía un mensaje de impunidad a quienes cometen este tipo de actos. La madre del menor afectado, según se ha hecho eco en diversos medios, ha expresado su frustración y dolor al ver que no se han tomado medidas más contundentes para proteger a su hijo.
Ante esta situación, la comunidad digital ha decidido actuar. En ForoCoches, uno de los foros más populares de España, se ha iniciado una recogida de firmas con un objetivo claro: exigir la expulsión permanente de los agresores del instituto. Los organizadores han establecido un plazo de siete días para reunir el mayor número posible de apoyos y presentar la petición formalmente al centro educativo. Esta iniciativa refleja el hartazgo de una sociedad que demanda justicia y medidas ejemplares para erradicar el acoso escolar, especialmente cuando las víctimas son personas en situación de indefensión.
El caso de este instituto no es solo una noticia aislada; es un recordatorio de los retos pendientes en la lucha contra el acoso escolar. La discapacidad del menor agredido agrava aún más la gravedad de los hechos, poniendo de manifiesto la necesidad de políticas educativas que prioricen la protección de los más vulnerables. Mientras las firmas se acumulan y la presión social crece, queda por ver si las autoridades educativas responderán con la firmeza que la situación requiere o si, una vez más, el peso de la burocracia y la tibieza institucional dejarán desamparada a una víctima que merece mucho más que cinco días de castigo para sus agresores.
Este lamentable episodio ha encendido un debate urgente: ¿hasta cuándo se tolerarán estas agresiones bajo el pretexto de que «son cosas de niños»? La respuesta, al menos para quienes apoyan la causa en ForoCoches, es clara: la tolerancia debe acabar ya.
Este es el vídeo, pero advertimos que las imágenes son muy fuertes y les van a indignar como nos ha pasado a nosotros. Oigan lo que dice la patética periodista al final del vídeo porque les va a indignar más todavía:
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Los cobardes siempre van a por quien no se puede defender, lo que hicieron a este niño además del colegio también es culpa de los padres de los agresores ya que no le han enseñado a respetar a los demás, es muy triste que esto aún siga sucediendo y que nadie haga nada.
Si hubiese sido negrito o morito la charocracia y la ganadería ‘antifa’ habrían montado un BLM.
Cuando mis hijos iban al cole ya me miraban raro las otras madres borregas cuando reflexionaba en voz alta que por qué se armaba la de Dios porque una cría de ¡5! años llamase negra a otra niña, y no se hacía absolutamente nada cuando niños gorditos, o feúchos, o tímidos o con algún rasgo sindrómico eran literalmente sometidos a tortura psicológica diaria.
Los «fachas» tenemos mucha más noción de la sensibilidad, la dignidad y la igualdad esencial de las personas que el grueso de la población.