No hay día en que no salte una noticia relacionada con algún escándalo que está debilitando los cada vez más podridos cimientos del gobierno español al que se debería hacer caer en bloque.
Como saben, la figura de la imputada Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, se encuentra en el ojo del huracán debido a las investigaciones, entre otras, sobre presuntas prácticas de corrupción y tráfico de influencias vinculadas a su «labor académica» en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). En medio de este embrollo se encuentran dos mujeres: Cristina Álvarez, la asesora personal de Begoña Gómez en el Palacio de La Moncloa, y su hermana, Esther Álvarez, quien ha jugado un papel clave en el desarrollo de uno de los másteres dirigidos por Gómez.
La Asesora Imputada: Cristina Álvarez
Cristina Álvarez, actualmente imputada por su presunta participación en actividades corruptas, ha sido identificada como la encargada de gestionar aspectos privados de Gómez desde su posición en La Moncloa. Según información disponible en medios como Artículo14 y El Confidencial, Álvarez habría utilizado su posición pública para apoyar los negocios personales de Gómez, particularmente en relación con la organización y financiación de un máster en la UCM. La asesora ha declarado ante el juez que su colaboración se basaba en una relación de amistad, negando cualquier acto de malversación o tráfico de influencias, pero las pruebas presentadas, incluyendo correos electrónicos y testimonios, sugieren una participación más activa en los asuntos privados y académicos de Gómez.
Esther Álvarez y su Experiencia en «Entornos Cambiantes»
Esther Álvarez, hermana de Cristina y coordinadora del Máster de Transformación Social Competitiva en la UCM, ha sido puesta bajo el microscopio por su papel en este entramado. En su ficha de presentación en el máster destaca su experiencia de 25 años en «entornos cambiantes», tiene guasa la cosa…
Según parece, podría haber sido utilizado esta «experiencia» para justificar su posición y la de Gómez en el proyecto académico. Sin embargo, la relación familiar y profesional entre las dos hermanas ha levantado fundadas sospechas sobre la transparencia y meritocracia en la designación de roles dentro del máster.
El Dinero y los Alumnos
La imputada Begoña Gómez habría recibido pagos significativos por su participación en el máster, estimándose en fuentes como Libertad Digital que estos alcanzaron los 55.875 euros. Estos ingresos se vinculan a un programa que, según las investigaciones judiciales y reportes de medios, no logró atraer el número de alumnos esperado. En algunos cursos, el máster apenas contó con 8 alumnos, una cifra que contrasta drásticamente con las afirmaciones de Gómez sobre una matrícula de 240 estudiantes. Este desfase ha alimentado la polémica sobre la justificación de los fondos recibidos y la veracidad de las informaciones proporcionadas a patrocinadores y a la propia universidad.
La investigación de este asunto está lejos de concluir, pero ya ha dejado una marca en la ya de por sí escasa reputación de Begoña Gómez, de la Universidad Complutense, de las empresas patrocinadoras y, por supuesto del «1».
De todos modos, lo que es un hecho cada día más palpable y que merece otro capítulo a parte es toda la corrupción relacionada con la trama de hidrocarburos y el rescate de Air Europa donde todo apunta a que la señora Gómez participaba de forma activa. En cuanto se empiece a tirar del hilo, el asunto del máster de la UCM se quedará en una mera anécdota en comparación con esos monumentales escándalos que ya se están investigando.