En octubre de 2020, en plena antesala de la segunda ola de la pandemia de coronavirus, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, realizó una visita oficial a Argelia los días 7 y 8 de ese mes. Acompañado por una delegación de destacados empresarios y el presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, Sánchez incluyó en este viaje a José Ruz, un empresario valenciano propietario de la constructora Levantina Ingeniería y Construcción (LIC), quien posteriormente sería identificado como una figura clave en la trama corrupta vinculada al exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y su asesor Koldo García. Así lo revela una investigación exclusiva de The Objective, que ha tenido acceso a documentos oficiales que confirman la presencia de Ruz en la delegación empresarial que acompañó al presidente a Argel.
La comitiva, que incluía a altos directivos de empresas del Ibex 35 como Abengoa, Naturgy, Técnicas Reunidas, Indra, Seat, Repsol y Cepsa, tenía como objetivo fortalecer las relaciones económicas entre España y Argelia. Entre los nombres destacados estaban el presidente ejecutivo de Abengoa, Gonzalo Urquijo; el presidente de Naturgy, Francisco Reynés; el presidente de Técnicas Reunidas, Juan Lladó; el presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell; el vicepresidente de Seat, Alfonso Sancha; el consejero delegado de Duro Felguera, José María Orihuela; y los directores territoriales de Cepsa y Repsol en Argelia, Francisco Javier Claver y Javier Abejón, respectivamente. Sin embargo, la inclusión de José Ruz, un empresario con una compañía de menor envergadura en comparación con las grandes corporaciones, ha levantado sospechas debido a su relación con la trama de corrupción destapada posteriormente.
Según The Objective, José Ruz está vinculado a la red de corrupción que Ábalos y Koldo García habrían puesto en marcha desde el Ministerio de Transportes. Esta trama, conocida como el «caso Koldo», ha sido objeto de múltiples investigaciones periodísticas y judiciales, que han señalado irregularidades en la gestión de contratos, especialmente relacionados con la compra de mascarillas durante la pandemia. La presencia de Ruz en la delegación oficial a Argelia sugiere, según los documentos obtenidos por el medio, un posible intento de integrar a este empresario en círculos de alto nivel, a pesar de que su empresa no tenía el mismo peso económico o estratégico que las demás presentes en el viaje.
La visita de Sánchez a Argelia, en la que se reunió con el presidente argelino Abdelmayid Tebune, buscaba reforzar los lazos bilaterales en sectores clave como la energía y las infraestructuras. Sin embargo, la revelación de la participación de Ruz plantea preguntas sobre los criterios utilizados para seleccionar a los integrantes de la delegación y sobre el posible conocimiento o implicación de figuras de alto nivel en las actividades de la trama corrupta.