INTRANSIGENCIA
Transigir: del verbo transigir viene del latín transigĕre (hacer pasar a través, llevar a buen fin, concluir un asunto, llevar al otro lado, permitir que algo se lleve hasta el final). De ahí también transigente e intransigente. Admitir o aceptar la opinión o ideas de otra persona en contra de las propias, ceder, consentir permitir una cosa que no gusta. Prefijo in: negación o privación. Por lo tanto, ser intransigentes, es no aceptar la opinión o ideas de alguien y no ceder/consentir ciertas cosas. Podemos entonces observar varias opciones:
Cuando es hacia terceros, pudiera parecer algo drástico e incluso dictatorial, por no aceptar opiniones o ideas de otro.
Cuando es hacia uno mismo, podría ser por un exceso de exigencia o por una actitud menos permisiva hacia el ego, o sea, dejar de ser transigente con nuestra apatía, miedos o inseguridades.
Cuando uno se aferra a un propósito, es lícito, incluso necesaria la intransigencia, pues no deberíamos permitirnos transigir para con nuestro ego, los demonios, torbellinos emocionales que nos vuelven vulnerables. Y aquí aparece unas preguntas:
- – ¿Podemos entonces comprender que los MS o el universo sean intransigentes con nosotros?
- – ¿Pues estarían cumpliendo con la firme intención de cumplir con su propósito?
- – ¿Sabemos cuál es nuestro propósito particular?
- – ¿Somos verdaderamente conscientes de que pertenecemos a un propósito mayor?
- – ¿Podemos pues, entender que se nos apriete o reprenda sobre algo que no estamos haciendo, no siendo coherentes para con el propósito mayor al que pertenecemos?
VR-12/08/23
Desde la fuente sopla un viento que arrastra todo como un huracán Siento el viento, pero puedo ver todo desplazarse manteniéndome quieta. Vilma (el avatar de Vilma que es la de los picapiedras) va volando toda descuajeringa tratando de aferrarse a algo. El viento la arrastra para un lado y para otro, va despelucada y con el vestido blanco flameando. En un momento ve una especie de palo y lo toma con ambas manos. Queda colgada por unos segundos, toma aire y siento que enfoca su voluntad para tomar impulso. Hace varios giros sobre el palo, cuál Nadia Comaneci y cae en perfecto equilibrio sobre una superficie ovalada. Usa la superficie ovalada para desplazarse como si fuese una tabla de surf y va avanzando en compás con el viento. Lo justo es justo. Veo a Vilma (ahora de carne y hueso) sentada en la tabla de surf avanzando con el viento y observando lo que pasa alrededor como yo, como espectadora.