El doctor Fauci, que podría ser el doctor Mengele, fue amnistiado por el presidente Biden empleando una firma falsa. Firme defensor de las supuestas vacunas que resultaron ser asesinas, ha recibido mucho dinero durante la época dorada del covid, cuando ciertos criminales como Bill Gates, Soros, Kissinger y otros demonios, se hicieron millonarios a costa de la muerte de millones de personas que, ingenuamente, creyeron en semejantes sicarios. De hecho, aún a día de hoy, muchos de ellos se creen el cuento y defienden haber sido vacunados por colaborar con un estado de corte fascista y criminal, negando toda evidencia.
El hecho es que Trump, con muchas sabias decisiones, ha decidido anular esos decretos del decrépito Biden (a saber, si realmente los firmó el o fue una mano negra), en el último momento por agradecer a sus matones por los servicios prestados. Esto significa, nada más y nada menos, que el señor Fauci tendrá que dar muchas explicaciones, algunas muy incómodas y que los norteamericanos tienen derecho a conocerlas. Y es que la ley del karma es tozuda, todo lo malo que hagas en esta vida lo vas a pagar, lo cual se aplica no sólo a este miserable criminal, de cuyas declaraciones actuales hablaré, sino de Pedro Sánchez, Salvador Illa, los políticos cómplices de un genocidio silencioso y otros muchos como periodistas de la mentira y medios que siguieron la corriente del número uno o capo de España por excelencia. Todos sabemos a quién me refiero.
Entrando en materia, Fauci ha lanzado unas interesantes declaraciones sobre una serie de puntos: la desinformación y el daño qué hace, el modo de frenarla y la educación de los niños en el método científico. Vayamos por partes. Como buen covidiano bengeliano, está escandalizado con aquéllos que no se creyeron ni el cuento del covid ni se pusieron el caramelo, haciendo una análisis que da auténtica risa al mencionar que en los estados republicanos hubo más infecciones y más muertes que en aquellos donde los buenitos demócratas se limitaban a decir sí moana, como un ejército de zombis estúpidos incapaces de pensar por si mismos y que se dejaron de dominar por la manipulación luciferina en forma de cantos de sirenas de seres con cuernos traídos del inframundo. Como no soporta a Trump ni en pintura, acusa a su partido de infundir bulos y mentiras, del mismo modo que hace la bruja de Von der Leyen o cualquier de sus despreciables lacayos en Europa, incluyendo, por supuestísimo a nuestro guapísimo presidente, cuya belleza no es más que el resultado de salir del mismo infierno en el que le enseñaron a odiar al género humano.
Con el fin de evitar los errores cometidos en aquellos años, se trata de introducir conocimientos científicos o informes falsos, pagados con miles de millones de dólares de varias fuentes para que la gente se crea que todo es por su bien. Señores, no nos podemos relajar pues estos demonios no paran de pensar cómo nos pueden seguir haciendo daño y son capaces de cualquier acción, incluso de crear la guerra con Rusia con tal de que los perversos sionistas y wokista europeos no pierdan la tajada de su pastel, lo cual temen sobre manera y no saben cómo seguir robando tal como ocurrió en aquellos años. Para hacer lo largo corto, se trata de mantenerse en pie, aunque sientas que te arden los pies al ser condenado por la Santa Inquisición, creyendo que vas a regresar a tu casa, el mismísimo infierno.
Pero, como a los adultos que somos ya muy viejos no nos va a convencer este sujeto asesino, lo desea hacer en los colegios para que nuestros hijos estén bien adoctrinados, en el caso de que nos salgan con otra farsa sanitario criminal, de modo que ellos sí sigan las recomendaciones del buen gobierno que los protege porque los ama con toda su alma vendida al demonio y lleguen incluso a delatar a quiénes expandan esos bulos que tanto le quitan el sueño al desgraciado de Fauci, cuyas ojeras son cada vez más evidentes. La idea es cambiar de estrategia, volver a encerrarnos por sus santos cojones fascistas y hacerlo de manera que nadie ose cuestionar a estos seres del olimpo del inframundo. Faltaría más, con lo que hacen por nosotros.
Este es el diseño de la situación actual y de los españoles no se informan, porque el régimen del dictador Perro Sánchez no lo permite, porque desea tener a los españoles en un estado de estupidez como el que él tiene, con ausencia de inteligencia y haciendo declaraciones que producen vómitos con sólo oír su voz y ver su cara de gilipollas, por cierto, cada vez menos bella.
Nos deberíamos de preguntar que tiene que ver Fauci con esta especie de cucaracha inmunda que deambula por la Moncloa y que se esconde en los lugares más cochinos. Sin duda, los parecidos son tantos que alargaría demasiado este artículo, pero estoy completamente seguro que, si en vez poner es cara de Menguele, le pusiéramos la de nuestro nuevo dictador fascisto comunista, diría exactamente lo mismo, o incluso sería hasta más siniestro, pues en las artes del mal Pedro Sánchez es un gran maestro, aunque todos son del mismo linaje.
Una razón más para mandarlos a todos al carajo y lo digo con todas letras para que se vayan al infierno y que paguen por sus acciones. Pedro Sánchez, ya no engañas a nadie ni ninguno de tus compañeros de fraternidad.