sábado, julio 27, 2024
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Y la mafiacracia se tiró de los pelos

Recientemente la Audiencia Nacional ha ordenado en un auto el cierre de Télegram en España, una red social llena de negacionistas que llevamos años investigados, aunque de manera tan torpe que las agencias de fake news, en la misma onda de su periodismo de pacotilla, por denominarlo así, lo cual les viene muy grande. Como son los soldados de los mafiosos, han de defenderlos y señalarnos como sus enemigos, algo que lo que nos sentimos no sólo orgullosos, sino además honrados porque estamos cumpliendo un papel en esta existencia, dejando nuestra huella, mientras ellos sólo dejan como herencia mezquindad, odio, ignorancia y la muerte que defienden sus amos (injertos covid y otros remedios y ungüentos de sobra conocidos).

La mafiacracia es un régimen político que se impuso en el año 2020 de manera muy descarada, cuando sus líderes, después de mucho disimulo y palabras bonitas y educadas sobre la corrupción y los corruptos, se quitaron sus máscaras y dejaron ver sus rostros endemoniados. La mafiacracia es el derecho a la vida de sólo unas cuantas personas, el cual les sale completamente gratis porque sólo han de obedecer a otros mafiosos más malvados aún (cuesta imaginar los diabólicos que pueden llegar a ser conociendo a los actuales) y para ello crean todo tipo de leyes porque, como auténticos virus (no como los de covid que no existieron y ellos se vieron obligados a reconocer que no tenían ni secuencias y fuentes) se pegan al sillón como las garrapatas para tener cargos públicos importantes, de esos que te permiten vivir de la mamanduria durante la estancia en palacio (en este caso la Moncloa y otros lujosos parlamentos) y también después, pues recibirán una honrosa pensión vitalicia por robarnos, matarnos, envenenarnos, encerrarnos, dejarnos en la más absoluta miseria, en la hambruna y todas las barbaridades que les ordeneb los grandes de la secta diabólica a la que pertenecen, si no los meten en las puertas giratorias y les dan un apetitoso carguito en la UE o en un Banco de los importantes, como le ocurrió a la ex ministra Calviño, la cual vive de lujo en Suiza, tras salir de rositas de sus casos de corrupción.

En la mafiacracia te hacen creer que el sacrificio del ciudadano, tan abnegado y entregado  a sus autoridades, consiste en pagar religiosamente los impuestos (con los que ellos se pagan sus grandes salarios), obedecer todas las leyes que aprueben, pues con esas mentes de esclavos aborregados creen que son las mejores posibles y que todas son urgentes y por su bien (como los covidiotas que se creyeron el cuento de la plandemia, los cuales aún existen y por millones) y detestan y ponen el grito en el cielo cuando alguien osa enfrentarse contra sus amados líderes, todos muy democráticos, justos, respetuosos con sus derechos, apostando a por más para que sus vidas sean aún más cómodas y no tengan que preocuparse absolutamente de nada y, sobre todo, necesarios, pues el miedo que tienen a la anarquía y al gobierno de los fachas es tal que creen que regresarán a la edad de piedra si alguna vez pisan la Moncloa. Es de tal dimensión de su subconsciente de esclavo que, por mucho que les expliques, pierdes tu tiempo.  Tal vez cuando estén con la soga al cuello por la agenda diabólica y no les quede casi aire para respirar reaccionen, aunque muchos dirán que en algún momento les tocaría la hora y tan contentos.

En la mafiacracia sólo existen amos y esclavos. Los segundos son todos los mortales, sin distinción de raza, lo cual hace que regímenes dictatoriales que perseguían a judíos o personas con ciertas características concretas sean recordados con mucha nostalgia pues eran meros aprendices del verdadero fascismo que es el del siglo XXI. Los derechos no existen ya que desde que Bonifacio VIII en el año 1308 declaró en su bula papal “Unam Sanctam” que él era el líder del mundo y que todos los reyes y nobles se sometían al derecho canónico, todo aquél que no profesase sus principios era considerado un hereje y estaba condenado a la muerte como en los tiempos de Noé, cuando éste se salvó en el arca, por encargo de Dios,  y los pecadores murieron por los 40 días de lluvias e inundaciones en todo el reino de la tierra, todo ello, según sus palabras, por el derecho marítimo.

