La pasada semana se estrenaba en La Sexta un programa que, supuestamente, trata de desmontar todos los «bulos» que circulan en las redes sociales y que son difundidos por parte de canales de YouTube, páginas web y cuentas a los que se tacha de «conspiranoicos».
En el programa, entre otros, participa gente con carreras tan sumamente contrastadas y relevantes, como Antonio Maestre y lo produce una empresa independiente especializada en decirnos lo que es verdad o mentira, como «Newtrola».
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Sobre ese programa hemos de decir, en primer lugar, que ni siquiera lo hemos visto, tal y como han hecho la mayoría de los españoles.
🗞️ Buen estreno de @conspiranoicos6 en el prime time de La Sexta al hacerse ayer con el 6% de share y cerca de 400.000 espectadores de media.
🛸 #ConspiranoicosL6 sube a los 2.2 millones de espectadores únicos y aporta más del 14% al dato del canal.#QueVivaLaTele #Audiencias pic.twitter.com/Q9NgvLDJlp
— Dos30′ (@Dos30TV) October 4, 2024
Y es que esta nos parece que es, precisamente, la clave con esos datos de audiencia que se nos ha mostrado. Porque, ¿cuántos canales de YouTube o de otras plataformas de redes sociales tienen mucha más audiencia que ese programa, sin ser subvencionados por ningún gobierno y sin contar con los recursos con los que cuenta esta gente?
Porque, además, nos resulta llamativo que uno de los asuntos que se tratan en ese programa sea, precisamente, el económico. «¿Cómo gana un dinero un conspiranoico?» Con la audiencia que tiene en sus transmisiones. ¿Cómo gana dinero La Sexta? Con aportaciones de dinero público en forma de subvenciones porque, con esas audiencias que ellos mismos muestran y con los gastos que tienen, son empresas que es imposible que sean rentables, si no reciben dinero de los gobiernos.
“¿Cómo ganan dinero los difusores del odio?»
Lo está explicando Rodrigo Taramona @Taramonication ahora en #ConspiranoicosL6 pic.twitter.com/95VirdPbeL
— Conspiranoicos (@conspiranoicos6) October 3, 2024
De todas formas de lo que habrá que estar muy pendientes es de las afirmaciones gratuitas que hagan sobre la gente a la que critiquen en su programa. Porque, ¿qué es eso de llamar a nadie «difusor de odio»? ¿Qué es eso de decir, de quien sea, que se dedica a difundir noticias falsas, o afirmaciones similares?
Que tomen buena nota las víctimas de los «cazaconspiranoicos» porque a lo mejor tienen que llevar a esos «poseedores de la verdad» a los tribunales y se acaban convirtiendo en cazadores cazados.
Bajo nuestro punto de vista la base de este programa es tremendamente simple: por un lado, atacar a gente que, en este momento, tiene más audiencia que ellos para, de esa forma, tratar de arañar a algún despistado a su programa por pura curiosidad.
Y por el otro, algo que se ha hecho toda la vida: atacar a la competencia tratando, en este caso, de ridiculizarla.
Lo primero yo no veo programas de mierda ni mierdas lameculos de los comunistas, no veo nada en la televisión porque todos sus programas me dan asco y mucho menos el de la secta de Ferreras y compañía, además los que mienten y dicen bulos por dinero son ellos, pero a los montones de mierda que apoyan la agenda criminal de la mafia de la ONU ya les queda muy poco para ser sustituidos por la inteligencia artificial y aún van a sufrir más que los demás y si yo me voy a alegrar ya que no son más que basura al servicio de las élites financieras y la banca de la usura.
Por lo que vi (en el vídeo de Inocente Duke y otros youtubers) son tan subnormales y analfabetos que no saben ni usar las palabras, ni aunque se las prepare su amo en plan cartilla preescolar.
Los vi usar la palabra ‘conspiración’ como sinónimo de «mentira» o de ‘teoría de la conspiración’. Puede ser que sean tan idiotas como parecen o que estén intentando de nuevo la manipulación neurolingüística para que la borregada que los ve acabe identificando las palabras «conspiración» y «mentira» como sinónimos. Me inclino por esto.
De esos dos millones de audiencia (suena a «conspiración» 😂, ya serán menos) más de un millón serían internautas encendiendo la tele de forma puntual para ver por dónde nos salen estos perros sarnosos del sistema. La semana que viene que no cuenten con ellos.
Lo mejor: el lenguaje corporal, el timbre alterado de voz y el nivelazo de los ejjjpertos. Puros estertores de muerte. Ahogados en su propio vómito, como Hendrix, pero sin arte.