El conflicto en Gaza, que se intensificó desde octubre de 2023, ha generado acusaciones de genocidio contra Israel por parte de activistas, organizaciones internacionales y algunos gobiernos. En este contexto, figuras del mundo cultural, como el director de cine Pedro Almodóvar, han alzado su voz en apoyo a Palestina. Sin embargo, un análisis de sus declaraciones y conexiones profesionales revela una compleja red de activismo y lazos indirectos con entidades israelíes o figuras judías en la industria del cine.
Pedro Almodóvar, uno de los cineastas más influyentes de España, ha sido siempre muy activo en su condena a las acciones de Israel en Gaza. En agosto de 2025, el director publicó un video en la cuenta de Instagram de su productora, El Deseo, instando al gobierno español a romper todos los lazos diplomáticos y comerciales con Israel. Esta declaración se enmarca en un contexto nacional donde España reconoció al Estado palestino en mayo de 2024, y Pedro Sánchez lo calificó de genocidio en junio de 2025, aunque el país mantiene relaciones diplomáticas y comerciales con Israel.
«Ojalá tuviera una bicicleta y una casa».
La carta que ha leído Pedro Almodóvar en Sol sacude el alma y la conciencia.
Vamos a parar el genocidio. Se lo debemos a todos esos niños y niñas palestinas que merecen que nadie escriba por ellas su futuro.pic.twitter.com/4il2bMscqx
— Rita Maestre 🌾 (@Rita_Maestre) September 15, 2025
No es la primera vez que Almodóvar se posiciona. En octubre de 2024, firmó una carta junto a más de 250 figuras culturales españolas exigiendo un embargo total de armas a Israel. Además, en mayo de 2025, se unió a casi 400 personalidades del cine internacional para condenar las atrocidades israelíes en Gaza. Estas acciones reflejan un compromiso creciente con la causa palestina, alineado con movimientos globales como el Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS).
A pesar de su activismo, las obras de Almodóvar han tenido una presencia notable en Israel. Sus películas se distribuyen en el país a través de compañías locales como Lev Cinemas, que proyecta trabajos de directores internacionales, incluyendo los suyos. Un ejemplo destacado es su película Julieta, que inauguró el Festival de Cine de Jerusalén en 2016, con la presencia de las actrices principales, Adriana Ugarte y Emma Suárez.
En ese mismo año, la Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI) apeló directamente a Almodóvar para que retirara su película de proyecciones en Israel, argumentando que normalizaba las relaciones culturales durante el conflicto. Sin embargo, el director no accedió a la petición, lo que generó críticas de activistas propalestinos. Esta decisión ilustra una contradicción entre sus negocios y sus posiciones políticas.
Almodóvar ha colaborado en múltiples proyectos con la actriz argentina Cecilia Roth, de origen judío, quien es considerada una de sus «chicas Almodóvar» icónicas. Roth ha aparecido en varias de sus películas, como Todo sobre mi madre (1999) y Volver (2006), destacando una relación profesional duradera. Aunque Roth es argentina y no israelí, su herencia judía ha sido mencionada en contextos de análisis sobre diversidad en el cine de Almodóvar.
Otro vínculo indirecto surge a través de Sony Pictures Classics, la distribuidora de varias películas de Almodóvar en Norteamérica. Esta compañía fue cofundada por Michael Barker, quien recibió un premio honorífico en el Laboratorio de Cine Sam Spiegel de Jerusalén en 2019. Barker ha sido un promotor clave de cine independiente, y su conexión con instituciones israelíes podría interpretarse como un lazo cultural, aunque no implica una participación directa de Almodóvar en empresas israelíes.
Pedro Almodóvar representa un ejemplo de cómo las figuras culturales navegan entre el activismo y la realidad de una industria globalizada. Su llamamiento a romper lazos con Israel contrasta con la presencia histórica de su obra en ese país, planteando preguntas sobre la coherencia entre palabras y acciones.