lunes, septiembre 9, 2024
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Venezuela, la Hispanidad y nosotros

Por Alfonso de la Vega

“las partidas rebeldes en poco tiempo abrieron brecha para el asalto. Tirano Banderas intentó cubrir el portillo, pero las tropas se le desertaban, y tuvo que volver a encerrarse en sus cuarteles. Entonces, juzgándose perdido, mirándose sin otra compañía que la del fámulo rapabarbas, se quitó el cinto de las pistolas… Tirano Banderas salió a la ventana, blandiendo el puñal, y cayó acribillado. Su cabeza, befada por sentencia, estuvo tres días puesta sobre un cadalso con hopas amarillas, en la Plaza de Armas: El mismo auto mandaba hacer cuartos el tronco y repartirlos de frontera a frontera, de mar a mar. Zamalpoa y Nueva Cartagena, Puerto Colorado y Santa Rosa del Titipay, fueron las ciudades agraciadas.”

Por ahora parece que no es el caso. La incierta situación actual de Venezuela muestra que la convivencia de una dictadura real con votaciones manipuladas para dar una apariencia de cierta democracia al engendro, pese a lo que antes se creía, no resulta sostenible a largo plazo. Más pronto o más tarde hay que tirar por uno u otro camino porque la farsa electoral tramposa ya no se la cree nadie. El dilema es o bien un proceso «reconstituyente» y constituyente o mal, la dictadura sin tapujos y a cualquier coste. Venezuela no deja de ser otro laboratorio social y geoestratégico, en este caso de abundantes recursos naturales, y probable modelo de lo que la plutocracia usurera desea para el sometimiento de la Hispanidad.  

De momento, la cosa parece que va como era previsible.  Violencia, coacciones, manipulación, negativa a aceptar el resultado adverso por parte de la dictadura. Quizás el confuso momento venezolano se ve muy influido por la general incertidumbre internacional. Pese al alarde de impune exhibicionismo satánico macroniano la cosa está muy revuelta. La plutocracia usurera duda si volver a intentar asesinar a Trump, repetir el fraude de las votaciones anteriores, si la antigua señorita poliamorosa mil razas sea buen candidato para poner la cara a sus tropelías, ir al Argamedon devastador en Europa y Líbano… Y en este asunto de consecuencias geoestratégicas para toda Hispanoamérica, dejar caer al dictador bolivariano para inaugurar una nueva etapa de saqueo en Venezuela, gastados los anteriores ahora con otros títeres, tenderetes y disimulos. Las trampas electorales desde luego que se dan por descontadas, la incógnita es saber qué decide hacer esta vez la plutocracia, ¿Las acepta como en anteriores ocasiones?  ¿O ahora va y dice, como en Casablanca, que «he descubierto que en este garito se juega«? El previsor dictador judío venezolano tampoco parece tenerlas todas consigo y habría puesto sus rapiñas transportables a buen recaudo en la retaguardia turca de la OTAN.

Además está el lucrativo negocio del narcotráfico del famoso Cartel de los soles con complicidades entre conocidos próceres socialistas españoles milagrosamente enriquecidos, que puede desestabilizarse con nuevos proveedores y líneas logísticas. Aún más, si se levantase la veda informativa mucho filantrópico maletero y traficante social comunista español se iba a ver en un brete. Como aviso de navegantes de las cloacas turbulentas al satánico ZP le acaban de correr a botellazos…

La lección de historia que nos ofrece el gran Valle es que al tirano Banderas no lo derriba la colonia española, ni la gente impotente o más o menos colaboracionista. Es el coronelito de la Gándara el que represaliado por el Régimen con su acción militar derroca la dictadura. Es muy triste contemplar la impotencia de las gentes que ahora se rebelan humilladas y desesperadas. 

Tras el desastre provocado por la independencia de España, el querido país caribeño, como Argentina, hace unas décadas tuvo la posibilidad de convertirse en una gran potencia con elevado nivel de vida para toda la población, pero la corrupción y egoísmo de sus élites arrumbó la posibilidad  de «sembrar petróleo» expresión acuñada en 1936 por Uslar Pietri:: “Cuando dije «sembrar el petróleo», quise expresar rápidamente la necesidad angustiosa de invertir en fomento de nuestra capacidad económica el dinero que el petróleo le producía a esta Venezuela, por tan largo tiempo desvalida”.

Pero desgraciadamente para Venezuela no se llegó a fundamentar el progreso sostenible de la sociedad venezolana con cargo a las rentas de sus recursos, uno de los más grandes de todo el mundo en el caso del oro negro. No, no fue así, la plutocracia local de una docena de familias impidió tal desarrollo lo que al cabo terminaría trayendo la dictadura chavista, percibida en sus inicios con alguna esperanza de cambio a mejor. Pero era una dictadura que se basaba en la explotación política del hambre, el resentimiento, y la manipulación de unas masas analfabetas y embrutecidas, pero que posee el secreto a voces de su permanencia en el tiempo gracias a su pacto con esa plutocracia local y con la de las grandes corporaciones beneficiadas de la explotación del petróleo con un rol propio de proxeneta por parte de la dictadura.  Asegurado el negocio para la plutocracia internacional y local por parte de Maduro la víctima sacrificada es la clase media, además de los derechos civiles y las libertades públicas. Por desgracia, lo que al cabo hace legítimo a un sistema político, que es el logro del Bien Común ni está ni se le espera, ni con la dictadura chavista ni con la partitocracia al servicio de la plutocracia.

Hay diferencias con el caso de España, Maduro es mucho más zafio que el marido de la eximia catedrática imputada, pero en el fondo quizás no tantas. En cada caso los peones del juego se intentan ajustar a la idiosincrasia local. En todos lados parece que de un modo u otro se hacen trampas en las votaciones. Siendo precavidos podemos empezar a poner nuestras barbas a remojar, porque este también va camino de ser nuestro destino porque no se ve resistencia suficiente para evitarlo.  Fraude electoral, corrupción absoluta y generalizada, fracaso institucional múltiple, todo ello perpetrado con la mayor impunidad ante los ojos del apocado y colaboracionista Jefe del Estado y resto de instituciones borbónicas que debieran estar a servicio de la sociedad española y no de la plutocracia usurera internacional. Lo de Venezuela es un aviso para el falsario y los corruptos comunistas del PSOE, sumemos, etarras y golpistas catalanes. Si perseveran en el golpe de Estado deberán ir a por todas, no sea que quizás como efecto rebote se facilite la vuelta a una cierta normalidad si es que se puede recuperar la histéresis sufrida en estos años bajo el despotismo social comunista. Y si se diera tal caso su destino teórico sería el presidio sin amnistía ni pumpideces que les salve.

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