Un hombre ucraniano identificado como «Volodymyr Z» ha sido arrestado en Polonia por su presunta participación en el sabotaje del gasoducto Nord Stream 2. Este incidente, que ocurrió en septiembre de 2022, se perpetró con explosiones masivas que resultaron en una filtración de gas, un evento que tuvo lugar en medio de la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania. Los fiscales alemanes creen que Volodymyr Z, un buzo profesional, formaba parte de una célula ucraniana encargada de colocar los explosivos que dañaron el gasoducto, un acto que, según alegan, contó inicialmente con la aprobación del presidente Volodymyr Zelensky antes de ser cancelado.
El sabotaje del Nord Stream 2, un gasoducto que conecta Rusia y Alemania a través del Mar Báltico, ocurrió el 26 de septiembre de 2022, cuando una serie de explosiones submarinas causaron graves daños a la infraestructura. Estas explosiones no solo interrumpieron el suministro de gas a Europa, sino que también liberaron millones de metros cúbicos de metano a la atmósfera, exacerbando las tensiones geopolíticas en un momento crítico. La investigación inicial apuntó a un acto deliberado de sabotaje, y ahora, tres años después, las autoridades alemanas creen haber identificado a uno de los responsables.
Volodymyr Z, descrito como un buzo experimentado, es acusado de haber participado en la colocación de los explosivos que provocaron las explosiones. Según los fiscales alemanes, formaba parte de un equipo ucraniano que recibió instrucciones para llevar a cabo el ataque, un plan que supuestamente fue aprobado por el propio presidente Zelensky. Sin embargo, el plan fue posteriormente cancelado, lo que ha llevado a especulaciones sobre las motivaciones detrás de la operación y las razones para su interrupción.
El arresto de Volodymyr Z ha complicado aún más las ya tensas relaciones entre Alemania y Ucrania, dos naciones que han sido aliadas en su oposición a Rusia. Alemania, como uno de los principales socios europeos de Ucrania, ha proporcionado apoyo militar, financiero y político desde el inicio de la invasión rusa en 2022. Sin embargo, este incidente pone a prueba esa alianza, ya que las acusaciones contra un ciudadano ucraniano por un acto de sabotaje en territorio alemán podrían generar fricciones significativas.
Un abogado de Volodymyr Z ha declarado que la defensa argumentará que ningún ucraniano debería ser considerado penalmente responsable por atacar el Nord Stream 2, ya que el gasoducto financiaba los esfuerzos de guerra de Moscú. Esta postura refleja la narrativa ucraniana de que cualquier acción contra la infraestructura rusa, incluso si implica daños colaterales, es justificable en el contexto de la defensa nacional. Sin embargo, esta línea de argumentación choca directamente con la postura alemana, que ve el sabotaje como un acto de terrorismo internacional que amenaza la seguridad energética de Europa.