sábado, noviembre 23, 2024
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El Rey y el gran felón

España vive un curioso déjá vú, es decir, un tipo de paramnesia del reconocimiento de alguna experiencia que se siente como si se hubiera vivido previamente.

Si acudimos a la hemeroteca y repasamos un magnífico artículo de José Antonio Primo de Rivera publicado en el Diario “La Nación” el 15 de junio de 1934, es decir, hace 89 años, nos daremos cuenta que lo que he afirmado al inicio de este artículo, es pura realidad:

“La abierta rebeldía de la Generalidad de Cataluña contra el Estado español nos hace asistir a un espectáculo más triste que el de la misma rebeldía: el de la indiferencia del resto de España, agravada por la traición de los partidos políticos, como el socialista, que han pospuesto la dignidad de España a sus interesas políticos.

Mientras los nacionalistas catalanes caldean el ambiente en Barcelona, no hay en Madrid nacionalistas españoles que proclamen a gritos la resuelta voluntad de mantener unida a España…

… Y la insolencia separatista crece. Y el Gobierno busca fórmulas jurídicas. Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición”.

Tras el introito, recordemos que hace unos días se celebró la apertura del año judicial con la asistencia del Rey, del presidente del Tribunal Supremo y del Fiscal General del Estado. En ese macabro acto, en ninguno de los discursos pronunciados se mencionó el grave suceso de la amnistía-golpe-de-estado organizado por la Sobona tucán, por Puigdemont y por el Gran Felón. Tampoco se hizo comentario alguno acerca de la defensa de  la Nación Española, de la Constitución o de la monarquía.

En consecuencia intuimos, que el rey Felipe VI tiene un problema para salir de la encrucijada diabólica en la que las acciones y las omisiones de los nefastos políticos que nos ha dado España en este principio de siglo, le han metido.

Las ansias del Felón por no salir de la Moncloa y la inoperancia del estafermo Feijoo, le dejan al rey Felipe VI sólo dos opciones, sabiendo que la investidura de Feijoo va a ser fallida: ora llama a Sánchez y este le dice que tiene suficientes apoyos para ser nombrado por el rey candidato a presidente del gobierno en el Congreso de los Diputados, (entre los que se encuentra Puigdemont) y en consecuencia el rey le propone como candidato a las cortes, ora el monarca le dice a Sánchez que no puede aceptar su candidatura ya que en la misma le apoya un delincuente prófugo, cuyo objetivo, pactado con el Gran Felón, es destruir la unidad de la patria de la cual es garante Felipe VI, y dar un golpe de estado con la amnistía de los delincuentes separatistas.

Con la primera opción, Felipe se hace el harakiri. Con la segunda opción, el rey tendrá que imponerse jerárquicamente a Sánchez y recordarle que él es Capitán General de los Ejércitos, máximo garante de la Constitución y de la unidad de la Patria, y que no le va a proponer como candidato, como consecuencia de ir acompañado de enemigos de España.

Aun así, de ambos modos saldría ganando Sánchez ante los ojos de su turba.  Con la primera de las opciones, el Fran Felón haría un referéndum separatista en Cataluña y en las Provincias Vascongadas. Inmediatamente después, Sánchez convocaría otro referéndum contra la monarquía, y a consecuencia de esos plebiscitos, el rey estaría en el exilio más pronto que tarde. Con la segunda de las opciones, el rey sería llamado fascista, golpista y tendríamos altercados públicos en la calle y huelgas protagonizadas por los socios de Sánchez y por la hordas callejeras manejadas por el PSOE.

En este momento histórico en el cual nos encontramos, que a mi modo de ver es el más grave que ha acontecido en España desde el golpe de estado dado por el PSOE en 1934 con la Revolución de Asturias, a Felipe VI sólo le queda aplicar la Ley, ejercer de rey y mantener la dignidad de España y de la Corona, optando por convocar nuevas elecciones en diciembre, sin proponer a Sánchez como candidato a presidente de gobierno.

