Artículo de Alfonso de la Vega
El conejo llega tarde Al otro lado de la madriguera, en esta realidad estupefaciente producto de una pesadilla que en que se ha convertido el reino borbónico de España, mientras el rey ve reducida su talla de heroico estadista democrático, permanece escondido entre los faldones de la feroz reina de corazones que aúlla fuera de sí: ¡Qué les corten la cabeza!
Pues sí, caen las cabezas al saco de la ignominia como en el temido Termidor. Peñafiel, Alfonsín, Savater ;la caprichosa consorte decide a quien liquidar y el demediado rey consiente, calla y otorga.
Menos mal que tenemos un rey que no nos lo merecemos. Su Majestad confiesa una y otra vez, a piñón fijo como el alcalde de Villar del río a la espera de los americanos, que es el más firme defensor de los derechos constitucionales, y seguro que es cierto, ya que insiste muy campanudo, tan serio y cumplidor como es él, libertad de opinión, de prensa y de cátedra incluidos, porque si no fuese así, no sé dónde estaríamos gracias a las instituciones borbónicas y la degradación de la sociedad que disfrutamos gracias ya casi medio siglo de pertinaz Monarquía.
Savater es expulsado del periódico del Régimen, tratado como una sufrida y esforzada chacha complaciente anciana a la que ya no se puede exprimir más. Y porque ha confesado que se ve incapaz de creerse tantas y tan gordas patrañas.
Lo de Peñafiel se veía venir dada la condición actual de la casa real que parece más una casa sí pero de otras cosas. Es una medida torpe por completo, que indicaría un nerviosismo desatado, fuera de control y pueda traer más revelaciones infortunios eróticos, además de dejar en ridículo constitucional a Su Majestad.
Sobre el despido de Alfonsín hay diversidad de opiniones. Se considera como más probable otra venganza de la consorte, que habría buscado más y mejor sintonía con su aliado Sánchez y una mayor protección en la gestión de los nuevos tremendos escándalos. Incluso algún cortesano que no se resigna dejar de hacer el ridículo como su mismo rey o en su deseo de agradar a Palacio intenta colocar las explicaciones más descabelladas. Entre estas muestras de infamia intoxicadora destaca un editorial ditirambo alabancioso de un Vozpópuli metido a vendedor de telas invisibles en el que se puede leer cosas tales como:
“Esta sustitución al frente de la Casa implica un decidido impulso al proceso de renovación y modernidad que guía la acción de Felipe VI desde su llegada al trono, de la que se cumplen ahora diez años. Alfonsín ha sido el sabio consejero e inspirador de este esforzado empeño, conducido desde la discreción y la audacia, y sorteando todo tipo de inquinas y adversidades. Fue preciso superar el final de la era de Juan Carlos I.
Como si ahora no hubiera más y mucho peores que cuando el Emérito. Y continúa el audaz editorialista, imposible le ademán e inasequible al desaliento, con más caricias:
«Ejemplaridad, transparencia, integridad fueron las líneas maestras dictadas por el Rey y llevadas a cabo con precisión y buen pulso por su fiel servidor, un Alfonsín que raramente incurrió en errores graves, en insuperables desaciertos y del que puede asegurarse que ha sido una baza fundamental en culminar con éxito esta larga travesía que, en determinados momentos, arriesgó con naufragar.
Pues menos mal que no hemos naufragado y que estamos apunto de consolidar la Corona, que si no esto va a parecer la famosa playa del treze y el cementerio de los ahogados del buque escuela Serpent, triste suceso acaecido en la costa de la muerte junto a cabo Villano.
Y aquí viene el broche pringoso final:
«La Corona actúa como una fortaleza de los valores constitucionales -así se vio el 3 de octubre de 2017-, un baluarte de nuestra realidad democrática y la expresión más viva de los valores por los que, en forma unánime, apostaron los españoles hace ya casi medio siglo. Resulta necesario que esta renovación en la cúpula de la Casa contribuya a la necesaria consolidación de la Corona, objeto ahora de hostigamiento, menosprecio y persecución por quienes pretenden alterar abruptamente nuestro marco de convivencia.»
Lo de octubre de 2017 que dice debió ser nube de verano o resultado de una calentura, gracias a Dios pasajera, porque es recordado por lo insólito, como las gracias de un tierno infante, si bien ahora tiene la oportunidad Su Majestad de no meterse en más heroicidades patrióticas redentoras cuando firme con su bonita letra borbónica la amnistía descabello final del Estado de derecho y mentís a su propia acción anterior que por lo que se ve no estaba consolidada.
Pero la desquiciada reina de corazones sigue furiosa, imponiendo sus caprichos en un sálvese quién pueda….
La nobleza y la realeza no funciona por logias sino por órdenes. Felipe V, como su padre, pertenece a la Orden de la Jarretera y debe obediencia a Carlos de Inglaterra.
Un Rey Filisteo…y una Reina Cananea…por obra gracia de la Kabala y la Religión de Yahve-Kronos-Saturno.
En el pais donde se gesto el protestantismo a través de Priciliano,el prescilianismo y su herejía atravesó fronteras:antitrinos.
Es que el orejón lopigio de Carlos de Inglaterra simboliza El du yahwi aba ot,también Baal…hay muchos nombres para Satanás.A las que las mujeres de la prensa especialmente rinden culto y ofrecen ofrendas en forma de sacrificios humanos.