Hacía mucho, mucho tiempo que no sabíamos nada de César Carballo. El urgenciólogo, el todólogo de los protectores labiales parecía estar muy tranquilo en los últimos tiempos, o puede ser que nosotros le prestáramos poca atención, como están haciendo esos medios de los que ha vivido tan bien.
Y parece que Carballo, esa falta de ese protagonismo que tanto le gusta la echaba de menos. Y tenía que volver a aparecer, ¡cómo no!. Vuelve Carballo por Navidad, como los turrones, y vuelve para amargar la vida a los cada vez menos despistados que van quedando.
¿Y qué le ha pasado a Carballo? Fácil, que a pesar de sus tres banderillazos, tal y como él mismo reconoce, se ha contagiado. No sabemos de qué, pero se ha contagiado. Pero imaginen, en esa cabecita loca por la fama que tiene habrá pensado: ¿cómo puedo conseguir que se vuelva a hablar de mi? Pues con un buen contagio, ¿cómo si no?
Y claro, nos lo tiene que contar a todos. Porque lo que busca Carballo, en realidad, es que alguna tele y algún medio salta con la noticia y le lleven de nuevo con aquello de ¡el todólogo Carballo se ha contagiado!
El problema es que cada vez le quedan menos recursos para la farsa y menos seguidores fieles. Por eso, cada vez que suelta algo la gente acude, pero a ponerle verde. ¿Y a qué recurre para defenderse? Pues al famoso: «Usted no trabaja en urgencias». Les suena, ¿verdad?
https://www.marca.com/futbol/mas-futbol/2023/12/12/6578c1e846163f45888b45aa.html
Esta perla, como todas las que tienen poder e influencia en nuestro sistema solo es un títere sicario más de los verdaderos y ocultos amos Illuminati. A estos actores solo se les puede reconocer su habilidad para engañarnos y llevarnos al matadero
Este sujeto es tan tonto que ni sabe aún que es reemplazable y que los satánicos entes a los que sirve ni siquiera le aguijonearon placebo como a Sánchez, Marlaka, Robles, Iglesias o Abascal