Si hay unos profesionales que han quedado tremendamente retratados en los últimos años, esos son los médicos. Y es que ha sido tremendamente decepcionante ver la forma en la que se han vendido al poder político y «farmafiéutico» por cuatro duros recomendando a la gente, aunque no firmando, que se metieran en el cuerpo un brebaje experimental con el que, como mínimo, ha enfermado.
Pero siendo eso malo, lo peor es que en su inmensa mayoría siguen callando ante las evidencias que todos sabemos se están produciendo en los hospitales en los últimos tiempos.
Además, y yendo todavía más lejos, lo único que les provoca mover un poco el trasero de sus cómodos asientos es para pedir algún tipo de mejora laboral porque, oigan, los pobres están «saturados».
Ni por un minuto hubiéramos pensado antes de lo que hemos visto desde 2020 que pudieran llegar a ser, en su mayoría, tan sumamente impresentables.
Pero oigan, que les sigue dando igual. Siguen pasando de todo y pensando que están por encima del bien y del mal y, sobre todo, por encima de los pacientes a los que deben atender y de cuyos bolsillos además sale su sueldo.
Pues no, no cambian y llegan a extremos que son completamente escandalosos. Atentos a este: un paciente solo, esperando en la sala de espera a ser atendido y la doctora hablando tranquilamente por teléfono para buscar un piso.
🔴 LA DOCTORA DE URGENCIAS BUSCANDO PISO
La sanidad pública no tiene colapso, tiene gandulitis.
Un paciente con bronquitis esperando en la sala del hospital vacía, mientras la doctora de urgencias buscando un piso, vaya vocación… pic.twitter.com/gacGH3Pe1I
— Betania (@BetaniaTv) December 21, 2024
¿Les parece esto normal? No, ¿verdad? Pero tranquilos porque todavía aparecerán colegas de la interfecta justificándolo con su habitual corporativismo.
Noticias de los CDC:
Reclamaciones por lesiones de vacunas aumentaron durante pandemia COVID, pero reembolsos fueron bajos
De las 13,333 reclamaciones relacionadas con COVID-19, solo 92 cumplían los requisitos, según la agencia
POR JACK PHILLIPS Fuente: The Epoch Times en español.
Una enfermera de Ibiza?.
Es evidente que los ocultos amos globalistas son una mafia Maligna. Mediante sus sociedades secretas han logrado controlar las altas jerarquías de los sistemas y subsistemas jerárquicos de gestión social (partidos políticos, Justicia, medios, enseñanza e investigación, ocio,dad,…) y de esta forma pueden transmitir órdenes antisociales (no ayudar a las víctimas de las riadas, volcanes o incendios, forzar las inyecciones en el hombro,..). Los trabajadores son chantajeados a obedecer a sabiendas del daño que hacen a cambio de mantenerles los cutre empleos malpagados. Las víctimas son convertidas en colaboradores necesarios contra ellas mismas.
¿Hay forma de parar esto en defensa de la Humanidad?
En cualquier país serio esta «doctora» (posiblemente gran defensora del rejoneo) estaría en la puta calle antes de las 10:00 a.m. del lunes.
En una república bananera la gente la habría sacado a patadas de la consulta.
En el resto de los países, estaría fusilada hace rato.
Esto es lo que hay. Y seguramente la crápula será de las primeras en pedir aumentos, mejoras, etc.