Méjico lindo y judío

Por Alfonso de la Vega

Y si no del todo judío, judaizante en la presente línea de moda en la decrépita y arrumbada civilización occidental. No hay más que ver la escandalosa rendición de lo que antes se pensaba irreductible aldea patriótica resistente de Abascalasterix. Creo que era Tertuliano quien decía que Catolicismo y Judaísmo eran como los dos brazos de una balanza, cuando uno sube, irremediablemente baja el otro.

Voy a cantarles un corrido muy mentado. Según los datos oficiales el pasado domingo votaron en Méjico 60 de los 90 millones de electores posibles y poco más de 35 millones lo hicieron por Claudia Sheinbaum, candidata del MORENA y delfín del tenebroso Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La candidata comunista a la que se ha dado como oficialmente ganadora es judía de origen europeo procedente de una familia paterna vinculada al PCUS y la candidata preferida del también judío Larry Fink, CEO de BlackRock, o el gran capital plutocrático internacional.

Otra muestra más del paradójico contubernio entre el gran capital financiero transnacional y los neocomunistas, como en el antiguo caso de los bolcheviques con el excipiente del judaísmo más o menos impostado. Bolchevique relacionado con Lenin fue el bisabuelo de la interesada, comunista su abuelo y su padre, al que se considera agente doble según algunas fuentes. Su abuelo Juan le aleccionaba: “Claudia, no digas que eres comunista, ni cuentes la historia de tu familia, dirígete a todos como si fueras mansa, una mujer tranquila, serena, que no pierde la calma ante nada, cuando nos toque mandar será porque hemos engañado a los burgueses, o incluso porque les hemos persuadido pero nunca les ganaremos por la fuerza”. Tras dejar los cócteles Molotov, se hizo ecologista al servicio oculto de los Rockefeller, pero ahora, con la engañosa agenda 2030 y el NOM ha llegado ese momento. Los nuevos aupados a la cucaña si disimulan ser comunistas acaso no tanto ser sionistas. Un doble juego que forma parte de su ADN.

Según los datos oficiales recurridos, la oposición de Xóchitl Gálvez, vinculada a Davos y antigua amiga, logró poco más de 16 millones de votos. Pero mientras se dirime la existencia de fraude ex post elecciones, el fraude ex ante elecciones estaría muy claro. Como en el reino de España y otros países decadentes tampoco en Méjico hay demasiado juego limpio.

La Sheinbaum había “ganado” la candidatura del partido de ANLO. Venció al excanciller Marcelo Ebrard, quien no aceptó los resultados oficiales, denunció varias irregularidades y llegó a impugnar sin éxito ante el Tribunal Electoral lo que calificó de «designación» de la favorita de AMLO. El partido tendrá otro nombre, pero la famosa tradición del “Tapado” o sucesor oculto, característica del viejo PRI seguiría vigente con algún tartufo disimulo de maquillaje. Al cabo, el modelo posmoderno con votaciones tramposas que enmascaran procesos formalmente democráticos pero fraudulentos. Y luego, lo que han llamado «elección de Estado», por la implicación cínica del gobierno en la contienda; la complicidad mediática, la amenaza a la población pobre con la suspensión de servicios y paguitas, la compra de votos en efectivo y la violencia o amenaza de cárteles o diversos grupos criminales que asolan hoy lo que queda del antiguo virreinato de Nueva España.

Sin embargo, la oposición ha denunciando fraude, al parecer con cierta razón y de hecho se van a revisar los resultados de más del 60 % de las urnas que según ella no coincidirían con lo que cuenta la maquinita. Para colmo de sospechas también hubo el habitual oportuno y misterioso apagón que paralizó el recuento durante un tiempo. Sea o no paripé para cubrir las apariencias al menos Méjico nos da una lección en esto, ya que aquí ni siquiera existe verdadero escrutinio oficial.  Lo provisional la misma noche de autos con actas aún sin entregar se da por bueno y el quiera protestar que busque al maestro armero, que dicen que se llama Felipe.  En estas próximas  europeas del domingo solo el candidato Alvise por parte de SALF ha anunciado que va a reclamar el cumplimiento de la legislación teóricamente vigente. Los demás parecen conformarse resignadamente con lo que diga la famosa maquinita sorosiana, que sería la que manda.

Pero, si la candidata oficialista judía es proclamada definitivamente como presidente de Méjico tal como cabe suponer haya habido o no fraude post votaciones, ¿Qué cabría esperar? Según su biógrafa no autorizada Orquídea Fong Varela en La gran farsante: “Claudia ha tejido su destino. Ha empleado, si se me permite forzar la metáfora, el hilo de la simulación, la mentira y el sometimiento. Ha trenzado acciones ilegales, traiciones, fingimientos. Ha robado, ha despreciado, ha comprado voluntades. Ha reprimido al débil y se ha sometido al poderoso. Le ha funcionado bien, pues al ponerse a los pies del caudillo más influyente que México haya visto en más de cien años, se encuentra en el umbral de ceñirse la banda presidencial, ese fetiche al que tantos y tantos ambiciosos vulgares persiguen sin importar el precio.”

Es decir el NOM en pleno esplendor. Quien a lo suyo aparece…La Claudia hace honor a su genealogía. Sus orígenes familiares no estarían relacionados directamente con España. Se trata de una judía de origen familiar estrechamente vinculado al partido comunista. Una mujer, empoderada, de carácter intolerante y despótico. Iracunda, muestra una mueca dura, soberbia, altiva, que me recuerda la de cierta golpista catalana con aposento en el Congreso. Durante una vista a Madrid se hizo muy amiga de otra eximia representante del comunismo señorito: la Manola Carmena, entonces alcaldesa de la capital española.  Otro hito suyo fue la profanación y casi demolición de un humilde templo católico. La Scheinbaum ha venido reiterando su promesa electoral de «dar continuidad a la Cuarta Transformación». Una especie de carta a los reyes magos al estilo falsario de la Agenda 2030. Se supone que seguirá la trayectoria y puede que incluso los propios dictados de AMLO, a quien le debe el cargo, pero nunca se sabe.

Su primer discurso tras las votaciones puede considerarse moderado a diferencia de los habituales de su mentor: «Nuestro gobierno será honesto, sin corrupción ni impunidad». Pero, claro, ¿qué va decir? También lo afirmaba muy pomposo solemne y sin reírse el doctor falsario. Luego Sheinbaum prometió «austeridad republicana, disciplina fiscal y autonomía del Banco Central». No obstante, tendría el control del legislativo por lo que es de temer que podría acometer reformas legales radicales a favor del gran Capital internacional y de desestabilización social en la misma línea neocomunista de otros países de Hispanoamérica. O atacar a la judicatura como en España.

Neo comunismo, demagogia y narcotráfico, son pilares del NOM. Los mejicanos debieran estar de luto por esta auténtica joya parecida a nuestro cínico falsario. Parafraseando y posmodernizando a García Naranjo: Pobre Méjico, tan lejos de Dios y tan cerca de BlackRock.