Por Alfonso de la Vega
Resguardados de la posible indignación del pueblo soberano, en un alarde de aparatosa impunidad y presidida por Su Majestad, reunión de garrapatas, normalizadores lingüísticos, y otros perniciosos parásitos agendistas de distintos colorines y pretextos para recodarnos lo mucho que mangonean y engordan sacándonos el honor, la salud y la sangre. El descompuesto régimen borbónico en estado puro pero aún haciendo ostentación de su poder devastador impune.
El lugar del oneroso sarao no sido Paiporta, una de sus últimas lamentables víctimas, sino la Magdalena, un palacio de inspiración británica regalado otrora a los Borbones que luego el heredero don Juan astutamente vendió para hacer caja y renovar su exhausta bodega. Las diferentes bandas borbónicas, aunque puestas de acuerdo en lo principal, que es mantener el tinglado de la farsa, hoy se disputan las partijas del botín. La jefa de la taifa madrileña se opone a pagar los desmanes y desfalcos de la catalana. Aunque la deuda pública marca un nuevo récord de 1,64 billones en el tercer trimestre hay que reconocer que el botín es menguante por lo que hay que humillar y explotar más a los pobres súbditos que por carecer ya hasta carecen de un Robin Hood que ponga un poco de orden y justicia o al menos ofrezca alguna esperanza de redención de su esclavitud aunque fuese remota. El sheriff de Nottingham está con el Poder, no con la Justicia. Tampoco cabe contar con que el pretendido buen rey Ricardo entretenido en los brazos de sus amantes regrese de Tierra Santa, y por lo que se ve menos parecería corazón de león que de gato.
El problema no es solo el cambio de un gobierno por otro, sino de todo el régimen. Hay que entender cual sería la preferible como forma política de gobierno, ¿monarquía o república? Este asunto se interrelaciona con el concepto de federación: Sea confederal como pretenden los abusones catalanistas, sean formas de federación al modo proudhoniano, pimargalliano, salmeroniano o krausista. Los federales dinamitaron la Primera República española. Los Estatutos de autonomía fomentan y financian la sedición y los golpes de Estado como ya ha ocurrido durante la Segunda República o ahora con el C78. Pero también se relaciona con un Estado unitario con diferentes grados de descentralización administrativa que no política. Es evidencia de razón que con la C78 las autonomías ofrecen menos margen de libertad al ciudadano que España en su conjunto. Por ejemplo, las posibilidades de cambiar al mal gobernante aún resultan menores. Y es mayor el fulanismo y la tentación indigenista para justifica y mantener castas corruptas regionales en el poder impune.
En todo caso, el planteamiento debe ser coherente desde el punto de vista técnico. En efecto, Monarquía o República se deben poner en relación con la distribución en el territorio del poder político. El sistema autonómico actual es una calamidad. Una monarquía federal como la que ahora “disfrutamos” ha demostrado ser un sistema inestable, insostenible, caro e incapaz de mantener la unidad de España como nación. Era inevitable que se produjesen conflictos entre “soberanías” o la lamentable financiación del separatismo. Desde un punto de vista técnico, en un sistema federal el poder ejecutivo, presidencial, no sirve la figura de un rey. Además, debe estar legitimado por la elección directa, no puede ser resultado del juego de mayorías parlamentarias. Y menos aún con partidos disolventes o separatistas.
Además del orgullo y satisfacción por disfrutar del momio engendro constitucional del 78 hay más consideraciones a comprender: la tenida santanderina ha resultado todo un catálogo variopinto y abigarrado de las diferentes maneras de entender la onerosa pepitoria federal, una forma de documentar la futura reforma constitucional federal con la que el valido real nos amenaza. Así las diversas federales citadas o la abusona confederal de los golpistas catalanes de Illa, el de la mascarilla y cómplices comanditarios.
Pero eso de las teorías políticas mejor dejarlo para patriotas pringaos, que lo suyo es estar donde “haiga” y mejor aún si como la catalanista famiglia Pujol se encuentran a salvo de la influencia de la Justicia. Para los pringaos descontentadizos está el intentar averiguar qué sería la preferible para la nación como forma política de gobierno, lo que en el caso español actual no queda más remedio que, como queda dicho, poner en relación con la distribución en el territorio del poder político.
Sería razonable investigar y definir una forma de gobierno inspirada en la famosa técnica de presupuestos base cero. Es decir, de una organización escueta y eficaz, y no solo eficiente, que sirva para satisfacer las necesidades verdaderas, jerarquizadas por su importancia, sin el recurso a aumentar o agravar lo que ya existe. O a permitir la proliferación cancerosa de chiringuitos bajo el capricho de los servidores del estado profundo. Así, y en aras de la racionalidad administrativa, del ahorro de costes y de mayores grados de libertad, ¡fuera parlamentos regionales y grupos indigenistas y tribales! Ya puestos, también cabría investigar la conveniencia de una circunscripción electoral única para toda España.
Soñar es ya casi lo único que nos queda. Para colmo, en este devastador final de orgía todo se intenta aprovechar aún a costa no de rentas sino del patrimonio. La cosa recuerda el final del viaje en La Vuelta al mundo en ochenta días cuando todo lo que sirve de combustible se va echando a la voraz caldera del barco para llegar a tiempo y ganar la arriesgada apuesta.
Un ejemplo, ya liquidada la industria estratégica española, ahora toca el sector primario: el patrimonio natural de olivares y bosques se tala para colocar artefactos venenosos para mejor agio del gran capital al que de modo mercenario sirven todos sin disimulo. Otro: Red Eléctrica ha ordenado por segundo día consecutivo la paralización de la gran industria ante la falta de electricidad.
Vamos en un barco sin rumbo bien repleto con la permanente fiesta orgiástica de parte del pasaje y de la tripulación. La propia placentera y lujosa singladura sin encallar en arrecife traicionero es el fin, de ahí que tuviese razón el pobre Séneca cuando sostenía que «quién no sabe dónde va nunca encuentra viento favorable.”
Pero no pasa nada, todos felices aunque no en armonía. Todos en una foto que parece más propia de la ONU o de los BRICS. El viejo Mc Luhan explicaba que “El medio es el mensaje”.
Pues eso.