Virginia Giuffre, una de las figuras más prominentes en la denuncia de los crímenes de Jeffrey Epstein y una incansable defensora de las víctimas de abuso sexual, falleció por suicidio a los 41 años, según informó su familia en un comunicado emitido el viernes 25 de abril de 2025 a NBC News. La trágica noticia, confirmada por múltiples fuentes, ha conmocionado a quienes seguían su valiente lucha por la justicia y su labor para empoderar a otros sobrevivientes. Giuffre murió en su granja en Neergabby, Australia Occidental, donde residía desde hacía varios años.
Virginia Giuffre, nacida como Virginia Roberts, creció en Florida, Estados Unidos, y tuvo una infancia marcada por dificultades. A los 17 años, fue víctima de la explotación sexual de Jeffrey Epstein y su asociada, Ghislaine Maxwell. Según sus declaraciones, entre 1999 y 2002 fue traficada por Epstein y Maxwell a hombres poderosos, incluido el príncipe Andrés de Inglaterra, una acusación que el duque de York siempre ha negado tajantemente.
Giuffre se convirtió en una de las primeras y más vocales acusadoras de Epstein, proporcionando información clave que ayudó a las autoridades a construir casos contra el financiero y Maxwell. Su testimonio fue fundamental para la condena de Maxwell en 2021, quien cumple una sentencia de 20 años por cargos de tráfico sexual. Epstein, por su parte, murió por suicidio en una cárcel de Nueva York en 2019 mientras esperaba juicio por cargos federales de tráfico sexual.
En 2021, Giuffre presentó una demanda civil contra el príncipe Andrés, alegando que Epstein y Maxwell la obligaron a tener encuentros sexuales con él en Londres, Nueva York y las Islas Vírgenes de Estados Unidos cuando ella tenía 17 años. El caso se resolvió en 2022 con un acuerdo extrajudicial multimillonario, en el que el príncipe Andrés no admitió responsabilidad, pero expresó arrepentimiento por su asociación con Epstein y acordó hacer una «donación sustancial» a la organización de Giuffre para supervivientes, SO SOAR (Speak Out, Act, Reclaim).
Tras hacer públicas sus acusaciones, Giuffre se convirtió en una figura destacada del movimiento #MeToo y una «fiera guerrera» en la lucha contra el abuso sexual y el tráfico humano, según palabras de su familia. Su valentía inspiró a otras víctimas de Epstein a alzar la voz, y su trabajo como activista fue descrito como «una luz que levantó a muchos sobrevivientes». Su representante, Dini von Mueffling, la llamó «un faro para otros sobrevivientes y víctimas», mientras que su abogada, Sigrid McCawley, destacó su «coraje inspirador».
Giuffre también fue una madre dedicada a sus tres hijos, Christian, Noah y Emily, a quienes su familia describió como «la luz de su vida».
La familia de Giuffre expresó su devastación en el comunicado: «Con corazones completamente rotos, anunciamos que Virginia falleció anoche en su granja en Australia Occidental. Perdió la vida por suicidio, tras ser víctima de abuso sexual y tráfico sexual durante toda su vida». Añadieron que, al final, «el peso del abuso fue tan pesado que se volvió insoportable para Virginia».
El comunicado también destacó su impacto: «Virginia fue una feroz guerrera en la lucha contra el abuso sexual y el tráfico sexual. Ella fue la luz que levantó a muchos sobrevivientes. A pesar de toda la adversidad que enfrentó en su vida, brilló intensamente. La extrañaremos más allá de toda medida».
La policía de Australia Occidental informó que fue encontrada sin vida en su casa en Neergabby el viernes por la noche, confirmando la causa de su muerte.
Semanas antes de su muerte, Giuffre estuvo involucrada en un accidente automovilístico el 24 de marzo de 2025, cuando un autobús escolar chocó con el vehículo en el que viajaba. En un publicación en Instagram, Giuffre compartió una imagen de su rostro con moratones, afirmando que el accidente le había causado insuficiencia renal y que le quedaban «cuatro días de vida». Aunque fue dada de alta del hospital el 7 de abril, su hermano, Danny Wilson, reveló a NBC News que Giuffre sufría de dolor físico severo y problemas de salud, incluido un diagnóstico de insuficiencia renal.
El accidente generó polémica, ya que algunos padres de los niños en el autobús y el conductor cuestionaron la gravedad del incidente, describiéndolo como «menor». La policía australiana también señaló que el autobús no viajaba a la velocidad de 110 km/h que Giuffre afirmó. Estas discrepancias alimentaron especulaciones en línea, aunque no hay evidencia que sugiera que el accidente esté relacionado con su muerte.
Además, Giuffre había hecho acusaciones de abuso contra su esposo, Robert Giuffre, durante su hospitalización, lo que añadió más complejidad a su situación personal. Estas acusaciones estaban bajo revisión judicial en Australia al momento de su fallecimiento. La noticia de la muerte de Giuffre generó una ola de tributos y condolencias en redes sociales y medios de comunicación. Usuarios de X expresaron su dolor y admiración por su valentía. Un periodista que trabajó con ella en un documental sobre Epstein la describió como «una mujer valiente», mientras que otros lamentaron que «el sistema le falló» al no protegerla lo suficiente tras sus denuncias.
Dios la acoja. Sabiendo que la satánica élite suicida perfectamente a quienes le crean problemas…