Estas son algunas de las multas y normativas más ridículas, injustas e ideadas con un claro afán recaudatorio que existen en este reino de las libertades y de la justicia llamado España.
Reservar espacio en la playa con sombrillas o toallas: En municipios costeros como Cullera (Valencia), Benidorm, Algarrobo, Vélez y Málaga, está prohibido «pillar sitio» madrugando para colocar objetos y reservar zona. Multa: hasta 3.000 euros. Injusta porque penaliza una práctica común en playas saturadas, generando conflictos innecesarios por algo tan trivial como el espacio público.
Alimentar a animales callejeros como perros o gatos: Prohibido en muchas zonas de España, con el argumento de controlar poblaciones y evitar problemas sanitarios. Multa: superior a 1.000 euros. Disparatada e injusta, ya que castiga actos de compasión hacia animales abandonados, ignorando el contexto de empatía o necesidad.
Rebuscar en la basura o contenedores: En Sevilla, hurgar en residuos está vetado por la ordenanza de limpieza. Multa: hasta 750 euros. Injusta especialmente para personas en situación de pobreza, ya que penaliza la búsqueda de objetos reutilizables sin considerar el impacto social.
Conducir sin camiseta o en bañador: A nivel nacional (DGT), se considera peligroso por el roce con el cinturón. Multa: 80-200 euros, con posible pérdida de puntos. Absurda, ya que el riesgo parece exagerado en climas cálidos, y penaliza la comodidad personal sin evidencia clara de peligro.
Dormir en el coche: Prohibido en Bilbao y Vélez-Málaga, especialmente en zonas litorales de 21:00 a 09:00 horas, para evitar acampadas. Multa: variable, no siempre especificada. Injusta para viajeros o personas sin hogar, limitando la libertad de descanso en un vehículo propio.
Jugar al dominó o dados en terrazas al aire libre: En Sevilla, vetado desde 2013 por ruido. Multa: no especificada, pero parte de ordenanza acústica. Disparatada, ya que criminaliza un juego social tradicional en bares, bajo pretexto de contaminación sonora mínima.
Caminar sin camiseta por la calle: En Barcelona y Valladolid, prohibido salvo imprevistos. Multa: 120-300 euros en Barcelona. Absurda en verano, ya que equipara la desnudez parcial con un delito, ignorando el calor y la libertad personal.
Practicar sexo en el coche estacionado en vía pública: Considerado exhibicionismo por el Código Penal; en Barcelona, Lugo o Málaga, multas específicas. Multa: hasta 3.000 euros. Injusta por invadir la privacidad, aunque el argumento sea el orden público.
Colgar la fregona en el balcón o terraza: En Villanueva de la Torre (Guadalajara), prohibido por estética y olores. Multa: no especificada. Disparatada, ya que regula detalles domésticos privados como si fueran un problema público grave.
Tener el coche sucio (especialmente matrícula ilegible): Multa de hasta 200 euros. Absurda porque penaliza el mantenimiento cotidiano, sin diferenciar entre negligencia y uso normal.
Tocar el claxon sin motivo de emergencia: Multa: 80 euros. Injusta en contextos urbanos donde un pitido puede ser un saludo o aviso menor, pero se trata como infracción grave.
Hacer autoestop en autovías o autopistas: Solo permitido en carreteras nacionales. Multa: 80 euros para autoestopista y conductor. Disparatada por limitar una forma económica de viajar, con argumentos de seguridad dudosos.
Mendigar acompañado de un perro: En Madrid, prohibido pedir limosna con un animal. Multa: no especificada. Injusta, ya que discrimina a personas vulnerables que dependen de sus mascotas para compañía o seguridad.
Cantar o tocar música en la calle sin examen previo: En Madrid, se requiere una prueba de idoneidad. Multa: no especificada. Absurda por burocratizar el arte callejero, limitando la expresión cultural espontánea.
Dejar ladrar a perros en horarios de descanso: En Villanueva de la Torre, prohibido que ladren de 22:00 a 08:00 o de 15:00 a 17:00. Multa: no especificada (mencionan 750 euros para niños jugando). Injusta por controlar comportamientos naturales de animales en espacios privados.