La farsa en la que vive instalado el mundo desde siempre, pero mucho más desde hace tres años, es cada vez más descarada y exasperante. La agenda gloablista, la 2030, la basura con la que se nos quiere imponer a toda la humanidad una dictadura global, ya campa a sus anchas sin disimulo y las marionetas agendistas se retratan, cada vez que tienen ocasión.
Una de esas marionetas más conocidas en los últimos tiempos es el impresentable Droguenski. Al tipo se le ha dado su oportunidad en la reunión de marionetas celebrada en la ONU y ha dejado claro a qué equipo pertenece, por si algún despistado, de esos de banderitas en redes sociales, todavía tuviera alguna duda.
Mientras se pasa el día pidiendo más armamento para continuar con su guerra, haciendo gala de su militante ecologismo, se dirige al auditorio de los agendistas en Nueva York apoyando el discurso de la farsemia climática y dejando clara su convencida militancia.
«La humanidad está fracasando en sus objetivos de política climática». «Dadme más armas para prolongar la guerra contra Rusia. El hecho de que las guerras sean las mayores emisoras de CO2 no importa en este caso».
Pero ojo, a pesar del descaro, todavía habrá mucho pamplinas que defiendan y justifiquen al tipo. A pesar del descaro todavía andarán por el mundo a vueltas con esa bandera.