Estos días se está notando un nivel de nerviosismo en ciertos personajes que va más allá de lo habitual en época electoral. Debe ser que, a pesar de lo que digan las encuestas, se teme que pueda haber un cambio de rumbo en los resultados y esos personajes tienen miedo de perder sus privilegios.
Un ejemplo de ello es el del Secretario General del sindicato UGT, Pepe Álvarez, que últimamente está perdiendo las formas y de qué manera. Recientemente, atendiendo a varios reporteros, ha calificado de «comemierdas» a los integrantes del partido Vox.
Esto es lo que soltaba el «sindicalista»: «Iba a decir estos comemierdas y aprovecho y ya lo digo. Se crecen más y son más agresivos con las personas con las que no comparten que puedan manifestarse. Y mi pregunta es: Oiga, pero ¿a quién molesta que haya dos chicas o dos chicos que vayan cogidos de la mano por la calle? y permítanme que les diga que, además, la ultraderecha a través de la historia ha funcionado siempre así. Hitler llegó al poder ganando unas elecciones, con mentiras, con todo lo que conocemos. La ultraderecha quiere usar la democracia para acabar con la democracia, porque eso es lo que ha hecho siempre en la historia de la humanidad y por eso nos parece que cualquier retroceso que vaya en ese sentido a condicionar la gobernabilidad del país es un retroceso absolutamente impensable. Por eso nos parece que en estas elecciones, es muy importante que la gente se movilice.»
¿Se puede ser más impresentable? Cuánto daño les ha hecho que en Castilla y León les han recortado las subvenciones. Deben temer que ocurra lo mismo en el resto de España.
Todos sabemos que con el PSOE les iba muy bien, sobre todo en Andalucía donde había vía libre para desviar dinero público y cometer fraudes millonarios aprovechándose de los parados.
A ver si estos paniaguados vividores dejan de comer gambas y empiezan a comer grillos, tan promocionados por sus jefes.