En dos meses, Donald Trump ha sido blanco de dos intentos de asesinato. El más reciente ocurrió mientras jugaba al golf en uno de sus campos en Florida, cuando el Servicio Secreto detectó un rifle apuntando hacia él a través de una valla. El incidente ocurrió alrededor de las 13:30, hora local, y tras el disparo de los agentes, el atacante escapó en un vehículo, dejando atrás un rifle AK-47 y dos mochilas, una de las cuales contenía una cámara.
Poco después, el sospechoso, identificado como Ryan Wesley Routh, fue arrestado en una autopista cercana. Trump fue rápidamente trasladado a un lugar seguro y, tras más de una hora, emitió un comunicado asegurando que no se rendiría.
Este ataque sigue a otro intento de asesinato ocurrido el 13 de julio en Pensilvania, durante un mitin en el que Trump fue herido en la oreja. A raíz de ese evento, el presidente Joe Biden ordenó reforzar la seguridad de todos los candidatos presidenciales.
Routh, de 58 años, ha residido en Hawaii y trabajado en la construcción en Carolina del Norte, además de mostrar su apoyo a Ucrania en redes sociales. Las autoridades continúan investigando si esto está vinculado con las declaraciones de Trump sobre la reducción de la ayuda a Ucrania en caso de que gane las elecciones. Según los informes policiales, Routh cuenta con un historial de nueve arrestos previos.
En el campo de golf, los agentes del Servicio Secreto descubrieron el arma entre los hoyos 5 y 6, pero no está claro si el atacante llegó a disparar. En respuesta a este incidente, las autoridades locales, el Servicio Secreto y el FBI han iniciado una investigación conjunta.
El anterior intento de asesinato, en Pensilvania, causó una crisis en el Servicio Secreto, que permitió que el atacante subiera a un tejado y disparara a Trump. Aunque el agresor fue abatido, el evento generó tensiones dentro de la agencia, llevando a la renuncia de su directora, Kimberly Cheatle, en julio. Actualmente, el director interino, Ronald Rowe, espera los resultados de la investigación interna antes de tomar nuevas decisiones sobre el personal.
Tras el ataque en Pensilvania, Trump vio un aumento en las encuestas, separándose de Biden. Actualmente, Trump y Kamala Harris, quien reemplazó a Biden como candidata demócrata, se encuentran empatados en los sondeos.
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