viernes, diciembre 13, 2024
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Disturbios en Francia: una mezcla de muchas cosas

Creemos que para darse cuenta de lo que, en realidad, está sucediendo en Francia hay que mirar hacia todas las circunstancias, una por una, puesto que da la sensación de que hay una mezcla de muchas cosas.

En primer lugar, los supuestos hechos que han provocado los disturbios. El pasado martes, en Nanterre, situado en la parte oeste de la capital de Francia, París, Naël, un joven de apenas 17 años, fue disparado por un policía. Este agente alegó haber usado su arma contra el adolescente en legítima defensa, pero esta acción generó una profunda indignación en el país vecino, hasta el punto de que en los últimos días se han producido graves disturbios en diferentes zonas, con cientos de detenidos en dichos incidentes.

Al ser de origen norteafricano, es decir, inmigrante, la muerte de este joven ha provocado una ola de violentas protestas en todo el país, que nos empiezan a recordar bastante a las de George Floyd en Estados Unidos.

Con este tipo de sucesos queda evidenciado que la población inmigrante no es igual que la europea y ante una situación como esta protagoniza protestas violentas, algo que, normalmente, la población europea en general no hace, tal y como ha quedado demostrado en los últimos tiempos.

Pero aquí hay muchas cosas entremezcladas que conviene intentar descifrar. Y es que, aunque el joven muerto no era ningún santo puesto que iba sin carnet de conducir, y, al parecer, tenía antecedentes judiciales, no es menos cierto que resulta impactante el hecho de que el policía disparase de esa forma cuando intenta huir, «casualmente» en una acción grabada por un testigo.

Y decimos que hay varias cosas entremezcladas por lo siguiente: la inmigración masiva y muchas veces irregular que está llegando a los países europeos, entre ellos Francia, está trayendo situaciones muy conflictiva e infinidad de delitos que antes, en Europa, no se sufrían.

Pero después hay un tema que tampoco hay que olvidar y que, por otro lado, no ha tenido las mismas consecuencias: la violencia policial que hemos podido ver en Francia en los últimos meses y también en otros países europeos, entre ellos España.

La cosa no se queda solo en esto, se complica aún más todavía cuando empiezan las violentas protestas por esta muerte. ¿Por qué? Porque los protestantes están recurriendo a una violencia extrema contra ciudadanos franceses, contra edificios e incluso están llegando al punto del saqueo de establecimientos, que nada tienen que ver con el origen de los disturbios.

Por ejemplo, hoy está circulando un vídeo en el que podemos ver a un ciudadano francés al que han pegado una enorme paliza y le han llegado incluso a mutilar cuando trataba de evitar que le quemaran el coche.

Después no deja de sorprender ver a la madre de Naël, el joven cuya muerte ha provocado todas estas protestas. ¿Les parece normal que una madre, que acaba de perder a su hijo, actúe de esta forma? Lo normal es que, si pierdes a un hijo, no tengas ni ganas de salir a protestar, cuando ni siquiera ha hecho una semana de su muerte y menos con esa cara de alegría que muestra.

A partir de este momento es cuando los agendistas tratan, como siempre, de sacar rédito de lo que está pasando. Mientras no decían nada de la violencia policial cuando los que la sufrían eran franceses que salían a protestar por el asunto de las pensiones, ahora, con este asunto, «la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos pidió hoy a Francia que aborde seriamente «los profundos problemas de racismo y discriminación» de sus fuerzas del orden, después de la muerte del joven de origen norteafricano Näel el 27 de junio en el suburbio parisino de Nanterre, tras ser presuntamente abatido a tiros por un policía».

Pero es que, además, ya se ha podido saber que entre los protestantes ya están infiltrados los famosos «antifas» que, como sabrán, reciben financiación directa de personajes como Soros.

Ahora fíjense en el efecto que se está consiguiendo: los mismos franceses que antes podían criticar a la policía por su comportamiento para con ellos por las protestas que protagonizaban, ahora, probablemente, les estén apoyando ante la desproporción de la violencia que esta muerte ha desatado.

Da la sensación que, con cualquier asunto que suceda, las víctimas son siempre los mismos: en este caso, la población francesa pacífica y, al final, también los que pagan las consecuencias en primera persona, como ese hombre que mencionábamos anteriormente que había sufrido incluso mutilaciones al intentar evitar que quemaran su coche.

En cualquier caso lo que parece es que se sigue jugando con nosotros, con los europeos. En el caso que nos ocupa no sabemos cómo, no sabemos de qué, no sabemos de dónde, pero lo que está claro es que el asunto es tremendamente raro.

En resumen:

  • La muerte queda grabada.
  • La madre sale exultante a protestar.
  • Se desata la violencia contra una población que, hasta hace bien poco, estaba protestando contra el gobierno.

Ahora llámennos «conspiranoicos», pero esto no parece que haya sido algo casual. Parece perfectamente orquestado para lograr una serie de objetivos, curiosamente, en uno de los pocos países en los que parecía que la población se había levantado contra las dictaduras impuestas por su gobierno.

Con este suceso, una de las primeras consecuencias ha sido que esas protestas de los franceses contra las pensiones han sido desactivadas.

Y por cierto, mientras el país arde en llamas, Macron bailando con Elton John.

¿No les parece curioso?

EsDiestro
Es Diestro. Opinión en Libertad
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