martes, septiembre 30, 2025
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Hacia el control absoluto del ser humano: los tatuajes electrónicos

En un mundo donde los smartphones han dominado nuestra vida diaria durante casi dos décadas, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, ha lanzado una predicción que podría redefinir la interacción humana con la tecnología. Según declaraciones recientes atribuidas a Gates, la era de los dispositivos portátiles está llegando a su fin, y su reemplazo no serán gafas de realidad aumentada o relojes inteligentes más avanzados, sino tatuajes electrónicos integrados en la piel. Esta no es una idea sacada de una novela de ciencia ficción distópica, sino un desarrollo tecnológico real impulsado por la startup Chaotic Moon Studios, adquirida por la consultora global Accenture en 2015. Estos tatuajes, equipados con nanocondensadores que conducen electricidad y se activan mediante signos vitales, prometen eliminar la necesidad de pantallas, baterías voluminosas y dispositivos externos, fusionando la tecnología directamente con el cuerpo humano.

La semilla de esta innovación se plantó en 2010, cuando Chaotic Moon Studios, un estudio de diseño y desarrollo de software con sede en Austin, Texas, comenzó a explorar las fronteras entre la biotecnología y la electrónica. La compañía se especializó en proyectos disruptivos, trabajando con clientes como Microsoft, Disney y News Corp. En 2015, Chaotic Moon presentó su prototipo estrella: los «Tech Tats», tatuajes temporales que transforman la piel en una «placa de circuito humano».

Estos tatuajes no son meras ilustraciones estéticas. Se aplican como adhesivos temporales, utilizando pintura conductora en lugar de tinta tradicional, que incorpora componentes electrónicos como sensores, microcontroladores y luces LED. La clave de su funcionamiento radica en los nanocondensadores, diminutos dispositivos que almacenan y transmiten electricidad sin necesidad de baterías grandes. Estos nanocondensadores se integran en la «pintura inteligente» y se activan mediante signos vitales del usuario, como el pulso cardíaco, la temperatura corporal o incluso el sudor, que actúa como conductor natural. De esta forma, el tatuaje se «despierta» con el mero contacto de la piel, eliminando interruptores o cargas manuales.

Chaotic Moon diseñó los Tech Tats inicialmente para aplicaciones médicas y militares. El CEO de la compañía en ese entonces, Ben Lamm, explicó que el prototipo permitía monitorear datos biométricos en tiempo real, como la frecuencia cardíaca, niveles de hidratación, estrés (medido por conductancia del sudor) y temperatura corporal. «Esto no es algo que se pueda quitar fácilmente como un Fitbit. Puede estar debajo de un chaleco antibalas, directamente en la piel, recolectando datos y reportándolos», afirmó Lamm en una entrevista de 2015. La transmisión de datos se realiza vía Bluetooth o redes de malla de baja frecuencia, conectándose a smartphones o dispositivos cercanos para enviar alertas o información codificada.

Tras la adquisición por Accenture en 2015, el enfoque se amplió hacia aplicaciones de salud e identidad personal. Accenture, una gigante de la consultoría con presencia global, integró estas tecnologías en sus divisiones de innovación digital, explorando usos en banca (reemplazando billeteras digitales con pagos biométricos) y seguridad (autenticación sin contraseñas). Aunque el sitio web original de Chaotic Moon ya no existe, sus patentes y prototipos continúan impulsando investigaciones en laboratorios de Accenture.

Bill Gates  ha respaldado públicamente esta tecnología en múltiples ocasiones, desde 2021 hasta declaraciones recientes en 2025. En un informe publicado en Medium y reportado por Daily Galaxy, Gates declaró: «Los smartphones han sido nuestras líneas vitales digitales… pero su reinado está llegando a su fin. Los tatuajes electrónicos son el próximo salto en la tecnología personal». Según él, estos dispositivos podrían reemplazar funciones esenciales de los teléfonos: enviar mensajes, navegar por internet, abrir puertas, realizar pagos y hasta recibir llamadas, todo mediante gestos simples como toques en la piel.

Gates invirtió en proyectos relacionados a través de la Fundación Bill y Melinda Gates, que financió investigaciones en el MIT sobre tatuajes electrónicos para monitoreo de salud durante la farsemia. En 2025, en una entrevista con Dev.ua, reiteró que los beneficios —como eliminar contraseñas, tarjetas de crédito y llaves físicas— superan los riesgos. «Imagina un dispositivo incrustado en tu piel que te permite interactuar con el mundo a través de gestos simples o toques. Es elegante, discreto y posiblemente más intuitivo que cualquier cosa que hayamos visto», dijo. Predice que para 2030, los smartphones podrían ser obsoletos, con los tatuajes convirtiéndose en la norma para unos 2 mil millones de usuarios.

Los tatuajes electrónicos son ultrafinos y temporales, durando desde unas horas hasta un año según el diseño, y se lavan como un tatuaje adhesivo común. No requieren agujas ni implantes dolorosos; la tinta conductora se adhiere a la superficie de la piel, manteniendo la conductividad incluso bajo movimiento. Los nanocondensadores, del tamaño de nanopartículas, almacenan energía generada por el cuerpo (como el calor o el movimiento), activándose con signos vitales para procesar datos.

Entre sus capacidades:

Monitoreo de salud: Detectan anomalías en tiempo real, alertando a médicos vía apps conectadas. Útil para enfermedades crónicas como diabetes o cardíacas.
Comunicación y pagos: Envían datos biométricos para autenticación segura, reemplazando PIN o huellas dactilares.
Interacción gestual: Un swipe en el antebrazo podría «desbloquear» una puerta o enviar un mensaje.
Aplicaciones militares y deportivas: Rastreo de ubicación en entornos hostiles o rendimiento físico en atletas.

Los tatuajes electrónicos generan debates éticos intensos. Privacidad y ciberseguridad son las mayores preocupaciones: recolectan datos masivos, desde métricas de salud hasta geolocalización, vulnerables a hackeos. Un informe de MIT Technology Review de 2025 advierte sobre «spoofing biométrico» e identidad robada, recomendando encriptación de extremo a extremo. Además, la propiedad de los datos — ¿de quién son? ¿De Accenture, Gates o el usuario? — permanece sin resolver.

Publicaciones como Charisma Magazine y Armstrong Economics los vinculan a profecías bíblicas del «Marca de la Bestia» en Apocalipsis 13, viéndolos como un sistema de control global financiado por Gates. En Reddit y foros, usuarios debaten si esto «convierte a las personas en esclavos de la élite».

Ahora se entiende mejor los componentes del remedio milagroso para la enfermedad imaginaria de 2020.

 

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