domingo, septiembre 8, 2024
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El portero de Santander que enseñó a boxear a Francis Ngannou

Esto que viene ahora es una historia surrealista que yo he conocido de primera mano por medio de uno de sus protagonistas. Dúplex es un boxeador camerunés que tuvo que salir de su país por la corrupción que reina en toda África y que seguramente irá a más cuando Felipe VI le regale a su colega Mohamed Ceuta, Melilla, los peñones y hasta las Canarias, para que nadie se escape de la colonia subsahariana en general que es el continente africano. Y lo más curioso de esta historia es que estuvo entrenando en Marruecos, en el monte Gurugú, con un campeón mundial de la lucha libre como es Francis Ngannou.

Es preferible jugártela y tal vez morir a tener una vida de miseria en un país tan corrupto

En mi país tenemos gente que puede jugar en las grandes ligas de muchos deportes y no sólo en el boxeo. También en el fútbol. Muchos no tienen la oportunidad porque nadie los ve entrenar ni nada y entonces se ponen a caminar hacia la costa para coger una patera. Casi todos ellos acabarán muertos. Pero es preferible jugártela y tal vez morir a tener una vida de miseria en un país tan corrupto en el que, si no participas de uno de los clanes del poder, no tienes ninguna oportunidad para nada. Aunque seas el mejor en lo tuyo.

Dúplex es un hombre de una fortaleza extraordinaria y con la agilidad de quien ha sido un gran púgil, pero asegura que él es uno más en su país.

En mi pueblo hay un hombre tan fuerte que hace poco me agarró por la cabeza, simplemente para saludarme, y me estuvo doliendo la cabeza por dos semanas. Se trata de gente fuerte de verdad y no hablamos de fuerza de gimnasio, sino de una fuerza brutal. Ese hombre te pega un puñetazo y adiós.

A Ngannou lo conocí en Marruecos, enfrente de Melilla

Y aquí es donde viene nuestra verdadera anécdota. Seguramente muchos de vosotros habréis oído hablar de Francis Ngannou, un Camerún es afincado en Francia que está triunfando en las Grandes Ligas de los deportes de lucha.

A Ngannou lo conocí en Marruecos, enfrente de Melilla, mientras esperábamos nuestro turno para saltar la valla. Desde la cima de ese monte mirabamos la ciudad a nuestros pies y, para matar el tiempo de espera, entrenábamos entre nosotros. Francis no tenía mucha calidad en cuanto a técnica y yo le enseñé lo que pude, pero en cuanto a fuerza es inigualable. Un puñetazo de este hombre y te mata. Tiene una fuerza descomunal.

Incluso nos contaba una anécdota muy curiosa y divertida de esos tiempos de incertidumbre frente a la frontera.

Cuando nos aburríamos mucho, nos poníamos a tirar piedras para ver quién la tiraba más lejos, pero siempre ganaba Francis. Era imposible igualar la distancia que este hombre era capaz de conseguir con una piedra. La verdad es que tiene una fuerza extraordinaria, incluso para un hombre fuerte de Camerún. Y eso que os aseguro que allí hay muchísima gente con una capacidad física tremenda. Que podrían romper todas las marcas en todos los deportes si se les diera la oportunidad. También creo que muchos europeos deberían ir a estos países para ver cómo vivimos allí y volverían de otra manera. Apreciarían más lo que tienen aquí. Y al mismo tiempo verían la felicidad de una gente que no tiene nada, pero que aprecian muchísimo lo poco que tienen y no pierden la sonrisa.

Ngannou se extrañaba de que Dúplex no siguiera con su carrera deportiva

Es inevitable que Dúplex se acuerde de su amigo, el campeón internacional, con el que ha perdido contacto. En la última conversación que mantuvieron por una red social, hace ya algunos años, Ngannou se extrañaba de que Dúplex no siguiera con su carrera deportiva, puesto que tenía las capacidades de haber llegado adonde quisiera, pero es que hay un problema del que tal vez no es consciente este gran campeón.

Creo que yo también tenía más valor que él o, al menos, para ciertas cosas. Había veces sin que nos aproximábamos a la valla y había por allí un par de gendarmes marroquíes. Entonces, yo le animaba a ir a por ellos, derribarlos y saltar la valla de una vez, pero al final siempre se echaba atrás. No sé. A veces pienso si yo no era demasiado lanzado en estas cosas y, al final, me quedé sin ojo y sin poder boxear de por vida.

Dúplex se refiere a la minusvalía que por desgracia le ha generado el asalto a la valla, pues una pelota de goma le ha dejado tuerto e incapaz de seguir con una carrera deportiva que podría haber llegado a lo más alto.

La inmigración ilegal produce muertos todos los días

No he tenido suerte. Fíjate en Francis Ngannou. Él no tenía mi nivel de boxeo, yo le enseñé bastante y ahora es un campeón mundial. Imagínate lo que podría haber llegado a ser yo teniendo la técnica del boxeo, aunque me faltara la fuerza brutal de este hombre. Pero yo tenía una pegada súper fuerte y, de hecho, gané todos los combates salvo uno, pero fue por hacer el tonto. Por eso un buen día me cansé y cogí una mochila y me largué, porque sabía que en Camerún no me iban a dar nunca la oportunidad de boxear fuera de mi país. La travesía fue tan dura que una chica murió por el camino. Atraviesas el desierto durante muchos días y eso es una experiencia que no puedes olvidar jamás. La policía de Argelia dispara a matar y te puedes estar años deambulando por varios países hasta llegar a tu destino. Pero al final, fíjate: el haber llegado a España no me compensará nunca el haber perdido un ojo por el camino, aunque en realidad soy un afortunado porque otros muchos mueren en el mar y por el desierto y en cualquier frontera de cualquier país.

Todo esto debería ser un recordatorio para esos progres que dicen que las fronteras son un estorbo. Sin embargo, todos ya hemos visto que mucho peor es el descontrol y el caos de pretender que pueda venir aquí todo el mundo. Con los riesgos gravísimos que esto implica y la imposibilidad de absorber tanta mano de obra en tan poco tiempo. Pero también sabemos todos que a los progres como el Papa Francisco, Felipe VI o Rajoy les va de maravilla haciéndose los buenistas con el recurso de siempre de la caridad con la casa ajena.

Imposibilitado de por vida para continuar con el boxeo profesional

Hoy en día, por desgracia, imposibilitado de por vida para continuar con el boxeo profesional, Dúplex se gana la vida como puede. Para empezar, en la seguridad de una discoteca de Santander donde está de portero con otro señor de Camerún, Paul, pero también trabaja en una fábrica ya he estado haciendo prácticamente de todo: cultivando en plantaciones, cuidando a personas mayores y haciendo lo que haga falta para salir adelante, siempre con un gran espíritu de trabajo y sacrificio.

Yo aquí veo a muchos españoles que no quieren trabajar demasiado, pero tendrían que ir a mi país a ver lo que es trabajar diez horas al día sin que te paguen apenas nada. Por eso yo aquí trabajo contento, no me quejo demasiado y hago todo lo que puedo cada día. Si viajáis a Camerún, os lo aseguro, volveréis con otra mentalidad: valoraréis más las cosas. Sobre todo, después de ver la felicidad de personas que no tienen nada y, sin embargo, siempre tienen una sonrisa puesta.

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