Visto lo visto hasta el momento, teniendo como primer fruto la sangrienta revolución francesa de 1789, con todas sus intrigas, traiciones y falsos derechos a los ciudadanos, el éxtasis de la fraudulenta búsqueda de la libertad y la dignidad humana por parte de Kant, Hegel, Bauer, Feuerbach o Stirner, en vanos intentos de reformar el concepto de lo racional con tal de que se adaptara a la nueva teoría, lanzada desde las logias masónicas, la aparición del ateísmo y la ideología de lucha de clases de Marx, cuyo nombre real es Kissel Morkay, Engels y otros como Leon Bronstein, o Trotsky y Bakunin, creadores del movimiento anarquista, cuyos amargos frutos se vieron en la revolución soviética y en el odio hacia los judíos, propagado por la sociedad de Thule, curiosamente con una simbología muy parecida a la cruz esvástica de los nazis, podemos ir comprendiendo el origen del comunismo, muy ligado al fascismo.
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De hecho, de acuerdo con la teoría de tres fases (tesis, antítesis y síntesis), promulgada por Hegel como forma de llegar a la sabiduría, gracias a su obra “La fenomenología del espíritu”, se llegó a la caja de pandora o mecanismo de lucha que se necesita desde el poder, más bien desde las élites ocultas, para primero desestabilizar la sociedad en frentes opuestos, hacer que luchen entre sí y luego se cree el nuevo orden, donde domina ese espíritu y la razón decimonónica germánica y prusiana. Y es que esta idea es clave para entender la historia de la humanidad. Primero para entender la hostilidad de la masonería contra el antiguo régimen, luego la del pueblo contra la religión cristiana y sus principios sagrados, promoviendo valores sociales asociados al ateísmo, la del proletariado contra la burguesía considerada gran usurpadora y responsable de la esclavitud moderna por mor de la división del trabajo, que elimina de raíz toda la imaginación del sistema y crea un perfecto sistema de control, asociando todo ello con el odio hacia el judío, instaurado ya en Alemania desde el siglo XIX y, finalmente, hacer que el estado se someta a la ideología de la clase del proletariado, a pesar de que ésta sigue siendo esclava, diría yo que incluso más, pues las armas que se emplean ya no son ni el trabajo ni el látigo, sino métodos subliminales de control mental, se puede entender perfectamente el sucio mecanismo.
El fracaso de la Unión Soviética, que cayó en 1991, el que se observa en Cuba o en Venezuela no son coincidencia, sino manifestación de un sistema económico, social, ideológico y político tan fallido como el trasfondo de sus ideologías filosóficas. Dado que el fin del poder es el control del ciudadano, de sus derechos, sus obligaciones, de su dignidad y hasta de su alma, los mecanismos de control han de ir cambiando y evolucionando, pero probando siempre la misma receta: divide y vencerás.
Tras disgregar a la masa en grupos separados, una de las técnicas de manipulación más exitosas puestas en práctica en la Alemania nazi, como campo de experimento de la psicología social y utilizada por Joseph Goebbels, como ministro de propaganda de Adolf Hitler, se ha utilizado en otros frentes que tienen como fin la destrucción de la familia y la introducción de la ideología de la lucha de clases en la misma vida íntima, comenzando por la relación de hombres y mujeres, introduciendo la ideología del feminismo, de su creación, a través del movimiento LGTBIQ+ y otros intentos.
El comunismo, de este modo se renueva. Ya no busca crear un régimen político afín a ciertas pretensiones, sino que, habiéndolo logrado en el siglo XX, gracias a dos guerras mundiales, planificadas por carta desde 1871, hay que destrozar la sociedad. No es casualidad que Marx se quejara de que los primeros materialistas como Feuerbach no tuviesen en cuenta que la realidad es mucho más amplia y es práctica y que su fundamento justo recae en los mecanismos de relaciones interpersonales. Tampoco lo es que la revolución bolchevique buscase un cambio de paradigma en la sociedad rusa del tiempo de los zares y que se creara otra de mentalidad materialista, atea y muy controlable por parte de los agentes del estado. Ha de meterse ahora en nuestra intimidad, incluso nuestra mente, para que veamos esa lucha entre el patriarcado machista y odioso y la libertad que cada uno busca, separando sexo y género, tal como es explica ahora en los centros educativos a los niños, desde que son pequeños.
Todo ello es una muestra de lo que es el neo comunismo, en forma de una democracia falsa con líneas políticas dictatoriales, para que sus principios se vayan impregnando en las mentes de los hombres sin que éstos se percaten. Lo más peligroso es ese pequeño trecho que hay entre el neo comunismo y el neo fascismo, que se da en obras de Karl Marx que, tan pronto nos habla de la lucha de clases entre proletariado contra la burguesía, financiando y creando todo tipo de grupos antisistema, mientras no ponía un pie fuera de Londres y, en su manifiesto de los judíos los describía como viles egoístas que adoraban el dinero y practicaban la usura, en su manifiesto de 1840.
Esta estrecha relación, que aún se da y se dará, nos señala que lo parecía separado no lo es, que lo que nos presentan como contradictorio, tampoco y que el mundo ha vivido en una historia oficial que oculta muchos planes, oscuros planes, afortunadamente completamente reales para las mentes torpes y cerradas.
Estos hechos, ocultados y que parecen salidos como conejos de una chistera, constituyen el plan político de la agenda 2045, con todos sus actores, desde la década de los 70 del siglo pasado. Nada es casualidad de lo que aconteciese, incluso antes con la manipulación psicológica realizada por el Instituto Tavistock, creado en 1920 por los Rockefeller en Londres, que incluso decretó que las canciones de moda no podían durar más de 3 minutos, o introdujo los mensajes de las películas de Hollywood, marcada hoy en día por claros por unos de claros tintes luciferinos.
Es así como la ideología venenosa se expande contaminando los ríos de la civilización que desean hundir, porque tienen en sus mentes otra pensada para nosotros. El neo comunismo se encuentra por doquier, incluso en su conformismo cuando se ha habituado a un sistema que conduce a la masa la estupidez, la que se cree que tiene siguiendo los dogmas de la ciencia de la manipulación de masas. ¿Coincidencia?