En un interesante vídeo publicado hace unos meses en la plataforma Brighteon por el canal Leona Wind), las doctoras Lee Merritt y Jane Ruby mantienen una conversación profunda y controvertida sobre temas de salud pública, enfocándose en la relación entre parásitos, cáncer y las brebajes contra el bicho inexistente. Este diálogo, que forma parte de una serie de discusiones en el programa The Dr. Jane Ruby Show y que ha sido compartido en plataformas alternativas como Rumble y BitChute, desafía narrativas médicas convencionales y alerta sobre lo que perciben como una agenda oculta en la industria farmacéutica.
Uno de los puntos centrales de la conversación es la teoría presentada por la Dra. Lee Merritt, cirujana ortopédica y ex presidenta de la Asociación de Médicos y Cirujanos Estadounidenses (AAPS), de que los tumores cancerosos no son simplemente «células rebeldes» como se enseña en la medicina tradicional, sino sacos llenos de parásitos. Según Merritt, estos parásitos se identifican erróneamente como tumores en las pruebas médicas estándar, lo que explica por qué tratamientos antiparasitarios como la ivermectina y la hidroxicloroquina (HCQ) han mostrado eficacia en casos de síntomas gripales y cáncer.
La Dra. Ruby, doctora en psicología y defensora de la medicina alternativa, respalda esta idea con evidencia histórica y científica que Merritt ha investigado durante años. Explican que el cáncer ha sido ligado a parásitos desde hace décadas, citando estudios olvidados o suprimidos que muestran cómo estos organismos prosperan en entornos de baja oxigenación y alta toxicidad en el cuerpo. «El cáncer no es una enfermedad genética aislada; es una infestación parasitaria que la industria farmacéutica ignora para vender quimioterapia ineficaz», afirma Merritt en el video. Ambas doctoras argumentan que esta «paradigma parasitario» podría revolucionar el tratamiento del cáncer si se adoptara ampliamente, pero es silenciado por intereses económicos.
La discusión se intensifica al conectar esta teoría con los brebajes contra el bicho inexistente. Merritt y Ruby alegan que las inyecciones no contienen solo proteínas de pico, sino elementos parasitarios y nanotecnología avanzada desarrollada por agencias como DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de EE.UU.). Según ellas, el famoso bicho es un fraude, y las pruebas PCR son manipuladas para generar «positivos» falsos en una guerra no convencional contra la población.
Merritt detalla cómo los pinchazos podrían inyectar parásitos que se activan con campos electromagnéticos (EMF), como los de las torres 5G, exacerbando enfermedades crónicas y cáncer. Ruby añade que esto forma parte de un plan de despoblación y control mental, citando documentos de DARPA sobre interfaces cerebro-máquina y manipulación de información. «Estamos en una guerra biológica con tecnología de alto nivel; los pinchazos no previenen nada, sino que instalan un sistema de control», enfatiza Ruby. Ambas critican la narrativa oficial del «laboratorio» y defienden que el COVID fue un evento escenificado para imponer medidas autoritarias.
Las doctoras expresan frustración con la censura que han sufrido en plataformas mainstream, atribuyéndola a una agenda globalista. Merritt, veterana de la Marina de EE.UU., relata su trayectoria desde cirujana naval hasta «médico rebelde», mientras Ruby destaca su experiencia en salud alternativa y demandas legales contra figuras como Robert Malone por difamación.
Para los espectadores, ofrecen consejos prácticos: detox con ivermectina, zeolita y grounding (conexión con la tierra); purificación del agua y aire; y suplementos como aceite de hígado de bacalao. Insisten en evitar la quimioterapia y promover protocolos antiparasitarios para revertir daños post-pinchazo. «Todos necesitan prestar atención a esto; el conocimiento es la mejor defensa», concluyen.



