En un giro inesperado en la investigación del asesinato del activista conservador Charlie Kirk, un hombre de 71 años ha sido acusado de obstrucción a la justicia y explotación de menores tras admitir que su confesión inicial era falsa. George Zinn, un hombre de Salt Lake City, Utah, generó confusión inmediata después del tiroteo fatal contra Kirk al gritar que él era el responsable, lo que distrajo temporalmente a las autoridades y permitió que el verdadero sospechoso escapara por más tiempo.
El incidente que ocurrió el 10 de septiembre de 2025 durante un evento de Turning Point USA en la Universidad de Utah Valley (UVU), en Orem. Charlie Kirk, de 31 años, fundador de la organización conservadora y figura prominente en el movimiento republicano, fue alcanzado por un disparo en el cuello mientras respondía preguntas en el escenario. A pesar de los esfuerzos de su equipo de seguridad y el traslado inmediato a un hospital, Kirk falleció poco después debido a la pérdida significativa de sangre.
🚨 JUST IN: George Zinn, the old man arrested at Charlie Kirk’s shooting, has now been charged with possession of CHlLD P0RN
Give this guy the same punishment as Kirk’s ACTUAL kiIIer
He’s already been charged with FELONY obstruction after he admitted to staging a distraction to… pic.twitter.com/wFdNUUUmMp
— Nick Sortor (@nicksortor) September 16, 2025
El evento, que atraía a unos 3.000 asistentes, se convirtió en un caos cuando miles de estudiantes huyeron en busca de refugio, y solo seis oficiales de la policía universitaria más el equipo privado de Kirk estaban presentes para manejar la situación.
Minutos después del disparo, Zinn se acercó a un oficial de la policía y exclamó: «¡Le disparé! ¡Ahora dispárenme!». Estaba tendido en el suelo, rodeado por personas que parecían asistirlo, lo que llevó a su detención inmediata. Videos difundidos en redes sociales capturaron el momento en que los agentes lo esposaban y lo escoltaban fuera de la escena, con los pantalones a la altura de las rodillas, mientras estudiantes lo insultaban asumiendo que era el agresor.
Esta escena generó especulaciones erróneas en plataformas como X, donde algunos usuarios confundieron a Zinn con el tirador real, y hasta se difundieron identidades falsas de otros individuos, como un jubilado canadiense de 77 años, Michael Mallinson, quien recibió amenazas en línea por error.
Tras su detención inicial en la comisaría de UVU, Zinn solicitó un abogado, pero luego admitió que su confesión era inventada. Según documentos policiales, declaró que actuó para «desviar la atención del verdadero tirador» y convertirse en un «mártir» por la persona disparada, permitiendo que el sospechoso real huyera. Mientras lo trasladaban a un hospital local por un episodio médico no especificado (posiblemente dolor en el pecho), repitió que estaba «contento de haber dicho que disparó a la persona para que el verdadero sospechoso pudiera escapar».
Las autoridades estiman que estas acciones retrasaron la investigación en al menos 33 horas, desviando recursos necesarios para capturar al asesino.
El nuevo sospechoso, Tyler James Robinson, de 22 años, fue arrestado casi un día y medio después del tiroteo. Robinson enfrenta cargos graves, incluyendo asesinato agravado, descargo de arma de fuego causando lesiones graves, obstrucción a la justicia, manipulación de testigos y comisión de un delito violento en presencia de un menor. Según los fiscales, Robinson confesó en una nota oculta a su compañero de cuarto y podría enfrentar la pena de muerte, con el gobernador de Utah, Spencer Cox, y el expresidente Donald Trump presionando por un proceso acelerado.
No hay evidencia de que Zinn y Robinson se conocieran o conspiraran, según el sheriff del condado de Utah, pero el caso de Zinn ha complicado el panorama.
Una vez liberado del hospital el 16 de septiembre, Zinn fue arrestado formalmente y trasladado a la cárcel del condado de Utah, el mismo centro donde se encuentra Robinson. Inicialmente reacio a entregar su teléfono a los investigadores del FBI y la Oficina de Investigación de Utah, Zinn finalmente consintió, pero advirtió: «Uso el teléfono para ver material de abuso sexual infantil». Un examen preliminar reveló más de 20 imágenes explícitas de menores entre 5 y 12 años en diversas etapas de desnudez y poses sexuales, junto con mensajes donde compartía el contenido con otros. Zinn admitió obtener gratificación sexual de ello y preferir víctimas en ese rango de edad, lo que llevó a cuatro cargos por explotación sexual de menores (delitos de segundo grado) y uno por obstrucción a la justicia.
La Unidad de Víctimas Especiales del condado obtuvo una orden de allanamiento para el dispositivo, y la investigación sobre el material sigue en curso. Zinn, descrito como un hombre con antecedentes de arrestos menores por allanamiento en eventos políticos y una amenaza terrorista en 2013 (por un email sobre bombas en una maratón de Salt Lake City), permanece en custodia sin fianza, según una moción presentada por las autoridades.