Este lunes dedicamos un artículo a la posible imputación de la «intocable» hermana de Ana Pardo de Vera, Isabel Pardo de Vera. Pues bien, esta martes ha salido a la luz pública que el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, la ha imputado por presuntos delitos de malversación y tráfico de influencias, relacionados con la contratación irregular de Jéssica Rodríguez, expareja del exministro José Luis Ábalos, en las empresas públicas Ineco y Tragsatec. La recién imputada tendrá que ir a declarar el próximo 29 de mayo.
Según el auto judicial, Pardo de Vera habría tenido una «decisiva participación» en esta contratación «caprichosa», en la que Jéssica cobró sin realizar actividad laboral alguna, un escándalo que pone en evidencia el uso indebido de recursos públicos para favores personales.
Este caso, enmarcado en la trama Koldo, no es un incidente aislado, sino un reflejo de un sistema político donde los enchufes, el clientelismo y el abuso de poder parecen ser la norma más que la excepción. La investigación, impulsada por el magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, apunta a una red de influencias que involucra a figuras clave del PSOE, con Ábalos como epicentro y su exasesor Koldo García como operador. Las comunicaciones entre Pardo de Vera y García, calificadas como «reveladoras» por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, muestran cómo se orquestó este presunto fraude, con Rodríguez recibiendo un sueldo público sin apenas pisar su puesto de trabajo.
¿Cómo cubrirá el diario ‘Público’ la Noticia de la imputación?
La pregunta que flota en el aire es cómo Ana Pardo de Vera, hermana de Isabel y directora adjunta del diario Público, un diario que presume de da información transparente y veraz, informará ahora sobre este escándalo. Ana, conocida por su lealtad al proyecto sanchista, por el lanzamiento de micrófonos y por la feroz defensa que ha hecho de su hermana con frases como «no te atrevas a mencionar a mi hermana» o «no te atrevas a decir que mi hermana ha hecho algo ilegal», enfrenta un dilema ético: ¿publicará Público una cobertura objetiva de la imputación de Isabel, o más bien optará por el silencio cómplice que suele caracterizar a los medios alineados con el sanchismo? La supuesta «veracidad» de Público se pone a prueba, y el historial de su línea editorial, marcadamente favorable al Gobierno de Pedro Sánchez, no invita al optimismo. Es difícil imaginar que un medio que ha actuado como altavoz del PSOE dedique titulares críticos a un caso que salpica a una figura tan cercana a su dirección.
La Corrupción Sistémica en España
El caso de Isabel Pardo de Vera no es un hecho aislado, sino parte de un mosaico de corrupción que atraviesa el actual Gobierno y su entorno. La lista de imputados y sospechosos crece a un ritmo alarmante, evidenciando un sistema donde el poder se utiliza para beneficiar a los leales en lugar de servir al interés público. Entre los nombres más destacados:
Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, está imputada por presuntos delitos de corrupción en los negocios y tráfico de influencias. Su relación con Globalia, la empresa de Air Europa rescatada con 475 millones de euros, la famosa cátedra de la Complutense y las cartas de recomendación que firmó para beneficiar al empresario Carlos Barrabés en concursos públicos, son solo la punta del iceberg.
David Sánchez, hermano del presidente, imputado por hasta cinco delitos, incluidos malversación y tráfico de influencias.
Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, también está imputado, un hecho inédito que pone en entredicho la independencia del Ministerio Público. Su defensa por parte del Gobierno, pese a las acusaciones, refuerza la percepción de que las instituciones están al servicio del Ejecutivo.
José Luis Ábalos, exministro de Transportes, es investigado por el Tribunal Supremo por organización criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación, en el contexto de la trama Koldo. Su papel en la contratación de Rodríguez y en el cobro de comisiones por contratos de mascarillas durante la pIandemia lo sitúan en el centro del escándalo.
Francisco Martín Aguirre, delegado del Gobierno en Madrid, imputado por un presunto delito de malversación de caudales públicos en el caso Begoña Gómez. El juez Juan Carlos Peinado, que investiga a Gómez desde abril de 2024, ha citado a Martín como investigado por su supuesta participación en la contratación de Cristina Álvarez, asistente de Begoña. Según el auto judicial, Martín, entonces secretario general de la Presidencia del Gobierno, fue el superior jerárquico de Álvarez, y se sospecha que su nombramiento pudo destinarse a funciones privadas de Gómez, financiadas con fondos públicos.
Santos Cerdán, figura clave del PSOE y promotor de la carrera de Koldo García, está a las puertas de la imputación. Su cercanía a la trama y su influencia en el partido lo convierten en un potencial próximo objetivo de la justicia.
A estos nombres se suman otro medio centenar cargos públicos vinculados al entorno de Sánchez, entre imputados y testigos, que pinta un cuadro desolador de un Gobierno atrapado en una red de corruptelas.
La imputación de Isabel Pardo de Vera es solo un síntoma de un mal mayor: la normalización de la corrupción en las altas esferas del poder en España. Mientras el Gobierno de Sánchez se presenta como garante de la transparencia, los escándalos se acumulan, desde el caso Koldo hasta las irregularidades en el entorno familiar del presidente. La justicia, aunque lenta, comienza a actuar, pero la percepción ciudadana es clara: el sistema protege a los suyos. Las instituciones públicas, como Adif, Ineco o Tragsatec, se han convertido en herramientas para favores políticos, en detrimento de los principios de mérito y legalidad.
La pregunta no es si habrá más imputaciones, sino cuándo y a quiénes. Con Santos Cerdán en el punto de mira y un goteo constante de revelaciones, el PSOE enfrenta una crisis de credibilidad que amenaza con erosionar aún más la confianza en la democracia española. Mientras tanto, la ciudadanía espera respuestas.
Fijate!,siempre hablando de lo mismo,cuando al final nadie va a la cárcel.
El tema de la salud no les importa a nadie,o hablar del óxido de grafeno en todos los inyectables
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La nueva campaña de Donald Trump contra las estelas química…repletas de Metales tóxicos,que envenevan y matan y matan,envenenan el agua envenenan la agricultura,envenenan alimentos especial mente para niños.
Metálica:
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