Espero que el rey lo haga, porque como a tantos españoles, me gustaría tener un Rey que se comportara como lo que es. Basta ya de tener como rey a un funcionario del Estado que se dedica a entregar premios cuando le dejan, a inaugurar actos intrascendentes y a felicitar la Navidad por televisión o a cortar la cinta en el inicio de una feria de teléfonos móviles. Yo quiero un verdadero rey. 

Sánchez va a cargarse la Corona y el Estado, y sólo el rey lo puede evitar comportándose como un rey español. Quiero que al menos una vez, el Jefe del Estado dé la cara de verdad y no por televisión con palabras interpretables. España necesita hoy que el rey se juegue el pellejo por su patria, por la libertad y por el honor de los españoles que tanto esperan de él en estos momentos. Me dolería mucho ver cómo sería expulsado de su Reino, sin hombría y con la cabeza gacha, como su bisabuelo.

En este juego que se acaba, el rey está obligado a respetar la Ley, pero Sánchez también. Si el felón se la salta a la torera, todos estamos legitimados para hacer lo mismo, incluido el rey. La democracia es respetar la ley. La democracia no es juntar un puñado de votos más que el adversario para obtener una mayoría con la que hacer locuras de psicópatas fuera de la Constitución. Con la Ley en la mano, en las Cortes NO se puede aprobar una amnistía ilegal por una simple mayoría de enemigos de la patria, como tampoco se podría votar con esa misma mayoría, implantar la esclavitud o la pena de muerte,  ni declarar que la tierra es plana, legalizar la antropofagia o que Cataluña ha sido o es una nación. Las locuras no caben en democracia aunque se tengan más votos. Mil millones de moscas comen mierda y no por ello la mierda es buena.

Sánchez habla de votos y de mayorías, con el único objetivo de permanecer en el poder para siempre como jefe de una república socialista, pero este vil individuo se defeca en la palabra democracia cada vez que la pronuncia.  Se ríe de todos nosotros.

Lo que está sucediendo es culpa de todos  porque pudo anticiparse al observar los ridículos saltitos de alegría que los líderes socialistas daban en la noche de las elecciones del 23 J. La euforia natural o inducida,  inundaba las caras del felón y de la vástago del dueño de las saunas gays.

El infame felón se va a comer todas las reclamaciones de Puigdemont

Los orcos negociadores de Sánchez, entre los que se encuentra el desenterrador, van a aceptar, sin discusión alguna y en la misma posición que un cliente pasivo de la “Sauna Azul” del suegro de Sánchez, las siguientes condiciones de Puigdemont:

  • La amnistía para todos los delincuentes separatistas del 1-O.
  • Un mediador entre España y una región de la misma nación, (como si de dos estados soberanos se tratara) para negociar la independencia de esta región a espaldas del pueblo soberano de España.
  • La celebración de un referéndum de independencia, para convocarlo ante el comisionado mediador.
  • La condonación de la deuda que la Generalitat mantiene con el Estado —del orden de 70.000 millones de euros.
  • Añadir 20.000 millones más de concesión de créditos del Estado, por el pretendido déficit de financiación que tiene Cataluña. En resumen, le regalaríamos a los separatistas catalanes, la cantidad de  2.000 euros por cada español.

Esa amnistía ilegal, está destinada a 4.200 funcionarios de la Generalitat que incumplieron la Ley de Contratos del Estado, que utilizaron recursos públicos para fines ilegales, que hicieron pagos con dinero de todos los españoles careciendo de la justificación documental de su destino. Este acto de prevaricación  trataría de manera desigual a los malversadores según fueran catalanes separatistas o de otro lugar de España. Sería un precedente para futuros intentos secesionistas, en los que se volverían a utilizar los recursos públicos de manera ilegal, pero ahora sin los delitos de malversación y de sedición.

Como he señalado anteriormente, el Felón incumple la Constitución con la Ley de Amnistía a Puigdemont y su criminales, dado que esa norma sería un indulto de carácter general camuflado y contrario al artículo 62 i) de la Constitución, que dice literalmente: «Corresponde al Rey ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley, que no podrá autorizar indultos generales».

