Un Juzgado de Granada ha condenado a una mujer, abogada de profesión, a 2 años y 5 meses de prisión por haber cometido un delito continuado de denuncia falsa (9 denuncias) y otros delitos contra su exmarido a quién acusó de abusar sexualmente de la niña que tienen en común.
Además, la madre ha sido condenada a indemnizar con 20.000 euros a su hija por daños morales al haberla forzado a acusar al padre de abuso, así como a indemnizar con otros 20.000 euros al exmarido.
Según recogen diversos medios, la juez subraya que todas las denuncias interpuestas por la mujer contra el padre de la menor provocaron en todos los casos actuaciones procesales que terminaron archivándose al no encontrarse «ningún indicio de veracidad» de los hechos denunciados atendiendo a las conclusiones de todos los informes forenses existentes en la causa.
Se señala también que la niña manifestaba tal sufrimiento, que algunos de los 9 reconocimientos, entrevistas y exámenes ginecológicos a los que fue sometida, no pudieron completarse debido a la fobia que provocaron en la menor hacia el hospital y personal sanitario.
No nos queremos imaginar a esa pobre niña por el calvario que ha tenido que pasar por culpa de su madre, pero lo que ha tenido que aguantar el padre ha debido ser brutal.
En una entrevista concedida al diario El Mundo, Javier A. (padre de la menor) al que increpaban por «pederasta», ha confesado que no se explica cómo todo eso no le ha destruido.
Es incomprensible que haya políticos que sigan negando que existan denuncias falsas.