Como vivimos en un país en el que muy poca gente quiere ver la realidad, nos encontramos con que una inmensa mayoría cree que estamos en una nación en la que existe la democracia, que hay libertades y limpieza electoral. Y en realidad vivimos en la peor de las dictaduras porque esto es una dictadura encubierta.
La Plataforma Elecciones Transparentes lleva denunciando, desde hace años ya, las graves irregularidades que se cometen en todos y cada uno de los procesos electorales que se celebran en España, sobre todo desde que Sánchez es presidente del gobierno. Pero como aquí nadie quiere saber nada, la clase política no ha hecho ni caso, la Justicia tampoco y la sociedad civil poco más o menos lo mismo, salvo raras excepciones.
Ahora nos encontramos ante una convocatoria electoral en la que las irregularidades se están detectando incluso antes de que las elecciones se celebren. Lo del voto por correo está generando unas sospechas tremendas y hay muchísima gente que incluso todavía no ha podido realizarlo.
¿Qué garantías de limpieza podemos tener cuando, además, es el propio gobierno el que controla Correos y la empresa INDRA? ¿Podemos tener la certeza de que todo vaya a ser limpio y, supuestamente, democrático? Parece que no.
Ese es el motivo por el que Elecciones Transparentes ha solicitado la suspensión de las elecciones del próximo 23 de julio ante la Junta Electoral Central. Sabemos que no lo va a conseguir, pero el documento ahí queda.