El felón pretende que queden amnistiados todos los actos de intencionalidad política, cualquiera que fuera su resultado, tipificados como delitos o como conductas determinantes de responsabilidad administrativa. Serían los actos de intencionalidad política, cualquier hecho vinculado a la preparación, organización, convocatoria, financiación, favor, promoción, ejecución y celebración tanto de procesos participativos sobre el futuro político de Catalunya del 9 de noviembre de 2014 como del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre de 2017, así como de los actos de protesta en la vía pública que, con el fin de defender el citado referéndum o criticar las actuaciones de las autoridades gubernamentales o jurisdiccionales hubiesen sido objeto de persecución penal.

Con independencia de cómo se titule esta ley de amnistía infame e ilegal, también chocaría la misma con el Código Penal de 1973 (artículo 112), y con el vigente Código Penal de 1995 (artículo 130), ya que en ninguno se contempla como causa de extinción de la responsabilidad criminal la amnistía, sino tan solo el indulto que, como se ha señalado, por expresa previsión constitucional solo puede tramitarse y concederse de manera individual.

Pero en estos actos y prolegómenos a la creación de la nueva mayoría Frankestein 2.0, la sobona comunista con nariz de tucán, también ha delinquido reuniéndose con Puigdemont en Waterloo. La ley nos dice en el art. 408 del Código Penal, que la autoridad o funcionario que, faltando a la obligación de su cargo, dejare intencionadamente de promover la persecución de los delitos de que tenga noticia o de sus responsables, incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años. Otra norma infringida por Sánchez y sus esclavos morales.

Yolanda Díaz y el diputado de Podemos, Jaume Asens, deben de responder ante la Justicia  por reunirse con Carles Puigdemont en Bruselas para negociar la investidura de Pedro Sánchze y, por tener un encuentro con un prófugo de la Justicia que, de entrar en España, sería detenido por la policía.

Estos dos individuos, tienen desde la reunión con Puigdemont, conocimiento directo de los planes del delincuente y no han hecho nada para evitar sus futuros planes o actos delictivos.

También sería hipotéticamente responsable de prevaricación, la ministra de Defensa señora Robles, por permitir que la Vicepresidente del Gobierno haya viajado en un Falcón del Ejército del Aire para ir a visitar a un delincuente fugado y se haya acompañado de un séquito de cuatro personas, con cátering incluido, costándole al Estado más de 620.000 euros.

Las infracciones de Sánchez a la Constitución con la Ley de Amnistía, afectan a múltiples artículos de la constitución, entre ellos, el art. 2 en cuanto que dice la que Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles.

También afectan al artículo 1 de la C. E., ya que con la Ley de Amnistía, España dejaría de ser un Estado social y democrático de Derecho, al quebrar los valores superiores de su ordenamiento jurídico de la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

La soberanía nacional dejaría de residir en el pueblo español y pasaría a residir en cada sátrapa, que como Sánchez, ocupara el sillón de presidente del gobierno y del cual emanarían los poderes del Estado, pasando España a ser una dictadura comunista.

España dejaría de ser una Monarquía parlamentaria, para pasar a ser una  república bananera presidida por un hortera de bolera como el Gran Felón.

Pero lo que intenta hacer Sánchez y Puigdemont, con la ayuda de Oteguí y del Ciclope de las hamburguesas, choca con el artículo 8 de la Constitución Española, en el cual, las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.

Como decía Spengler, en España es posible que al final un pelotón de soldados la vuelva a salvar. 

Terminemos como hemos empezado, haciendo referencia a un discurso de José Antonio en las Cortes el 4 de enero de 1934 y al discurso de Fundación de Falange Española el 29 de octubre de 1933: 

“Amamos a Cataluña por española, y porque amamos a Cataluña la queremos más española cada vez, como al País Vasco, como a las demás regiones. Simplemente por eso porque nosotros entendemos que una nación no es meramente el atractivo de la tierra donde nacimos, no es esa emoción directa y sentimental que sentimos todos en la proximidad de nuestro terruño, sino que una nación es una unidad en lo universal, es el grado a que se remonta un pueblo cuando cumple un destino universal en la Historia”. “Nada puede justificar que esa magnífica unidad [de España], creadora de un mundo, se rompa”. 29 de octubre de octubre de 1933 Teatro de la Comedia de Madrid. Acto de Afirmación Nacional. Fundación de Falange Española.

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