Este mundo, por el que nos movemos, se nos muestra como un plano infinito; surcado, eso sí, por barrancos y arrugado por montañas (Accidentes naturales). Es lo que todos podemos ver, lo evidente, lo que no necesita ser probado, porque eso es una evidencia: Algo que se ve, a simple vista, y por tanto, no requiere ninguna demostración documental ni testifical.
Decir lo que uno ve, no debería ser motivo de enfado para nadie, pero lo es. Hay personas que se enfadan cuando me oyen decir que el mundo es plano. ¿Por qué? Porque fueron a la escuela y allí les enseñaron globalismo. Yo también fui a la escuela, e incluso a la universidad pero ¿sabes qué? Esas personas enfadadas dice que tener carrera no demuestra nada; que hoy, las carreras, las regalan. Lo dicen, claro, los que no han estudiado ninguna porque, de haberlo hecho ¿Estarían dispuestos a asumir que la suya no vale nada?
Yo he leído muchos libros, y hasta he escrito alguno, y he visto películas como el que más. De hecho fui fanático de la ciencia ficción, como Elon Musk pero, al contrario que él, tengo claro que la ciencia ficción no es más que ficción, que las palabras que se escriben en libros no pueden imponerse sobre lo evidente, sobre lo que se ve y no precisa, por tanto, ser probado.
¿Por qué decir que la Tierra es plana provoca tanto odio entre los globalistas, hasta el punto de censurar, de intentar ridiculizar a quién lo dice, al precio que sea? ¿Por qué se sienten tan “atacados”? ¿No actúan así los que pretenden esconder su vulnerabilidad? No hace muchos años, algunas personas empezaron a decir que creían en extraterrestres, aún sin verlos, y no me burlé de ellos. Hoy diría que todos los globalistas lo creen, a pies juntillas, aún no teniendo prueba alguna de su existencia. ¿Por qué creer en marcianos ha llegado a considerarse plausible y condenable decir que el mundo es plano? ¿Vale más creer que ver?
Ciertamente, los globalistas son creyentes, y los creyentes dan más crédito a las palabras escritas en libros que a la realidad que se puede percibir con los sentidos. Si miraran, podrían ver el mundo tan plano como lo veo yo, pero prefieren creer en imaginaciones ajenas.
Ellos creen en el progreso, en la tecnología (que confunden con la ciencia) pero es esa misma tecnología la que les volvió sordos y ciegos pues con tanta “inteligencia artificial” ¿quién puede fiarse de lo que ve o escucha en la radio, en la tele, en el cine, en internet? Las imágenes se pueden trucar y también los sonidos. Hoy, con tecnología holográfica se puede hacer que aparezcan extraterrestres en el cielo, y también ángeles, a discreción. Pero eso significa que existen; tan solo que alguien los imaginó y los describió en libros que luego se convirtieron en películas. ¿Por qué les gusta tanto a los globalistas creer que la ficción no lo es? Porque cuando eran niños les enseñaron, como a los demás creyentes, a dar más importancia al Cielo que a la Tierra.