Las bajas laborales de larga duración han experimentado un notable aumento en el último año en España, con un incremento cercano al 30% en los casos que superan los 365 días. Este crecimiento en las ausencias prolongadas del trabajo alcanza niveles históricos, reflejando tanto el impacto de la farsemia como posibles problemas estructurales en el sistema de bajas y altas médicas.
Uno de los factores detrás de este incremento nos lo justifican con la acumulación de bajas relacionadas con enfermedades crónicas o secuelas derivadas del bicho inexistente. Además, el envejecimiento de la población activa y el aumento de los trastornos de salud mental están contribuyendo a esta tendencia.
Canales en Telegram 👇👇👇
👉 El Diestro https://t.me/ElDiestro
👉 El Diestro TV https://t.me/eldiestrotv
👉 Lo que no te cuentan las televisiones https://t.me/LoQueNoTeCuentanLasTelevisiones
A pesar de la presión que esta situación pone sobre el sistema de la Seguridad Social, las mutuas —entidades colaboradoras en la gestión de las bajas laborales— están encontrando obstáculos para intervenir. El Gobierno ha limitado su capacidad para otorgar altas médicas, dejando en manos del sistema público de salud gran parte del control sobre la duración de las incapacidades laborales.
El aumento en las bajas de larga duración tiene un fuerte impacto tanto en las empresas como en la economía general. Las organizaciones enfrentan mayores costes asociados a las ausencias prolongadas, así como problemas de productividad. Al mismo tiempo, el sistema de la Seguridad Social debe soportar una creciente carga financiera, poniendo en evidencia la necesidad de revisar los procesos de gestión y control de las bajas médicas.
Frente a este escenario, las mutuas solicitan mayor participación en la evaluación y seguimiento de las incapacidades, argumentando que podrían ayudar a reducir la duración de las bajas mediante intervenciones más tempranas y eficaces. Sin embargo, el Gobierno ha sido reticente a otorgarles más competencias, priorizando un enfoque centrado en el sistema público de salud.
Ahora, imaginamos que muchos de los que estén leyendo este artículo encontrarán respuestas que los expertos no se atreven a dar.