Maduro’s Global Strategy

Cuando la estrategia de la agendita se lleva demasiado lejos (no olvidemos que la política en su realidad no es más que un diseño de ingeniería social en el que se observa el modo de reacción del pueblo, el cual consideran completamente ignorante y que, por lo tanto, ha de ser guiado como rebaño, incluso al desfiladero, si les somos muy molestos), ocurren espectáculos como el de Venezuela. Tuvo que provocarles gran placer ver como Hugo  Chávez se dedicaba a ser muy generoso con su pueblo mientras, por otro lado, se dedicaba a lo que se dedican todos los líderes comunistas, a arruinar la economía y, luego, como si no hubiese roto nunca un plato y toda su gestión hubiera sido por amor al pueblo venezolano, soltarles la comida en la puerta de la casa, como aquel que suelta el pan duro como una piedra por debajo de la puerta de los presidiarios en las pelis de primado negativo.

Está claro que Venezuela ha sido la muestra y gloria de su poder. ¿Cómo convertir al país más rico de Sudamérica en el más pobre y con la dictadura más feroz imaginable, creando una línea de sucesión, donde Maduro es el nuevo emperador? Si logran invertir así los términos en 25 años escasos, qué no harían con Europa o con España. Está claro que nuestro país regresaría a la edad media como si nada.

Este alarde de poder, de despotismo, de desprecio por el género humano (por el que no sienten ni el más mínimo respeto) ha dado sus frutos. Pero, como cuando pruebas la ambrosía, sobre todo si eres un burro ignorante, como es Nicolás Maduro, no puedes dejarla de lado porque es como rozar ese cielo que tanto te prometieron y ahora te lo dan en la tierra (es el eslogan de quienes son tocados por la mano de Lucifer), dejar de saborearlo es cuanto menos un martirio, pues es tal el sufrimiento ajeno que carga este dictador en sus espaldas y en su conciencia que sólo el odio por el pueblo que dice amar se convierte en flujo de liberación espiritual. Llegados a este punto, no se sabe si ha perdido completamente la razón.

En otras palabras, el desastre y la muestra de poder se les fue de las manos, tanto que el pueblo despertó, se hartó y salió a las calles desobedeciendo a su dictador y sátrapa, todo porque ya no tienen que llevarse a la boca (y yo me pregunto hasta qué punto es necesario llegar a esos extremos para que la gente se dé cuenta de que le están robando de manera descarada). Sea esto cierto o no, que me temo que sí, se pone en evidencia que el pueblo venezolano se ha declarado en estado de guerra y que las élites ya se dieron cuenta.

Este hecho es de una importancia crucial pues ha surgido la línea roja, ésa que las élites sionistas no pueden sobrepasar, so pena de ser descubiertas, primero por una masa crítica, primero asustada, luego que habla claramente y después que crece hasta hacerse un clamor. Una vez que el estado es desobedecido y de esta forma tan abrumadora, los políticos se vuelven locos y empiezan a sacar tanques. Si aún así sigue la revuelta y el pueblo lo odia y aborrece, entonces muchos líderes empiezan a echarse para atrás.

Los hay como el presidente de Chile que, desde el primer momento, ha dicho que no reconoce su victoria, mientras otros guardan un silencio cómplice, como miembros del PSOE, incluyendo a Pedro Sánchez, no se si temiendo que ocurra algo parecido en sus zonas de dominio, y contando con el apoyo, como no, de Irene Montero, Yolanda Díaz o Monedero. Por supuesto, que los países que reconocen su fraudulenta victoria son el crisol de las dictaduras (China, Rusia, Nicaragua o Irán), muchos de ellos por la defensa de sus intereses económicos, creados en estos largos años de dictadura fascisto-comunista.

El hecho es que la gente en otros lugares está despertando y a qué ritmo, de manera que, muchos se están preocupando por la imagen que tendrán de ellos en estos países tan democráticos y tan de primer mundo y, entonces, han decidido dar un paso adelante. EEUU está dispuesta a enviar sus tropas para echar a semejante dictadorzuelo de tres al cuarto, mientras se espera la entrada del presidente elegido de manera legítima. 

Pero, ojo al dato, porque aquí no termina la historia. La primavera árabe sirvió hace más de una década para hacer el recambio de dictadores que se pasaron de rosca, como le ocurre a Nicolás Maduro, para poner otros títeres menos crueles y más sibilinos. ¿O es que alguien cree que el nuevo y posible presidente venezolano, cuando Maduro sea llevado por la corriente de la inevitable historia, como Stalin, va a ser un santo de la caridad y no va a dar la contra a la Reserva Federal de los EEUU? ¿Alguien piensa que va a ser un revolucionario dispuesto a erradicar la corrupción del sistema político de este país, dando un ejemplo de patriotismo o defensa del pueblo venezolano, como se esperaba del Che Guevara? Hay que ser muy ingenuo e ignorante para creerse ese cuento….

Al mismo tiempo, todo ello sirve como excusa perfecta crear el clásico clima de confrontación, en el que se hace mucho ruido para distraer la atención de manera que nadie ve lo que quieren hacer y llevan realizando después de más de 200 años. Algunos defienden al dictador y otros piden su cabeza, pero se olvidan del sátrapa que tienen en sus países y que actúan de manera sibilina hacia el mismo objetivo. Todo ello es motivo para que se piensen el ritmo con el van destrozando el tejido económico, social y político de sus gobernados, al tiempo que son avisados de lo que puede ocurrir si obedeces tan a rajatabla como hizo Nicolás Maduro.

Si bien es cierto que el pueblo tiene derecho a echar a este sujeto, también lo es que difundir estas imágenes es signo de que a las élites le conviene que sean conocidas para crear división, conflicto y caos, el mismo en el que el estado dictatorial y policial se impone por la fuerza de la política. ¿No tiene eso conexión con lo que sucede en Europa con los incidentes contra los extranjeros, cansados ya de tanta delincuencia y actos criminales?

De paso se abre la caja de Pandora. No olvidemos que Rusia y China han convertido a este rico en la niña de sus ojos y que, si occidente osa meter allí las narices, puede haber problemas inesperados y nada deseados, siendo mejor excusa que Israel o Ucrania para liarla como manda su dios para imponernos su santa voluntad a todos los mortales. 

Nada nuevo bajo el sol, a pesar de las espectaculares manifestaciones de cientos de miles de personas. Y es que sólo de pensar que ello ocurra en todos los países del mundo al unísono sería el fin del reinado de estos herederos de Satanás, lo cual sería lo más conveniente. Entonces, miren y vean y, por favor, imiten a este pueblo valiente.