Dos simpáticos ciudadanos con pocas pintas de ser delincuentes ni folloneros se han visto envueltos en algún tipo de situación porque la Policía Nacional de Santander los ha rodeado, en pleno centro de la ciudad, curiosamente junto a una tienda de artículos de ropa de marca en la cual ya ha habido problemas previamente, con rotura de escaparates y demás.
El reportero que os escribe escuchó decir a uno de estos señores una frase que es para marcar: gracias a Dios estamos limpios.