Uno de los grandes problemas que sufrimos en la España actual y que están ayudando a que nos encontremos con las trampas que nos encontramos es el hecho de que haya gente que, por cobardía o por despiste, no se de cuenta de la gran estafa que se está produciendo contra los españoles a través de las elecciones generales.
Parecen no enterarse, o no querer saber nada, de lo que muchos estamos denunciando ya que es el propio sistema el que no cumple la ley electoral a la hora de realizar el conteo de los votos en las juntas electorales provinciales.
Este hecho, además, es fácilmente comprobable y contrastable. Las pruebas que se tienen de que se dan por buenos los resultados que ofrece INDRA la noche electoral y no se realiza el obligado escrutinio general son infinitas. ¿Por qué hay tanta gente que no lo quiere ver? ¿Por qué no lo denuncian? ¿Se imaginan que alguien con tanta influencia y seguidores, como José Manuel Soto, se hiciera eco de estas denuncias que inundan las redes y no diera alegremente por buenos los resultados que nos ofrece el oficialismo?
Que sí, que a estas alturas ya sabemos lo mucho que miente Sánchez, que a estas alturas esto ya no sorprende a nadie, pero lo que podemos casi asegurarle a Soto, y a quien sea, es que Sánchez no ha sido votado por 7,7 millones de españoles. Probablemente, ni siquiera por la mitad.
Ya el hecho de dar por bueno algo que no ha sido comprobado y que, sorprendentemente, se niegan a hacer, nos preocupa y nos indigna.
Si esto es muy simple: hay una ley electoral que no se cumple, pues que se cumpla, sin más. Y si los resultados oficiales que nos han dado son los reales, nada que decir. Pero el simple hecho de que no se quieran comprobar ya genera sospechas, ¿no les parece?