 Que hasta la fecha no se haga referencia a este documento tan importante y revelador, así como simbólico de lo que es el derecho positivo, el invento de los mafiosos incluso de antes, cuando surgieron los primeros psicópatas que dirigieron países e imperios, seres completamente enfermos y desequilibrados, no es asunto baladí. Ello explicaría por qué no te exigen lo mismo para ser psicólogo, como mi profesión, o para llegar a ser políticos, en cuyo caso no se requiere de ninguna acreditación moral ni profesional probada. Como la justicia, hecha por ellos, pasa por alto los antecedes criminales de estos sujetos (como ocurre con Tedros Adhamón, director de la OMS y terroristas internacional), los ilusos ciudadanos, con el cuentazo ese de la democracia y las elecciones, eligen a los más sinvergüenzas y corruptos, a los más mentirosos que, a la primera de cambio, justifican sus “cambios de opinión” (según Pedrito Sánchez) y hacen lo contrario de lo que dicen, sin importar las consecuencias. Ni tan siquiera es necesario un cierto coeficiente intelectual dada la baja o nula capacidad de análisis de muchos políticos, que se mezclan con desórdenes de personalidad narcisista, con rasgos psicópatas y psicóticos, con delirios de grandeza, a la usanza de los viejos reyes o emperadores que sólo conocían dos palabras: “Ordeno y mando”. Cualquier que ose oponerse no sólo es un negacionista, sino que provoca un rebote propio de quien sufre de un trastorno de manía o hipomanía, consistente en falta de control de su conducta, la cual se acelera hasta niveles preocupantes, ataques de rabia con odio y deseo de destrucción de quién le dice sus cuatro verdades a su cara pelada sin miedo alguno; todo ello en un grado de frustración constante que lo convierte en un drogadicto de la peor calaña a su poder e influencia, poder e influencia que se aproximan, en sus delirios, a los que tendría el mismo demonio.

Como cualquiera puede tener un puestecito y como ellos son escogidos a dedo por el Sionismo internacional (CFR, Foro de Davos, Trilateral, Club Bilderberg o reuniones ultrasecretas entre ellos), el ejercicio del poder se convierte en el ejercicio de la mafia, llegando a actuar como auténticos capos que trapichean con comisiones, se enriquecen con sus nuestros impuestos, hacen sus negocios turbios, tienen sus fondos en paraísos fiscales y todo ello para vivir del placer del tener y tener más, porque no es suficiente, aunque haya que matar a tu propia madre y esposa, como hizo Nerón. 

Estos seres sin escrúpulos, que sólo entienden el lenguaje del demonio y que, probablemente, estén poseídos por fuerzas malignas (no seria nada extraño porque podría explicar sus grados de psicopatía), tejen sus redes de delegados y de informantes para actuar en el momento correcto para así eliminar a quién les hace la puñeta. Pueden simplemente silenciarte, como han hecho desde 2020 con la censura en el grupo mega (Facebook, Instagram y otros…) cuando hablas de sus vacunas en términos no conformes con la OMS o pueden ordenar el cierre de redes como Télegram porque les sale de donde sabes muy bien, todo porque allí la gente se informa de la verdad.

Pero como actúan muy torpemente, su inteligencia es escasa, sólo saben actuar con impulsos por ataques de rabia (véanse las reacciones de las ministrables de Perro Sánchez, dando gritos e insultando a la oposición, con tal de no confirmar lo que son, unas sinvergüenzas), es evidente que ya han perdido la batalla y que están muertos de miedo, todos, y sin excepción. Debe de ser que saben muchos que ya saben de qué pie cojean y no saben dónde esconderse, porque sus medios comprados y cómplices (Lo país, Público, Abc, El mundo, Lo vanguardia y otros…) no les tapan ni las pantorrillas del frío de la noche. Así que lo único que saben hacer es poner el parche y censurarnos. Aunque, lamento mucho decirles que muchas aplicaciones informáticas harán que nos saltemos vuestras travesuras, por lo que continuaremos hasta veros destrozados y pidiendo clemencia.

No hay peor ciego que el que no quiere ver y el que ve en ese reino algo se cree un sabio, aunque sólo perciba sus demonios, los cuales lo tienen atado hasta muerte y, quién sabe, si no en el más allá, por lo que sufriréis mucho. ¡Pobres almas condenadas al fuego del infierno!

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3 COMENTARIOS

  1. Facebook es quien quieren que cierre tiktok,para poder poseer en exclusiva toda la red.La tiranía no solo es política,también mediática y como no…del Big tech.

    Este Señor Juez,bastante desaliñado,parece que quiere hacerse famoso ser rico y vivir como las celebrytis,y no ha encontrado otra peor fórmula que crear tan gran desastre.

    Así que entra tanta censura,negocios sucios en las redes,corrupción judicial,por qué son los jueces y fiscales…los mismos del caso Royuela,Obrador,Koldo etc…y el uso de tecnologías no nalambrucas como armas de guerra,terminaremos comunicándonos con señales de humo.

    Para mañana otra ola solar…que debe ser algo de DARPA y Haarp,y se prevén erupciones volcánicas,cortes de internet,caída de radios,y auroras a poca altitud.

    Díganle a este Juez Toro sentado,que deje de fastidiarnos!.

  2. Los sicarios de la mafiocracia masónicosatánica tienen un sitio privilegiado (tras guardaespaldas) en este mundo pero se sorprenderán y se tirarán de los pelos eternamente cuando sepan lo les espera en el otro mundo junto a su adorado Señor de la Mentira

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