La Revolución Obrera de Asturias de 1934, también conocida como la Revolución de Octubre, fue un acontecimiento de gran importancia en la historia de España durante la Segunda República. Este episodio marcó un período de intensa lucha política y social, con profundas implicaciones en la política española. A continuación, se explora este capítulo histórico:
El Desencadenante
La Revolución de Octubre de 1934 tuvo su origen en una serie de factores. Uno de los principales desencadenantes fue el nombramiento de José María Gil-Robles como presidente de las Cortes, lo que se percibió como un avance hacia la derecha por parte del gobierno republicano. Además, la agitación política y la lucha de clases estaban en su punto álgido.
La Insurrección Obrera
El 4 de octubre de 1934, el sindicato anarquista CNT llamó a una huelga general, que fue seguida por trabajadores y fuerzas de izquierda en varias regiones de España, con mayor intensidad en Asturias y Cataluña. En Asturias, los mineros lideraron la insurrección, tomando el control de ciudades como Oviedo y Gijón.
La Respuesta del Gobierno Central
El gobierno de la Segunda República, presidido por Alejandro Lerroux, respondió con fuerza a la insurrección. Se declaró el estado de guerra y se envió al ejército para sofocar la revuelta. La confrontación resultó en violentos combates, con un alto número de bajas y daños materiales significativos.
Consecuencias y Represión
La Revolución de Octubre de 1934 fue sofocada por el gobierno central en noviembre del mismo año. La represión fue severa, y muchos líderes obreros y políticos de izquierda fueron arrestados y condenados. La revuelta marcó un aumento en las tensiones políticas y sociales en España y preparó el terreno para los acontecimientos que llevaron a la Guerra Civil Española en 1936.
Legado Histórico
La Revolución Obrera de Asturias de 1934 dejó una huella profunda en la historia de España. Marcó un punto de inflexión en la política de la Segunda República y exacerbó las divisiones ideológicas y regionales en el país. Este episodio también puso de manifiesto la lucha de clases y las tensiones políticas que llevaron finalmente al conflicto civil.
En resumen, la Revolución Obrera de Asturias de 1934 fue un período de agitación política y social en la Segunda República Española. Aunque fue sofocada por el gobierno central, tuvo un impacto duradero en la política española y contribuyó a la escalada de tensiones que desembocaron en la Guerra Civil Española.
Ese es el espiritu que se debe recuperar el de la lucha obrera pero obrera de verdad no la estafa que tenemos hoy. El PSOE que ni es socialista, ni obrero ni Español es un partido traidor al Pueblo pero no solo el son todos porque todos sirven a esos burgueses reales los que gobiernan el mundo. Hasta que la humanidad no espabile no hay nada que hacer.