Lo hemos dicho en infinidad de ocasiones, a lo largo de la historia, el PSOE, ha sido el partido más traidor de España con mucha diferencia. A pesar de presumir, con su falta de vergüenza habitual, de sus años de honradez, han sido muchas las ocasiones en las que han demostrado su falta de escrúpulos y también ser un partido formado por personajes que, en general, carecen de principios y de moralidad alguna.
Y pasados los años parece que no cambian. Es como si dentro de ese partido tuvieran un imán especial que atrajera a lo peor de la sociedad española, a lo más vil, miserable y pelota que podamos llegar a encontrar a nuestro alrededor.
Pero en este momento histórico, todo el mundo puede grabar lo que realmente sucede y, de esta forma, se puede evitar la habitual manipulación y tergiversación de los hechos que practican los medios de comunicación.
Pero a pesar de ello, a pesar de lo que todos hemos podido ver con nuestros propios ojos, los responsables socialistas, fieles a su vergonzoso estilo, han tenido la desfachatez de hacerse las víctimas cuando encima uno de ellos, el Delegado del Gobierno en Madrid, ha sido el responsable de ordenar a la Policía actuar de esta forma contra los manifestantes.
Que gente como Illa, ex ministro de Sanidad del crimen, tenga la desfachatez de decir esto, es como para darle un sobresaliente en descaro y desvergüenza.
Que un elemento como Pachi López, que debería esconderse y guardar silencio por su absoluta falta de principios y peloterismo, tenga el cuajo de expresarse así, es como para darle de comer aparte.
Pero claro, esta purria cumple órdenes del mandamás a la voz de «ar» y como no tienen dignidad alguna, en cuanto el jefe abre la boca, todos los demás a decir exactamente lo mismo.
Hacen falta valientes como en 1936 para acabar con ellos y esta vez ilegalizarlos para siempre. Da verguenza ajena oír a estos tiranicos dictadores comunistas hablar de democracia
Esta es una vieja estrategia de dominio en la que el sionismo masónico (amo de Sánchez) es un demostrado maestro. Saben controlar a la masa víctima con ayuda de adeptos beneficiarios de sus sectas y disidentes controlados (bien colocados en sitios de poder), la mentira, la manipulación (atentados de falsa bandera, difamación,..), la censura y la coacción. Sánchez es un incapaz pero les resulta utilísimo porque es un psicópata narcisista, es decir un valioso sicario.
Lenin y Trotsky repetían que «la mentira es un arma revolucionaria»